DE LA LLEGADA DE LOS CAMELLOS A CANARIAS.

Cabe pensar, dada la cercanía geográfica con las costas del norte africano, que la presencia de los CAMELLOS en estas islas fuera posible antes de la conquista Castellana llevado a cabo a lo largo de todo el siglo XV.
Sin embargo, las descripciones históricas sobre la vida y costumbres de los naturales de las islas no hacen referencia a esta clase de animales en Canarias y algunos incluso la niegan o ponen en duda. Curiosamente, siendo el CAMELLO un animal de aspecto tan peculiar y diferenciado nunca aparece en las ilustraciones que se nos presentan para dar a conocer la vida y costumbres de los naturales de estas islas antes de la conquista.

Prácticamente concluida la conquista, nuestros historiadores se hacen eco de las entradas que hizo Diego García de Herrera, Señor de las Canarias, a la costa de África
ya bien entrado el siglo XV. El realizó las primeras expediciones o "cabalgadas" a la costa africana desde Canarias después de la conquista siendo uno de sus objetivos el de poblar sus islas para lo cual "hizo algunas presas de gentes y de ganado". Aunque no especifica Pedro Agustín del Castillo en su segundo libro"Descripción histórica y geográfica de las islas de Canaria" con que tipo de ganado volvía a Lanzarote podemos concluir que entre otros podría haber traído CAMELLOS por "la abundancia con que se crían….".

Antonio Rumeu de Armas en su libro "Canarias y el Atlántico" (1947-1950) Tomo I, capitulo II "Relaciones canario - africanas" esta diciendo: Las relaciones pacificas unas veces y hostiles otras, entre Canarias y Berbería de Poniente no se interrumpieron a todo lo largo del siglo XVI…, por lo que podemos entender que durante este siglo igualmente se pudieron producir capturas de estos animales hacia las islas.

Agustín Millares Torres en su libro "Historia General de las Isla Canarias" en referencia a las incursiones de García Herrera y sus Herederos nos hace el siguiente relato que viene a sentenciar todo lo dicho anteriormente:"Así dio principio en las Canarias esa larga serie de emboscadas sorpresas y asaltos que durante tres siglos ensangrentaron alternativamente las costas de Berbería y las indefensas de Lanzarote y Fuerteventura, campo abierto a las proezas de los Herreras y Saavedras que allí encontraron esclavos con que nutrir su escasa población y rico botín de granos, CAMELLOS, ovejas y caballos….".

Teniendo en cuenta estas referencias históricas podemos concluir que los primeros CAMELLOS fuesen introducidos en Canarias a finales del siglo XV y principios de XVI siendo las islas de Lanzarote y Fuerteventura las primeras en tenerlos y desde ellas distribuidos al resto.



A partir de entonces los CAMELLOS han formado parte de la historia de Canarias hasta nuestros dias.

Canarias, tras la conquista, comienza a ser recalada y referencia de todas las expediciones que se dirigen al nuevo mundo. Los barcos eligen estas islas como punto de descanso y para terminar de equiparse camino a las Indias.
Francisco Morales Padrón en su estudio "Canarias y América", dice: "Es la etapa del siglo XVI en que la prestación insular es inestimable, sobre todo como madre colonizadora de la que parten una serie de productos claves para la futura economía americana: caña de azúcar, vid, plátanos,…. Las islas en un principio facilitan vituallas y determinadas plantas y animales (cerdos, gallinas, cabras y hasta CAMELLOS), algunos de los cuales serán de notable trascendencia".
Efectivamente, Morales Padrón continua diciendo: " Los conquistadores-colonizadores del Perú, como en el caso de la vid, fueron los que consideraron posible acomodar el CAMELLO en la geografía del virreinato. Los desiertos y condiciones climatológicas de la costa, donde nunca llueve los hizo pensar, sin duda, que el CAMELLO se adaptaría y así, el capitán Juan de la Reinaga, los importó de Canarias con éxito, porque los animales no sucumbieron y hasta se multiplicaron y convirtieron en cimarrones dentro del arzobispado de Lima, al decir de Bernabé Cobos.
Continuando con la introducción de estos animales al nuevo mundo desde Canarias, el autor Oliver Lubrich en su libro "Egipcios por doquier" se refiere al siguiente relato realizado por el doctor en ciencias naturales Alexander Humboldt (1764 - 1859) en relación con la transferencia de elementos individuales del Oriente hacia América: "A través de las islas Canarias se introdujeron CAMELLOS en el continente americano. La caña de azúcar igualmente arribó desde las islas Canarias a las Antil
Algunos CAMELLOS fueron empleados para el transporte de la caña de azúcar, por lo que se trataba de un articulo de importación del oriente destinado a transportar otro articulo de igual procedencia. En vista de que los pocos ejemplares existentes en América se extinguieron rápidamente, los españoles en sustitución de los CAMELLOS emplearon a los oprimidos indios como bestias de carga". A partir de tales observaciones, Humboldt desarrolla todo un programa logístico, económico y al mismo tiempo humanitario y político. Para ello demanda la introducción masiva de CAMELLOS en América.
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No solo arribaron estos animales a América desde Canarias por vez primera.
N.E.Phillipson en su estudio "los CAMELLOS en Australia" (1895) relata la llegada del primer CAMELLO a este continente de la siguiente manera: "El gobernador del sur de Australia Gawler escribió al comisionado de la colonia recomendando que los CAMELLOS fueran introducidos en las zonas áridas del Norte de Adelaida. La recomendación del gobernador Gawler fue tomada en consideración y en dos meses media docena de CAMELLOS fueron embarcados en la isla de Tenerife (la mayor de las islas Canarias) en un buque de vapor de la línea Appoline. Sólo uno sobrevivió al viaje, llegando al puerto de Adelaida el 12 de Octubre de 1840. Lo que ocurrió con este primer CAMELLO Australiano se desconoce.
Años mas tarde, en 1846, los hermanos Phillips que emigraron de Inglaterra a Australia importaron nueve CAMELLOS desde las islas Canarias. Estos animales los compró John Horrocks que fue el primero en utilizarlos para explorar la zona norte de Australia del sur".

