Hombre, yo, como no creo en los partidos, por eso mismo estoy en la Comunión Tradicionalista Carlista.

¿ Que lo están haciendo muy bien ? Sí. ¿ Que a su vez, la cosa está jodida ? También. Pero como dice Donoso, de nada vale lamentarnos. No digo que no haya que leer a tales o cuales autores; Quevedo decía que la lectura siempre es buena, aunque sea de libros malos. Políticamente en absoluto concuerdo con De la Cierva o Moa pero sí he leído algo de ellos y no veo mal alguno, más bien al contrario. Ahora bien, si no nos damos a valer nosotros....Y cuando digo " nosotros " no lo digo a nombre de oligarquía politiquera, sino a los que defendieron y defienden la Tradición Española. Pero como te digo, yo, que soy lector empedernido, este aspecto no lo " ataco ", ni creo que lo " ataque realmente " tampoco Lizcano de la Rosa.

España lleva 2 siglos de Revolución y de poco o nada han valido los parches. Eso creo que al menos ha de quedar claro.

Y que por supuesto esto no es eterno, ni creo en los hegelianos " procesos irreversibles ", aunque sea melancólico, tristón y pesimista. Nadie creería que el Carlismo resurgiría a partir del sur como puntal, hasta que Víctor Pradera ( RIP ) quedóse boquiabierto en el Quintillo, cuando en plena república desfilaron centenares de requetés. Ejemplos como estos hay de sobra. Lo que no tenemos es tiempo que perder y lo que mejor podemos hacer es echarle ganas.

Sí que hay " opciones ", caro Aquilífero; otra cosa es que por pereza o desidia no queramos implicarnos ( Yo el primero ) demasiado. Se nos dice " Id y evangelizad ". ¿ Qué es el Evangelio sino la Buena Noticia ? Los escasos medios que tengamos a nuestro alcance, ¿ no lo podríamos emplear mejor ? El Tradicionalismo Español carece, por ejemplo, de recursos humanos y económicos....¡ Y aun así está creciendo, por tímido que parezca ! ¿ No crecería más si todos nos implicáramos mucho más ?


Por supuesto hay que ver la realidad y valorarla, como bien dices, pero créeme amigo, sí que hay. Haberlo haylo. Hay gente que quiere hacer cosas y se encuentra con poco o nada. ¡ Y hay tanto que hacer !


La gran comodidad de todos estos sinvergüenzas mediáticos es la escasa resistencia ante la que se encuentran. Hay que empezar por cambiar eso, a lo mejor. Y no sólo apagando televisores, que también.


En fin, amigo, sin ánimo de aleccionarte ni de querer ejercer de pedantorro, créeme: Haber, hay. La Revolución, desde los Puigmoltó a la farándula y la masonería, cada vez tiene las cosas más claras, pero nosotros parece que al contrario. ¡ Oremos y laboremos !