Pero abominar de la destrucción de Europa es ser nazi, ya sabes Donoso, un mal bicho, un apestado, un ser peligroso y asocial. Una buena mañana, en unos treinta años, no más, todos esos subnormales se van despertar y descubrirán lo que los demografos honestos llevaban diciéndoles cuarenta años: que estaban siendo sustituidos, que su población se hundía, que lo poco que quedaba de ella perdía su identidad en el magma desarraigado (¡mestizaje! ¡Fusión!), y que en unas pocas décadas los restos de su pueblo se habrían convertido en minoría absoluta en su propio territorio, cual indígenas amazónicos con taparrabos.

Los multicultis con su locura ideológica postmarxista nos traen el infierno en la Tierra, no saben lo que están haciendo. Nos arrojan a una reconquista de siglos a nivel europeo, a un escenario que algunos analistas llaman de "guerra civil europea" es decir, de guetos y enclaves enfrentados unos con otros por todo el continente en una continua guerrilla urbana de baja intensidad. Una abominación. En cualquier caso, la destrucción de nuestras identidades y de nuestra civilización. Y encima, la mayor parte de Europa, islamizada. ¡Qué bien lo van a pasar todos los progres, los perroflautas, las ultrafeministas, los activistas gay, los marxistas trasnochados, los liberales de centro et al! A todos nos espera un luminoso futuro, pero a ellos... ¡ay lo que les espera a esos!