Disculpa Alazet, que no toquen ni las diputaciones forales ni el cupo, tres guerras y mucha sangre nos costó conservar eso poco ¬¬
Disculpa Alazet, que no toquen ni las diputaciones forales ni el cupo, tres guerras y mucha sangre nos costó conservar eso poco ¬¬
Tal y como están ahora, y en vista del dineral que nos cuestan al resto de los españoles, a mí también me sobran las diputaciones forales y el cupo vasco. Lo siento, pero es mi opinión.
Disculpa, pero miles de vidas se perdieron en tres guerras fraticidas para que luego al final se nos arrebatara desde el pase foral hasta que la educación dependiera de las diputaciones, y se nos dejó con las migajas. Que alguien se atreva a tocarlas. No estaré de acuerdo con el Consejo Vasco de Finanzas, pero dinero no os cuesta, que nos lo pagamos con nuestros impuestos, el Cupo indica la cantidad que pagamos, no la que se nos paga.
Y no se puede hablar de "Dios, Patria y Fueros" e intentar quitarnos las diputaciones forales, y menos cuando hasta esa cosa extraña que llaman Tribunal Europeo nos ha dado la razón (y cuando hasta franco las mantuvo). ¿Liberalismo foralista? pasa, pero ¿liberalismo centralista? vade retro satanás.
Y recordando a nuestros gran Iparragirre:
Ez zera eroriko
Arbola maitea
baldin portatzen bada
Bizkaiko Juntea.
Laurok hartuko degu
zurekin partea
pakian bizi dedin
euskaldun jendea.
Betiko bizi dedin
Jaunari eskatzeko
jarri gaitezen danok
laster belauniko.
Eta bihotzetikan
eskatu ezkero
Arbola biziko da
orain eta gero.Arbola botatzia
dutela pentsatu
Euskal Herri guztian
danok badakigu.
Ea bada jendea
denbora orain degu
erori gabetanik
eduki behar degu.
No caerás, no, Árbol amado, mientras se porte como buena la Junta (Foral) de Vizcaya. Las cuatro (provincias hermanas) formaremos un haz, y así haremos que viva siempre en paz la gente vascongada.
"Para pedir al Señor esa paz eterna, apresurémonos a arrodillarnos todos a una, y es seguro que si del fondo del corazón lo rogamos, el Árbol vivirá ahora y siempre."
"Todos sabemos en el País Vasco que han pretendido derribar el Árbol. Arriba, pues, la gente; ha llegado nuestra hora; tenemos que impedir que caiga en tierra."
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Tal vez me equivoque, pero por las cifras que se han ido publicando, en medios muy diversos y a lo largo de los últimos años, se ve que el cupo sí cuesta dinero, y mucho, al resto de España. Navarra y Vascongadas, que, son respectivamente la segunda y tercera potencia económica de España, obtienen de la solidaridad del resto de las regiones 2.000 millones en el periodo 2001-2005. Así, gracias al cupo vasco, en el 2005 el saldo positivo de las provincias vascongadas ascendió a 1.883 millones de euros, el doble que en 1991. Supongo que las cifras más actuales serán parecidas. De promedio, Vascongadas ha obtenido en los últimos 15 años una aportación neta del Estado de 1.653 millones de euros anuales.
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