Parque Arqueológico Cueva Pintada de Gáldar
Inauguración : 26 de julio de 2006
Introducción
El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada constituye una audaz propuesta museística en torno a uno de los yacimientos arqueológicos más representativos de la isla de Gran Canaria. En ella, conservación, investigación y difusión se aúnan para ofrecer a la sociedad un espacio en el que la presentación del pasado prehispánico procure el disfrute emocional e intelectual de todos los visitantes.
Descubierta hace más de un siglo, la Cueva Pintada constituye el ejemplo más genuino de las representaciones artísticas de la cultura aborigen de Gran Canaria. Se trata de una cueva artificial excavada en la toba volcánica y cuyas paredes aparecen decoradas con frisos de motivos geométricos. No menos espectacular es el poblado que se ha descubierto a su alrededor tras más de veinte años de excavaciones arqueológicas, y en el se puede contemplar los restos de casas en cuyo interior se conservan los ajuares que dan testimonio de las actividades que se desarrollaban en ellas.
El carácter insular e irrepetible de la cultura prehispánica queda perfectamente reflejado en este yacimiento que ha permitido recuperan las formas de vida prehispánica. Pero al mismo tiempo, este enclave ocupa un papel esencial a la hora de adentrarse en esa etapa final que se abre a partir del siglo XIV, momento en el que llegan las primeras expediciones europeas a la isla y que culminan con la conquista e incorporación de ésta a la Corona de Castilla.
En el centro destaca, sin lugar a dudas, la novedosa propuesta que se ha realizado en cuanto a la presentación de los contenidos, apoyada en una exhaustiva investigación y en la que ha participado un vasto equipo de especialistas de muy diversas disciplinas. Variados recursos expositivos buscan conmover e interesar al visitante tras hacerle vivir una experiencia que será difícil de olvidar.
Próxima ya su apertura al público, el Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada abandona con paso firme la dilatada etapa de proyecto para acercarse, al fin, a la realidad que siempre aspiró a ser: un museo de sitio entendido como zona arqueológica musealizada. De forma paralela, un amplio programa de investigación, así como de acciones didácticas y de difusión otorgarán a la nueva institución un papel predominante en el panorama científico y cultural de la isla.
El descubrimiento de la Cueva Pintada
Aunque probablemente la realización en 1862 de una serie de trabajos agrícolas relacionados con el cultivo de las tuneras para la cría de la cochinilla propiciaron el hallazgo fortuito de la Cueva Pintada, no es hasta 1873 cuando se fecha su descubrimiento oficial. Fue en ese año cuando José Ramos Orihuela accedió a la cámara por una estrecha abertura en el techo. Observó en sus paredes una serie de pinturas geométricas y esta circunstancia motivó la denominación popular de "Cueva Pintada", nombre que hizo fortuna y ha perdurado hasta la actualidad . Desde ese momento, la denominada Cueva Pintada se convirtió en lugar de obligada visita para todos los eruditos e investigadores interesados en el pasado prehispánico de la isla.
En 1876, Chil y Naranjo incluyó una somera alusión a este acontecimiento en sus "Estudios". Por su parte, en 1884 Diego Ripoche aportó detalles de gran interés acerca de los hallazgos al señalar en sus escritos: Encontrándose en su interior algunos cadáveres, vasijas y otros objetos que adquirieron algunos aficionados. También en 1884, Olivia Stone visitó el recinto e insistió en que el monumento fuese adquirido por el Ayuntamiento para proceder a su limpieza y permitir el acceso al público.
En 1887, fue el antropólogo francés René Verneau quien visitó la cámara y realizó una descripción minuciosa en la que señalaba la singularidad y la cuidada ejecución de cada uno de los paneles polícromos.