Las islas facilitaban no solo CAMELLOS a la colonización del nuevo mundo al mismo tiempo que son utilizados en ellas por las milicias canarias como animales de carga durante los innumerables ataques que durante siglos sufrieron de los invasores europeos.
Son muchos los relatos que Antonio Rumeau de Armas en su libro "Canarias y el Atlántico. Piraterías y ataques navales" (1947) menciona a estos animales, auténticos colaboradores de la tropa en tantas aventuras bélicas.

En 1595 Francis Drake ataca Las Palmas de Gran Canaria. Vencido el enemigo, el júbilo entre los canarios estalló al ver partir la flota "y eso que todavía no conocían con quien se habían batido". "El gobernador envió entonces nueva orden para que se abriese el posito, sacando el bizcocho que allí estaba guardado, que junto con el vino regalado por el obispo y los alimentos que el teniente pudo reunir, se enviaron a las caletas de Santa Catalina y Santa Ana en carretas y recuas de CAMELLOS, para que pudiese refrescar la tropa".



Años más tarde, en 1599 Van der Does desembarca y conquista la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.
El éxodo de las autoridades de la isla hacia el interior lo relata así Rumeau de Armas: "El regente y los oidores, llevando cargado en CAMELLOS el archivo de la audiencia y alguna ropa, pudieron ganar fácilmente el camino de San Roque con dirección a Santa Brígida, tropezando en su viaje con el capitán Pedro de Serpa, a quien ayudaron a conducir la artillería, pues se hallaba estacionado en la carretera, arrastrando con sus hombres a brazos, en carretones, las pesadas piezas de artillería salvadas. Los CAMELLOS fueron desalojados en parte de su carga para dar cabida a los cañones, y juntos prosiguieron su ruta para el lugar indicado".
Dias mas tarde se produce "El encuentro del monte Lentiscal" entre las tropas españolas y holandesas siendo esta batalla el principio del fin de la conquista de Van der Does. Tan memorable y gloriosa hazaña de los canarios llevó a los invasores a proceder a la evacuación de la ciudad pudiendo decirse que la isla de Gran Canaria se salvó para España en aquellas decisivas horas.
En otras ocasiones los CAMELLOS fueron igualmente utilizados por las milicias de estas islas como trinchera móvil, con resultados para la tropa unas veces positivos y otras negativos.
Rumeau de Armas describe dos asaltos de navíos corsarios ingleses durante la segunda mitad del siglo XVIII. El primero de ellos se produce en la isla de Fuerteventura en el mes de Octubre de 1740: "Los ingleses, que desde la llegada del gobernador con los refuerzos habían perdido parte de su osadía, no quisieron oír hablar de ajustes de rescate y se retiraron a un lugar eminente, donde se apostaron en formación de batalla. Entonces los majoreros decidieron acometerlos, y llevando por delante a los 40 CAMELLOS como trinchera móvil, lograron sembrar el pánico en las filas de los britanos.

Estos resistieron al principio disparando una cerrada descarga de fusilería que causó bajas a los asaltantes; pero fue del todo imposible repetir la descarga por segunda vez: los CAMELLOS, asustados, rompieron por completo la formación y los ingleses tuvieron que desperdigarse en todas direcciones, abandonando muchos sus propias armas y bagajes".

