Re: Crítica del evolucionismo católico

Iniciado por
jasarhez
Ya, Valmadian, pero aquí estábamos hablando del darwinismo (revisa el hilo, por favor...)
Es habitual identificar darwinismo con evolución, luego entiendo como razonable diferenciar ambas ideas y no porque yo "haya abrazado nada", sino en orden a la claridad de las cosas y el hilo no trata de Darwin sino de la crítica destructiva que se hace a los católicos que admiten la idea de evolución. Y digo crítica destructiva pues se pone en entredicho hasta que sean católicos o, si se admite que lo sean, se les lleva al borde del anatema. A este respecto, ya al final del mensaje encontrarás una peculiar respuesta.
Yo también era muy dado a la lectura,no solo de filosofía, por aquellos tiempos.
Yo era, y soy, muy aficionado a la Filosofía, y también a otras materias relacionadas con ella y esa afición me resultó y sigue resultando sumamente útil.
Quizás la diferencia entre tu y yo consista en que yo, que jamás he soportado las dicotomías, en aquél momento me incliné por la lectura de algunos de esos autores ateos a los que nombra de Prada en su artículo. Y me incliné a su lectura, precisamente (y es que casi siempre me ocurre igual con el señor de Prada) porque
como él siempre he pensado que "la cruda verdad es que las tesis de Darwin y el dogma cristiano colisionan de frente". Y como él opinaba y opino que eso era algo que todos los evolucionistas ateos o agnósticos tenían clarísimo, y además lo sabían argumentar de maravilla
(con ejemplos tan incisivos como los que ha traído Juan Manuel de Prada en su artículo). Y chico, ¡qué quieres que te diga!, a mi siempre los
'evolucionistas creyentes', como mi profesor, siempre me parecieron unos chanchulleros que preferían ignorar, en un ejercicio flagrante de deshonestidad intelectual, todas esas razones que los ateos eran capaces de darse cuenta a las mil maravillas... (casi siempre me pasa igual con de Prada, que me veo retratado con una nitidez tal que hasta me pregunto si no será, como dice una amiga mía, una especie de alma gemela mía).
Si, te entiendo en eso del alma gemela, yo también tengo una o creo tenerla después de haber leído su biografía, haber anotado todos los rasgos de su personalidad
tanto positivos como negativos y habérselos leído a algunos miembros de mi familia. La respuesta fue ¿pero de quién hablas, de "X" o de ti? Ya disculparás que no ponga el nombre sustituyendo a la "equis", pero es algo personal. Y ahora más en serio, afirmas detestar las dicotomías pero, sinceramente, por lo que dices optaste por un lado para con el tiempo ir al otro, o sea que no es muy consecuente la idea y la práctica. Y, si, yo acepto las dicotomías ya que son parte necesaria de la dialéctica pues en otro caso no existiría ésta y, en su lugar, sólo habría dogmas y de éstos si que yo acepto pocos y poco, menos de uno. Los dogmas per se son formas de pensamiento único, la mayoría no inspirados, la mayoría impuestos a la brava por individuos que en nada son mejores o más que yo mismo. Por otra parte, no todo aquél que sostiene la posibilidad de semejanzas, o devenires, son necesariamente evolucionistas y, siento decírtelo, pero ninguno estamos en condiciones morales de condenar a nadie, siempre que no se aparten de la sana doctrina hasta llegar al esperpento. Compruebo que tuviste algunos problemas con algunos profesores -yo también pero no arrastro ningún trauma por ello-, sin embargo, tales problemas con malos comunicadores o malos docentes, habrás de reconocer que no tenían en sí nada que ver con el evolucionismo como tal, sino en cómo lo interpretaban ellos -posiblemente malinterpretaban y mal exponían-, y como recibías tú el mensaje. Insisto, en este caso el evolucionismo del que te hablaban era el medio por el cual tuviste tales diferencias y problemas, es decir, podría haber sido con el Latín, las Matemáticas o si la España musulmana era "coj...a" o fue una intrusión secular que nos cambió el destino y el carácter.