Es justo señalar que desde finales del siglo XIX se produjo una temprana toma de conciencia de ciertos sectores de la sociedad que alzaron sus voces para recalcar la extraordinaria relevancia de este hallazgo y defender su conservación. Así, el cronista Batllori y Lorenzo, a través de las columnas de la revista El Museo Canario, lanzó una llamada desesperada para la protección de la Cueva Pintada bajo el lapidario título de "Mi última tentativa". A lo largo del siglo XX continuaron las críticas a la desidia institucional, pero es sobre todo a partir del año 1967 cuando se inició una campaña de prensa en favor de la recuperación de este enclave, en especial de la mano de los historiadores como Celso Martín de Guzmán y Elías Serra Ráfols.
Ante el progresivo deterioro de las pinturas, la Comisaría General de Excavaciones Arqueológicas emprendió en 1970 las obras de protección y aislamiento de las humedades que estaban afectando a los dibujos. Se iniciaron así las labores de limpieza y desescombro que dejaron al descubierto un grupo de cuevas que, rodeando a la cámara decorada, formaban un conjunto único. La escasa información que se tenía entonces del tipo de poblados prehispánicos, unido a la falta de previsión y nula reacción ante los hallazgos que se fueron produciendo durante los trabajos, provocaron la destrucción de una parte importante de este complejo, del que sólo se pudieron recuperar escasos restos materiales gracias a algunos vecinos que los rescataban de los escombros. Esta intervención se complementó con la construcción de un cierre arquitectónico que pretendía proteger la cueva y, en última instancia, abrirla al público. En el año 1972 se declaró Monumento Histórico Artístico.
A Antonio Beltrán y José Miguel Alzola se debe el primer trabajo de investigación sistemático sobre el conjunto, publicado en 1974. Este estudio incluyó las primeras fotos a color y los dibujos más exactos realizados hasta esa fecha, contribuyendo sin duda a la difusión del yacimiento entre los especialistas.
Los primeros indicios del deterioro de las pinturas se observaron apenas ocho años después de la apertura al público en 1972. El regadío de las fincas del entorno, el inadecuado cierre arquitectónico y la nula planificación de las visitas provocaron una excesiva humedad ambiental y el aumento de la temperatura en el interior de la cámara.
A pesar de algunas reformas que mejoraron la ventilación del recinto, el mayor problema seguía siendo las continuas filtraciones del agua de riego y la agresión de los abonos químicos disueltos en ella. Se decidió entonces comenzar los trámites de expropiación de las fincas colindantes para poder retirar los cultivos. Este cúmulo de circunstancias obligó a tomar la decisión de cerrar la cueva al público en octubre de 1982
Los antiguos canarios
El primer poblamiento del Archipiélago Canario sigue, a día de hoy, siendo una incógnita. Aunque muchos aspectos pueden ser ya aclarados, los interrogantes son abundantes. Se desconoce el momento preciso de la primera colonización, si bien los historiadores coinciden al situarla en torno a la mitad del primer milenio a.C. Procedente del norte del continente africano. El cómo se llegó a las Islas también constituye un interrogante aún no resuelto, ya que los canarios desconocían el arte de la navegación en el momento que se produjo la conquista de la isla. Quizás pudieron llegar por propia voluntad, utilizando medios rudimentarios de navegación, o traídos por otros pueblos conocedores del arte de la navegación.
No se sabe con certeza si llegaron de una sola vez, aunque parece mucho más probable la existencia de varias oleadas, que arribarían a distintas islas, en distintos momentos. En cualquier caso, estos grupos humanos se amoldaron al entorno insular hasta configurar una formación social con identidad propia y diferenciada de la de su lugar de origen.
En la actualidad, en Gran Canaria se localiza una enorme cantidad de yacimientos arqueológicos. Aún queda mucho por conocer sobre la vida de estos antiguos canarios en la etapa prehispánica, pero, en cualquier caso, los vestigios recuperados permiten apuntar algunas características de esta sociedad.
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- El hábitat. Los antiguos canarios tenían una densidad de población significativa y un incipiente desarrollo protourbano. Por todo el territorio insular se localizan grandes poblados de casas, de cuevas o de ambas que denotan unas técnicas constructivas depuradas, con paredes de piedra ajustadas, habitaciones laterales y pinturas interiores. Es destacable también la construcción de cuevas artificiales que muchas veces se organizaban en grandes complejos y estaban dotadas con graneros y espacios colectivos o ceremoniales.
