Revista FUERZA NUEVA, nº 497, 17-Jul-1976
MOVIMIENTOS “DE SOLIDARIDAD”: EL MPAIAC
La Tricontinental de La Habana, en 1966, ( ver: El comunismo (KGB soviética, Tricontinental cubana): raíz del terrorismo mundial )no trazó sólo el camino de apoyo a la subversión en Vietnam; planificó minuciosamente el levantamiento en Portugal, la independencia y radicalización de Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique, Guinea Española, metas todas ya alcanzadas, sino que también propugnó la separación de Canarias de España, acogiendo el Movimiento para la independencia del Archipiélago Canario (MPAIAC), nacido en octubre de 1964, con sede en Argelia, y a los planes de su secretario general, el abogado separatista tinerfeño Antonio Cubillo, exiliado ahora en Argel, que propugna la lucha “por todos los medios” para lograr la independencia y el establecimiento de una república socialista y revolucionaria, planes apoyados por la Delegación Comunista de España en la Tricontinental (que presidía Líster) y por la argelina.
Al principio, por considerarse una línea de menor resistencia, se intentó la acción utilizando sacerdotes “comprometidos”. Se dijo que “para desatar ahora en España auténticas revoluciones político-religiosas es preciso infiltrar las ideas revolucionarias por medios eclesiásticos (*), y así se montó en la diócesis de Canarias, en 1970, un “Estudio Socio-Pastoral” y una “Asamblea Conjunta” que motivó la intervención del gobernador civil. Fue desautorizada por la Santa Sede en 1972 y finalmente, suspendida.
Las tesis del MPAIAC
Como la resolución 1541 (XV) de las Naciones Unidas del 15-12-60 declara que “ha de considerarse como no libre el territorio separado geográficamente y distinto étnica y culturalmente, el “Estudio Socio-Pastoral” sienta que “el pueblo canario es una mezcla de aborígenes, en primer lugar, con africanos del continente, portugueses, españoles –los “godos” de Cubillo- malteses, flamencos, ingleses, indios, nórdicos y otros pueblos, que han vivido una historia común (pág. 10).
Con esta pretensión (LA DIÓCESIS) pretende apoyar la tesis del MPAIAC, léase Cubillo, sobre el origen berebere del pueblo guanche y la africanidad del archipiélago, que tiene por objeto el obtener la ayuda de la Organización de la Unidad Africana (OUA) y de la Tricontinental. En efecto, el MPAIAC fue reconocido por el comité de liberación de la OUA, que declaró que “el pueblo canario tiene derecho a la autodeterminación, como otros territorios coloniales”.
Otra intolerable injerencia africana es la campaña separatista que a partir de 1975 se lleva a cabo desde Radio Argel, bajo el nombre de “La Voz de Canarias Libre” sin que haya dado lugar a protesta diplomática española.
Fracasada la subversión a través de la Asamblea Conjunta Diocesana, se decidió radicalizar el movimiento, dándole un más acusado matiz marxista, promoviendo huelgas y manifestaciones, que resultaron de modesta envergadura. Nació entonces el Movimiento para la Liberación de Canarias, al que se ha atribuido el secuestro del industrial canario Eufemiano Fuentes, que parece insertaron en la serie de violencias y atentados terroristas anunciados por Radio Argel. Ahora, se pide la retirada de Canarias de la Legión y de unidades de la Flota, que recoge nuestra prensa informativa.
Esta entelequia separatista será manipulada por los métodos conocidos de la Agitprop, que dieron el triunfo al comunismo en el Sureste asiático y que vemos ya en acción en el caso del Polisario. Ya es alentada desde Cataluña. En “La Vanguardia” del 11 de mayo, leemos, en la reseña de la clausura de la “Segona Setmana de Cultura Catalana” (sic) en el paraninfo de la Universidad, que constituyó un “homenatge a les minories nacionals”: Canarias, Cataluña, Euzkadi, Galicia, Aquitania, República Saharaui, Irlanda, Escocia, Gales, Frisia, Córcega, Bretaña, Palestina, cuyas banderas adornaban el local, acompañadas de pancartas alusivas…
Espero que hayan quedado claros estos nuevos rumbos de la ambición comunista; expansión y dominio a expensas de la integridad y grandeza de nuestra Patria y apuntada la presencia de traidores en el interior. A todos los españoles nos corresponde exigir sea castigada la traición y que España sea de veras: Una, Grande y Libre
José MALUQUER CUETO
(*) Ver el artículo del dirigente del Partido Comunista español Santiago Álvarez “Sobre la unidad entre católicos y comunistas”. Revista Internacional, Praga, 1965.
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