Garoé

Desde las primeras referencias escritas sobre la isla de El Hierro, en el relato que Plinio recoge de la expedición que Juba II hace al Archipiélago Canario, en torno al inició de nuestra era, ya se hace alusión al Garoé. Las Crónicas francesas de la conquista, también hablan de «unos árboles que continuamente están destilando agua clara y hermosa, que cae en unos pozos inmediatos a ellos» (Le Canarien).
Posteriormente, autores como Abreu Galindo o Leonardo Torriani, aclararán prácticamente todos los aspectos relativos al mítico árbol: El Garoé de los antiguos bimbaches (aborígenes).
En referencia al «que los herreños llaman Arbol Santo», Torriani señala que «no es otra cosa que el incorruptible til» (Ocotea foetens). Acompaña su amplia descripción con un dibujo de una de sus ramas, con hojas y frutos. Añade,»es árbol tan grueso, que apenas lo pueden abrazar cuatro hombres. Está lleno de ramas muy intrincadas y espesas. . . .Y de bajo tiene un gran foso en el que se recoge el agua que gotea».
Sin duda este árbol debió ser considerado como lugar sagrado y objeto de culto por los bimbaches, en su relación con la supervivencia de la población. De hecho, la sacralización de los árboles aparece a menudo formado parte de las mitologías de las comunidades bereberes continentales.
Por su parte Abreu Galindo recoge que «este lugar y término donde está este árbol se llama Tigulahe, el cual es una cañada que va por un valle arriba desde la mar, a dar a un frontón de un risco, donde está nacido. Continúa Torriani: «allí en este valle se recogen muchas nieblas.., hasta que llegan al árbol; y éste detiene la niebla con sus numerosas ramas y hojas,... y, no pudiéndola conservar en forma de vapores, la convierte en gotas que recaen espesísimas en el foso».
Del importante volumen de agua recogida, puede dar idea la referencia de Abreu Galindo, al señalar «que da de beber a la isla toda.. .más de mil personas; y todos sustenta y da de beber este árbol. Y, porque junto al pueblo, que antiguamente llamaban Amoco y al presente Valverde, no había otra agua de que se proveer, la llamaron los antiguos Ombrion..., dan do a entender que de sola agua llovediza se sustentaban, sin que tuviesen otra agua...».
Aunque Torriani apunta en su obra que «colegimos de su inmutable naturaleza que deberá conservarse por toda la duración de los siglos futuros», un temporal lo derribaría pocos años más tarde, en 1610. Se conservan, en cambio, en el lugar conocido por Los Lomos, las charcas que se encontraban a su pie.

http://www.vierayclavijo.org/html/pa...206/eh_09.html

El Árbol Fuente, el Garoé de la Isla de Hierro (Islas Canarias)

Fue durante una escala en la Isla de Hierro (Canarias) en ruta hacia América, cuando el Dominico Las Casas se interesó por la cultura de los indígenas, los Guanches, ya casi desaparecidos en el siglo XVI. Los Guanches emparentados con los beréberes dedicaban un culto particular a un árbol, el Garoé, que les proporcionaba agua dulce en abundancia. Este árbol que parecía mítico, existió hasta que fue arrancado de cuajo por un huracán en 1610. Su existencia está atestiguada por una plaza conmemorativa y por los seis pozos a cielo abierto que recogían su agua. Se encontraba alrededor de los 1.000 metros de altura cerca de Tiñor, en la vertiente que recibe el viento. Curiosamente su desaparición coincidió con la extinción de la civilización guanche en la Isla de Hierro, QUIZÁS AL VERSE PRIVADA DE SUS RAÍCES.

Grabados del ÁRBOL SANTO de la Isla de Hierro, el GaroéEl Garoé medía más de tres troncos de hombres, es decir, un diámetro del orden de 1,50 metros. Era un espécimen absolutamente excepcional, ya que hoy día no existen en la Isla de Hierro ningún espécimen de "Ocotea Foetens" de ese diámetro (Sabemos que las especies forestales en explotación impide el crecimiento de ejemplares muy grandes).
El Garoé el "Árbol Santo" sobrevive en el escudo de la Isla de Hierro, un árbol capaz de captar el agua de las nieblas y de las lloviznas, y que, por tanto, permitió desarrollar una verdadera vida agrícola en medios de pluviométrica débil.
A pesar de algunas incertidumbre se piensa que el Garoé debía ser una laurácea y, más exactamente, un laurel endémico de las Isla de Madeira y las Islas Canarias, un espécimen de "Ocotea Foetens"
La aparición de los árboles fuente está relacionada con la presencia de una niebla muy persistente, localizada en las montañas a partir de cierta altitud (500-600 metros). En la Isla de Hierro la niebla solo existe entre los 600 y 1.500 metros. La existencia actual de árboles fuente explica ciertas situaciones paradójicas qu se observan en muchos países. En las Regiones costeras de Chile, de Perú, de África del Sur, de Etiopia, etc., y en ciertas Islas (cabo verde, Canarias, Galapagos, etc.) sorprende ver cómo árboles y arbustos con grandes necesidades de agua, a pesar de la escasez pluviométrica debería hacer que, a priori, su existencia fuera imposible
</B>Los vientos alisios, de componente Noreste, afectan de forma constante a las Islas canarias, aunque predominantemente en el verano. La capa inferior del alisio, fresca y húmeda por su recorrido sobre el mar, asciende al entrar en contacto con la orografía insular. En su ascenso, el aire se condensa dando lugar a nubes que se encuentran con la tapadera de la capa superior del alisio, más calida y seca. Precisamente esta línea de inversión térmica, es el límite de lo que se conoce por "Mar de Nubes" o "Mar de Niebla", que puede estar entre los 959 y 1.500 metros. Esta zona de encuentro de las nubes con el relieve, produce ligeras lloviznas y la conocida como "lluvia horizontal". Este precisamente es el asentamiento de la Laurisilva por lo general por encima de los 400-600 metros, con un máximo de 1.100 metros.
Así pues ¿Que requiere el funcionamiento de un árbol fuente? Además de las condiciones climáticas particulares como clima tropical y vientos importantes, es necesario , ante todo, que haya una niebla muy densa y persistente que entre en contacto con las montañas a partir de cierta altura (en general 500 a 600 metros) y que permita la condenación del vapor de agua y la nucleación de las pequeñas gotitas de agua de las nubes. Por ejemplo en la isla de Santo Antao, en el archipiélago de Cabo Verde, la niebla se mantiene más de 200 días/año. De igual modo, en la Isla Canaria de Hierro, donde existía el Garoé el Mar de Niebla sólo existe entre los 600 y 1.500 metros.
Las aguas de la niebla asociadas sistemáticamente con el viento las conocemos en España y Sudamérica como precipitaciones horizontales (Lluvia Horizontal). En lugares muy favorables, se han detectado importantes precipitaciones anuales relacionadas únicamente por la niebla. En "Serra Malagueta, Santiago se han alcanzado los 4.176 mm.
La captación de agua por los árboles es todavía más importante cuando los especimenes están aislados o agrupados en pequeños bosquecillos. En efecto la turbulencia a su alrededor sea máxima. Las especies de árboles que presentan este fenómeno son muy variados y en un entorno boscoso, los árboles fuente sólo pueden localizarse en los bordes forestales.

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