Si echas para atrás, verás que ya en este mismo hilo he planteando antes estas mismas cuestiones que ahora me rebates y que en su día (22/05/2012) no lo hicistes. No sé bien por qué motivo...
Bueno, pues no teniendo una réplica a ello en plan fórmula, pues posiblemente por un problema que me suele afectar mucho: las discusiones similares, con posicionamientos inalterables, en frecuente que puedan acabar cansándome. También hay otra razón objetiva, y es que aparte de mis ratos conectado a Hispanismo, tengo otra vida, otros asuntos de los que ocuparme, otros intereses, etc. Se quedó así, bueno, pues ya está. Y ello sin contar con que un sitio como éste no es un chat, por lo que las respuestas pueden tardar meses y hasta años en producirse.
me pareció tal disparate comparar el barro bíblico del que nos habla la creación (el barro, que no está vivo, sino que es solamente un objeto inanimado) con un mono (que sí es un ser vivo que nace, crece, se reproduce y muere)[/URL]"[/COLOR][/I].
Ya, y yo también he hablado de algo parecido, también he expresado en otros hilos que no existe conexión paleontológica entre el homo sapiens sapiens y las líneas de los simios. Pero, a diferencia de tí, la expresión relativa al "barro" la veo como metafórica al entender que se refiere a que somos parte de este mundo, que de él procedemos materialmente.
Por otra parte, como bien dice también el artículo del señor de Prada, citando a Jacques Monod: «
La selección natural es el medio más ciego y más cruel de desarrollar nuevas especies.
La lucha por la existencia y la eliminación de los más débiles es un proceso horrible...
Me sorprende que un cristiano quiera defender la idea de que este es el proceso que Dios estableció para realizar la evolución»
(sencillamente, perfecto en su argumentación contra los 'católicos evolucionistas').
En efecto, tal y como dice de Prada, a mi también siempre me resultó inconcebible poderme imaginar un mundo previo a la caída del hombre en donde la vida en la tierra estuviese regida por la selección natural, sencillamente porque me parecía casi una herejía creer en la existencia de un Dios tan cruel. Para mi era imposible creerlo... ¡Dios no podía ser un ser tan perverso!. ¡Me negaba a creer en un Dios como el que pretendían hacerme creer mis profesores, 'católicos-evolucionistas' ellos... en el colegio!. Si realmente ese era Dios, tal y como decían ellos... yo me haría ateo (me decía). O el evolucionismo era verdad y Dios era mentira, o Dios era verdad y el evolucionismo darwinista mentira. Y por aquellos días, tengo que decirte que, naturalmente terminé creyendo más en lo que me enseñaron en el colegio sobre el darwinismo que lo que había aprendido en clase de religión. Jamás pude conciliar dos supuestas 'verdades' que me parecían tan antitéticas. Y como dije antes... fué en base a las lecturas que por aquél entonces leía
(todas ellas recomendadas por mis profesores, que todo hay que decirlo), debido a las cuales terminé perdiendo la fé.
Sencillamente, me resultaba repulsivo creer en un Dios tan gratuítamente cruel como aquél en el que decían y aún dicen creer los 'católicos evolucionistas'. Un dios que, para terminar su obra creativa, había instaurado un mecanismo según el cual los débiles debían de perecer en aras del triunfo de los fuertes. ¡Ese dios me parecía un nazi asqueroso!
y hasta llegué a odiarlo... pero me resultaba imposible dejar de creer en la puñetera ciencia moderna.
