Estimados Reke Ride y Txapius:

Nada tengo contra los jesuítas y la heroica y santa defensa que hicieran de Nuestra Santa Madre la Iglesia contra los herejes "reformadores".
Sólo con San Ignacio y San Francisco Javier, tiene para colmarse de gloria. Y qué dirían ellos hoy si vieran el estado de aquella otrora magnífica orden.
Lamentablemente hoy la Compañía está tremendamente inficionada y de ella han salido de los peores corruptores que ha dado el modernismo. Corruptio optima pesima.

LAUS DEO VIRGINIQUE MATRI.