Más allá de este evidente peligro existencial del Islam, esta propuesta está, aun más condenada al fracaso que la de aliarse con el progresismo para vencer al Islam. Hay hoy dos tácticas en las extremas derechas: aliarse con el progresismo frente al Islam o aliarse con el Islam frente al progresismo.
Al islamita no le afectan tanto las leyes de los países occidentales donde viven ni las nuevas costumbres degeneradas que se propagan por entre los cristianos étnicos, por lo que teniendo en cuenta esto, y que además está interesado en vernos degenerar para ser más fácil la conquista de estas tierras, no veo factible esta alianza. Es que hasta entre grupos etno-religiosos mucho más próximos en los que no existen amenazas a la supervivencia, esto no ha sucedido. El Partido Republicano de EE.UU. lleva décadas apelando al mejicano, al que ve como mas culturalmente conservador, y el antimejicano de Trump consiguió más votos de ellos que ningún otro candidato republicano.
En una sociedad multiétnica y multirreligiosa el voto acaba siendo una manifestación de tu pertenencia religiosa y étnica.