El capitalismo no tiene voluntad propia, no es un ser vivo. Si defiendes la iniciativa privada, los derechos de propiedad y te opones al absolutismo del Estado, estamos básicamente de acuerdo, si bien podríamos discutir el grado de intervención estatal.
¿Lo de las muelas? Bueno, era un ejemplo, sin más. Las prótesis dentales, los coches o las mesas de tres patas no son católicas pero no por ello son malas. No existe un capitalismo católico, pero eso no quiere decir que sea un sistema malo necesariamente. Lo importante es que los católicos, ya sean empresarios o empleados, sean justos y comprendan que la búsqueda del bien propio pasa por la búsqueda del bien común.
Y añado: Guste o no a alguno, entiendo que estamos tratando una cuestión opinable. Repito lo dicho en otros hilos: Las premisas de este tema no hay que buscarlas en la Revelación. Es un tema, además, contingente. Por tanto, opinable. Se puede ser capitalista o anticapitalista y, al mismo tiempo, católico.
Saludos.
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