Años mas tarde, en 1762, en la isla de Lanzarote se presentaron una mañana a la vista del puerto de Naos dos embarcaciones corsarias inglesas: "Los isleños, que ya se habían preparado para resistirlos, trataron de repetir la misma maniobra que los majoreros realizaron en 1740, colocando como parapeto una recua de CAMELLOS, tras de la que maniobraban unos 500 milicianos; más el resultado fue en esta ocasión bien distinto, ya que a la primera descarga los CAMELLOS retrocedieron furiosos sobre los propios lanzaroteños, que hubieron de buscar la salvación en la huida".

Mientras se exportaban al nuevo mundo y eran utilizados por las milicias isleñas, los CAMELLOS fundamentalmente fueron explotados como animales de carga y para labores agrícolas hasta bien entrado el siglo XX.


Históricamente, en las islas orientales es donde más han abundado, quizás debido a su clima más seco y paisaje árido, donde los CAMELLOS tienen su hábitat natural.

LOS CAMELLOS EN LA ACTUALIDAD


El abandono progresivo del campo y los nuevos medios de transporte llevan a los CAMELLOS hasta casi su total extinción en Canarias durante la primera mitad del siglo XX, siendo el turismo la actividad que cambió el triste destino de los mismos, pasando, a partir de entonces, a formar parte de las estampas turísticas más típicas del paisaje de estas islas desde los años sesenta del siglo pasado hasta nuestros dias.

En el año de 1985 el Gobierno de Canarias, consciente del descenso progresivo de esta especie ganadera, perteneciente desde el siglo XV a la historia de nuestras islas, publica en el Boletín Oficial de Canarias la Orden de 6 de Noviembre sobre fomento de la ganadería de CAMELLOS en Canarias. El Articulo 1, dice;"La presente orden tiene por objeto crear el registro oficial de explotaciones en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Canarias.



Podemos afirmar que, en la actualidad, prácticamente todas las explotaciones de CAMELLOS en Canarias están centradas en el turismo, siendo utilizados como medio de transporte tradicional para las visitas guiadas de turistas a los parques nacionales y reservas naturales evitando así el uso descontrolado de visitantes a estas reservas y la introducción de otros medios de transporte que dañen el medio natural.
Cabe destacar entre ellas la explotación que de esta especie mantiene en la isla de Gran Canaria el ganadero Juan Francisco Jiménez Ramírez, con más de 150 cabezas de ganado, la más importante de las islas Canarias. Además de ser prácticamente el único exportador canario de CAMELLOS hacia otros paises europeos y del mundo, emplea gran parte de su ganado en dar a conocer a los turistas de la isla la Reserva Natural Especial de las Dunas de Maspalomas, a través de los senderos señalizados por el órgano gestor de la misma, y en colaborar en las tareas de limpieza del interior del sistema dunar.

Rubén Naranjo en su libro "Maspalomas Espacio Natural" (1999) nos revela que los Camellos ya formaban parte de este paraje natural de unos 400 hectáreas desde del siglo XVI. Su permanencia histórica en la Reserva Natural la refuerza, si cabe, el que en los mapas antiguos del paraje aparezcan identificadas algunas de sus zonas con el nombre de estos animales: Hoya de la Camella", Altos de la CAMELLA", etc.

El libro "Maspalomas Antier" editado por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana en 1998 se refiere a ellos de la siguiente manera: "El CAMELLO fue y sigue siendo una imagen muy característica de Maspalomas. Guiado por el hábil y experto camellero, fue un animal imprescindible muy considerado en la zona. Después, cuando el gran desarrollo de la actividad turística hizo olvidar a la agricultura, el CAMELLO y su camellero pasaron a ser postal turística de Maspalomas, cruzando la comarca de dunas y el oasis, como en una imagen de los desiertos del Oriente. Al fin y al cabo, el CAMELLO deparaba la estampa más apropiada para el palmeral y el paisaje dunar de Maspalomas. Y, así, desde el paciente trabajo en las tareas del campo pasó al servicio de los turistas y visitantes que sentían el aliciente de recorrer tan exóticos parajes sobre la joroba de un dromedario, conducido, como antes, por la destreza del camellero".

La ganadería de Juan Francisco Jiménez Ramírez en Gran Canaria como otras explotaciones, como la del Parque Nacional de Timanfaya en Lanzarote, en Fuerteventura y alguna aislada en la isla de Tenerife, contribuyen a que los CAMELLOS sigan estando en la memoria viva de todos los canarios y sean un referente cultural de nuestras islas para los propios isleños y para el turismo que nos visita.