Oración y ayuno

E. Gutiérrez

PUBLICADO POR: CIRCULO SACERDOTAL CURA SANTA CRUZ DICIEMBRE 15, 2020

El pasado 11 de diciembre, la Conferencia Episcopal Española, emitía una Notaante la aprobación en el Congreso de los Diputados de la ley de eutanasia. En ella, después de recordar la perversidad de la ley, invita a los católicos españoles a una jornada de ayuno y oración para el próximo miércoles 16 de diciembre.

Tal invitación del episcopado y la nota que la acompañan, sólo puede tener dos explicaciones.

En primer lugar, que reconozcan de facto que la democracia y el sistema político liberal ha dado ya todas las muestras posibles de su agotamiento. Que se encuentre, en la ideología política actual, una semilla de mal objetiva, que no es sólo una «deriva totalitaria» de la democracia, sino que la maldad y la perversidad forman parte de su esencia. Es reconocer, en resumidas cuentas, que la democracia es luciferina y que este tipo de demonios sólo tienen una solución: «Hoc autem genus non ejicitur nisi per orationem et jejunium» (Matt XVII, 20).

Sería reconocer que «nosotros» teníamos razón y que la solución pasa por abrazar el tradicionalismo y predicar y enseñar las perennes verdades que custodia la tradición sobre el orden político cristiano.

Si la democracia es demoniaca, y al demonio sólo se le vence con ayuno y oración, la petición del episcopado español tiene pleno sentido.

Una segunda explicación, radicalmente distinta de la presentada anteriormente, sería aquella en la que el episcopado mantiene una fe ciega hacia la bondad de la democracia, que no sabe qué hacer cuando se tramitan leyes de tan magna iniquidad y que, ante la falta de recursos para corregir iniquidad, al menos que no quede por nosotros, nos pidan oraciones y ayunos para que se produzca una intervención de carácter sobrenatural.

Sería reconocer la impotencia de la verdad y la omnipotencia de la democracia. Sería reconocer también la inutilidad del poder eterno para corregir las desviaciones del temporal. Sería, por último, reconocer la insignificancia de la Iglesia Católica frente a las ideologías luciferinas.

Al lector le corresponde tomar su conclusión, pero, deseando enormemente equivocarme, me inclino de manera natural a pensar que es más bien la segunda explicación la que da cuentas del motivo de la nota de prensa.

P. Juan María Latorre, Círculo Sacerdotal Cura Santa Cruz




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