Lo del Cardenal Carlos Osoro no es más que otra demostración de la falta de hombría, la tibieza, y la traición enquistada en las más altas Jerarquías de nuestra Iglesia.
No es otra cosa que un "Autodemoledor", que funge para los los neobabélicos.
En lugar de solideo lleva una escupidera.
Y los pantalones los ha remplazado por pañales descartables...
Con el se confirma aquello de que no es que el enemigo avanza sino que nosotros retrocedemos...
Imaginemos si el que se quisiera trasladar fuera un rabino o un musulmán importante.
O se se tratara de un gay conocido.
O si allí estuviera enterrado Carrillo.
Que autoridad se hubiera animado ha siquiera insinuar su exhumación?
Que cardenal con presuroso servilismo hubiera hecho lo de Osoro?
Cosas veredes Sancho!
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