Respuesta: Para cristianos
Entrando en dos frases concretas:
"su historia es un calco de mitos anteriores sobre dioses redentores"
En la propia frase está la clave: "mito", es decir, relato mistérico elaborado con un lenguaje metafórico de origen impreciso, muchas veces extendido por razones de aculturación, en el que se cree con fe, se transmite oralmente y se reproduce mediante el rito.
Es decir, y parafraseando a Claude Levi-Strauss, "el mito lo es en todas sus versiones", lo que se traduce en que un mismo mito suele dar lugar a otras muchas versiones. No obstante, es conveniente no generalizar y sí concretar, o lo que es igual, decir qué mitos concretos, si no es sumamente complicado desglosar diferencias.
"ya que no olvidemos que él nunca conoció en persona a Jesús"
Algo que en modo alguno lo invalida. ¿Acaso es preciso conocer o estar presente en todos los hechos históricos para poderlos describir y analizar? O, ¿resulta obligado a todo historiador o biógrafo, conocer "in person" a sus personajes? Si así fuese, seguramente apenas conoceríamos a unos pocos.
Por otro lado, ¿en base a qué criterios objetivos hemos de dudar de que la palabra escrita, ojo, ¡escrita! de los apóstoles y los evangelistas ? Algunos de ellos sí conocieron a Jesús personalmente. Además, ¿cuáles son los argumentos objetivos por los cuales hemos de creer en las palabras de los que dudan?
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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