Un 2 de enero del 1936, Falange Española de las JONS celebró un mitin en el Cinema Europa de Madrid. Intervino José Antonio Primo de Rivera para expresar su postura ante las elecciones que se celebraban en tal año y que desencadenaría la Cruzada de Liberación Nacional, José Antonio Primo de Rivera dijo cosas como estas:
«El manifiesto de las izquierdas (..) se mantiene en los términos del más cicatero conservatismo. Nada que se acerque a la nacionalización de la tierra, nada que se acerque a la nacionalización de la Banca, nada que se acerque al control obrero, nada que sea avance en lo social».
«Si la revolución socialista no fuera otra cosa que la implantación de un nuevo orden en lo económico no nos asustaríamos. Lo que pasa es que es algo mucho más profundo. Es el triunfo de un sentido materialista de la vida y de la historia (...)».
«¿Cómo se nos presentan las derechas? (...) El terror es la consigna del frente contrarrevolucionario. Ni un gran quehacer, ni el señalamiento de una gran tarea, ni una palabra animosa y esperanzadora que nos pueda unir a los españoles. Todo son gritos: "que se hunde esto"...».
«El paro obrero, angustia que debía quitar el sueño a todo político español, nos ofrece la triste situación de 700000 hombres que pasan días y noches sin comer; cabezas de familia para quienes el pan diario supone congoja sin remedio. ¿Qué se hizo? Mala literatura parlamentaria».
«Aún duran los juicios orales y Consejos de guerra. (...) No nos importa en cuanto a los humildes. No nos importa que absuelvan a los mineros enardecidos. Sabemos que su ímpetu revolucionario puede encauzarse un día en la Revolución nacional española. No tenemos ningún rencor».
«(Las derechas) nos llaman y nos dicen: "Que se nos hunde España, que se nos hunde la civilización cristiana; venid a salvarla echando papeletas en urnas". Vosotros, electores, ¿vais a tolerar la broma de que cada dos años tengamos que acudir con una papeleta a salvar a España?».
«El orden capitalista y liberal ha roto la armonía entre el hombre y su contorno. Como liberal, convirtió a cada individuo en el centro del mundo; exento de todo servicio; consideraba la convivencia con los demás como teatro de manifestación de su vanidad. Como capitalista fue sustituyendo la propiedad familiar, gremial, municipal, por la absorción de todo el contenido económico en provecho de unos grandes aparatos de dominación donde la presencia humana directa es sustituida por la inhumana, del título escrito, de la acción, de la obligación».
«No hay más que una manera profunda y sincera de evitar que el comunismo llegue: tener valor de desmontar el capitalismo (...). Esto no es sólo una tarea económica: esto es una alta tarea moral».
«Ahora, mucho "No pasarán", "Moscú no pasará", "El separatismo no pasará". Cuando hubo que decir en la calle que no pasarían, cuando para que no pasaran tuvieron que encontrarse con pechos humanos, resultó que ésos llevaban siempre flechas rojas bordadas sobre camisas azules».
«Si, (...) triunfantes o vencidos, quieren otra vez los enemigos de España, representantes de un sentido material que la contradice, asaltar el Poder, entonces otra vez la Falange (...) estará en su puesto como hace dos años, como hace un año, como ayer, como siempre».
Última edición por Pious; 02/02/2018 a las 18:53
En 1937 en plena Cruzada de Liberación Nacional el Estado Nacional promulgó la prohibición de la difusión de este discurso a consecuencia del Decreto de Unificación a razón de evitar divisiones y provocar una ruptura entre las formaciones existentes dentro del Bando Nacional como sucedía en el bando republicano.
Última edición por Pious; 02/02/2018 a las 19:00
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