Aparte de ciertas expresiones que empleas y que me parecen absolutamente inaceptables, ni en la mente de una persona completamente desorientada, los argumentos del Sr. PRADA son sentimentalismo puro. O sea, que los leones hoy en día "pastan", los cocodrilos del Nilo no se lanzan a capturar cebras o antílopes; las arañas no cazan moscas y los perversos halcones no le parten el cuello a las palomas cuando las atrapan con sus garras como navajas en pleno vuelo... Negar eso es sentimentalismo y, además, bastante infantil todo sea dicho. Es obvio que hay una selección natural, un control natural de los animales enfermos, débiles o en número excesivo, se llama equilibrio ecológico, cuya misión es impedir la desaparición de muchos ecosistemas. Pues bien, siguiendo con la línea argumental de que "antes" de la caída de Adán al ser todo propio del Paraíso, no entiendo por qué Dios creó depredadores, o sea, me pregunto para qué les dio caninos en forma de colmillos a todos los félidos, úrsidos, cánidos y otros géneros carnívoros; me pregunto por qué no los hizo rumiantes también. Y con la misma línea de argumentación, tampoco entiendo por qué permitió después de la caída de Adán que los animales se volviesen tan crueles, tan capaces de generar sufrimientos een sus presas, ¿o es que las escenas terroríficas que se exhiben entre bestias, por razones de caza, combates territoriales o sexuales, o de competencia entre especies, no suelen ser de una crueldad extraordinaria?
De modo que, comencé a despreciar a
ese dios tan maltusiano y tan salvaje en el que mis profesores de ciencia contemporánea (empapada de religión modernista) pretendían que creyera...
Sobre tus profesores ya he dicho lo que tenía que decir, sobre MALTHUS parece que les hiciste caso, según tú mismo especificaste en mensaje anterior.
Gracias a Dios, hace tiempo ya que he resuelto ese problema y he vuelto a creer en Dios. En un Dios que es amor, misericordia y JUSTICIA infinita. Por supuesto, no en la
falsa deidad esa que predican los católicos evolucionistas.
Lo tuyo lo interpreto como la frecuente crisis de fe muy propia de la adolescencia y primera juventud. Y si los que tú llamas "católicos evolucionistas" proclaman la Santísima Trinidad, la unidad de Dios, la Venida y la Palabra, la salvación, la vida eterna, etc., etc., de falsa deidad nada de nada, ten cuidado con los juicios temerarios que son más graves de lo que se suele creer. Respecto a esta cuestión que parece arañarte, como a otros, y sin ser yo un evolucionista yal como ya demostraré más adelante, expondré lo que dicen algunos acerca del tema y de los "contendientes".
"Se puede decir también que algunas de las criaturas son tipos ejemplares de otras, ya porque son de la misma especie, ya por alguna analogía de imitación."
Suma Teológica S.T. AQUINO. (C.44, a.3.)
"Pero es muy de notar que la materia está restringida por la forma a una especie determinada, como la sustancia de una especie lo es por el accidente que le sobreviene a determinada manera de ser; como el hombre por la cualidad de blanco. Unos y otros consideraron el ente desde cierto punto de vista particular o en cuanto es tal ente, y por este motivo han asignado a las cosas causas eficientes particulares. Algunos, después, se elevaron hasta la consideración del ente como ente y de la causa de las cosas, no solamente según que son éstas o tales, sino en su concepto absoluto de entes. Ahora bien: lo que es causa de las cosas como entes, debe serlo asimismo, no sólo según que son tales por sus formas sustanciales, sino también en razón de que todo lo que pertenece a su ser en cualquier concepto. Según esto, es necesario admitir que aun la materia prima ha sido creada por la causa universal de los seres.
S.T. AQUINO. (C.44, a.2.)
En mi opinión, estas afirmaciones las firmaría cualquier evolucionista sin pensarlo dos veces. Resulta muy conveniente la lectura entre líneas de la "CREACIÓN" (cc. 44-49) de Santo Tomás, pues como dice Silvano BORRUSO (El evolucionismo en apuros CRITERIA Libros), en la Bibliografía del libro y den referencia a la Summa Theologica I, pp. 44-49:
"Las cuestiones se refieren a la creación. Quienes las lean pueden cerciorarse de que contraponer creación a evolución es al menos una pérdida de tiempo."
Última edición por Valmadian; 05/04/2014 a las 22:38
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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