Ojalá se lo dieran; sería el remate final de humillaciones, y la constatación de que España siempre será un país odiado por nuestros vecinos eurolerdos. Este es el prestigio que tenemos, y el cariño del que gozamos.

Supongo que Putin no será responsable también de estos desafueros. Menos mal que el tiempo da y quita razones; ahora, estoy seguro que el mandatario ruso debe estar partiéndose de la risa. Hace bien (yo lo haría).