La aversión a la cruz nos demuestra cuán judaizado está el mundo ya que los judíos ni siquiera usan la cruz como símbolo aritmético por el odio que profesan al cristianismo. Sabido es que los hebreos tenían por costumbre escupir al crucifijo cuando pasaban ante uno de ellos.

Se trata de extirpar del pueblo el acervo cultural cristiano haciendo tabla rasa de símbolos, hechos, raíces etc creando un hombre nuevo sin raíces, sin fe, sin raza, sin tradición, un hombre al que insertar sin resistencia la ideología liberal-modernista. Todo ello encubriendo la operación con el nombre de "libertad" religiosa. Me pregunto si en nombre de tal libertad también prohibirán las cruces invertidas y otros símbolos satánicos que algunos jóvenes suelen exhibir en sus atuendos.

Un hombre vaciado de sus principios espirituales se vuelve más fácilmente programable por los arquitectos del Nuevo Orden Mundial aniquilando la identidad cultural y religiosa como factor de resistencia ante el capitalismo global. Un hombre desorientado al que seducir con la "felicidad" inmanente del sexo, las drogas, el dinero, el paraíso terrenal en el que todos acabaremos trabajando como esclavos para una minoría de elegidos.

Se eliminan los verdaderos símbolos de la Tradición al tiempo que se elevan a categoría teológica y nuevas verdades de fe mitos como el del Holocausto, la ideología de género, la igualdad, el multirracialismo y multiculturalismo, el pacifismo. etc, todas ellas recogidas en los nuevos catecismos laicos de la "educación para la ciudadanía".

Todo esto, no obstante, es la justa recompensa a una Iglesia postconciliar que ha querido reconciliarse con el mundo y aceptar recetas liberales resignando a los fieles a vivir la religiosidad como algo íntimo y privado, a oponerse a la satanocracia sólamente en el reducto de la conciencia, poniendo la otra mejilla. Creían que no hacer apología pública del cristianismo les iba a permitir vivir cristianamente, como si la fe no tuviera una dimensión social de la que depende la salvación del individuo.