- Actividades económicas. La ganadería y la agricultura constituyeron las bases de una economía que también recurría a las actividades de depredación (pesca, recolección, marisqueo, caza) para asegurar la subsistencia y la provisión de materias primas necesarias para la elaboración de todo tipo de útiles.
- Organización socio-política. La canaria era una sociedad estructurada en torno a una serie de grupos sociales: guanartemes, fayzagues, nobles, gentes del común y villanos. Semejante particularidad llevó consigo una organización política compleja y jerárquica, en la que los guanartemes ocupaban la posición relevante, seguidos de los fayzagues y los nobles guerreros.
- Cerámicas. En Gran Canaria las cerámicas se caracterizan por estar modeladas a mano, poseen formas variadas, y sus acabados son extremadamente finos, gracias al intenso bruñido y la decoración pintada. También existen recipiente menos elaborados destinados a la preparación de los alimentos.
- La industria textil y coriácea. Las condiciones medioambientales existentes en la isla han hecho posible la conservación de un a extraordinaria muestra de tejidos realizados con fibras vegetales (juncos y aneas), así como de pieles, ligadas generalmente a los contextos funerarios: ya que las momias eran envueltas en complejos sudarios realizados con pieles y esteras de junco.
- Madera. La madera también fue trabajada de forma recurrente, no sólo para obtener elementos imprescindibles en la construcción de las casas (vigas o puertas), o en los ritos funerarios (sarcófago recuperado en la necrópolis del Maipes de Agaete), sino también para fabricar utensilios imprescindibles en la vida cotidiana (recipientes, palos cavadores.).
- Ritos funerarios. Los depósitos funerarios de la isla de Gran Canaria son muy variados. Destaca entre todos ellos, los que poseen individuos momificados. El tratamiento de los cuerpos no implicaba el eviscerado, aunque sí un proceso que permitía la conservación de los tejidos corporales. Los sudarios eran extremadamente complejos, encontrándose aquellos que poseen esteras vegetales y capas de cuero, o los que sólo poseen este último envoltorio. Los depósitos funerarios se realizaban tanto en el interior de las cuevas como en el interior de estructuras, más o menos complejas, especialmente construidas para este fin. Entre estas últimas destacan los túmulos de la Guancha (Gáldar).
- Las manifestaciones rupestres de la isla de Gran Canaria son de dos tipos, ya que se encuentran tanto las representaciones pintadas en el interior de las cuevas artificiales como abundantes estaciones de grabados rupestres. Por lo que se refiere a las primeras, muchas de las cuevas artificiales de la isla poseen frisos y motivos pintados en su interior, auténticas pinturas murales, generalmente realizados con almagre o caliches quemados. Sin duda, el ejemplo paradigmático por su excepcionalidad es el de la Cueva Pintada (Gáldar). Por lo que se refiere a los grabados, las estaciones son abundantes en la isla y los motivos más recurrentes son los alfabéticos (líbico-bereber), antropomorfos, zoomorfos o reticulares.
- La religión. Desde un punto de vista arqueológico, las trazas de los aspectos referidos a las ritos son difíciles de aprehender. Destacan las mencionadas figurillas de terracota, los ídolos, así como los conocidos tradicionalmente como "almogarenes", espacios de difícil interpretación y en el que se supone se llevaban a cabo prácticas rituales de derramamiento de leche. Los santuarios mencionados en las crónicas han sido localizados en los lugares especialmente destacables topográficamente, aunque las evidencias de una actividad de este género sigue siendo difícil de atestiguar. Otros elementos singulares y también de utilidad discutida son las alineaciones de "torretas", construidas con lajas, que se localizan en la mitad sur de Gran Canaria.
http://www.cuevapintada.org/cueva/es...ogia/index.php
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