Tras lo sucedido en las elecciones de Cataluña me gustaría recordar estas palabras tan acertadas en su día de Blas Piñar:
“En la vida política española, tomados del Evangelio, podríamos encontrar dos tipos de hombres. El tipo simbolizado por Pedro, que niega a Jesucristo, como los españoles que han negado un día a España, pero que después, cuando han visto a España destrozada por sus pecados por sus durezas y por sus errores, han entrado en arrepentimiento, han llorado lágrimas de amargura y se han consagrado al servicio de la Patria, y los que, por el contrario, como Judas, reconociendo públicamente a España, con el nombre de España en los labios con la constante preocupación por nuestro porvenir, la besan, con el peor de los besos, que es el beso de la traición, para después, cuando España se encuentre deshecha y destruida, colgarse como pecadores impenitentes, de cualquier encina de la comarca.”
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