LA NECESIDAD DE LA ORACIÓN
¿PARA QUÉ SIRVE REZAR?
-Bueno, voy a rezar. -dijo un hombre en un autobús.
-¿Y eso para qué sirve? -le preguntó el que se sentaba a su lado.
Yo estaba sentado atrás, con los pensamientos en otra parte, muy lejos de los campos de La Mancha. Pero sorprender aquel escueto diálogo me devolvió a aquella butaca en la que había echado a volar la imaginación. Dejé a un lado mis ensoñaciones (que no son pocas) y, despreocupándome olímpicamente, de la respuesta que pudo darle el que iba a rezar al tentador que se lo preguntaba, me puse a meditar sobre aquella pregunta: ¿qué le hubiera respondido yo, si me lo pregunta a mí?
Miré al paisaje e inicié un laborioso ejercicio del que extraje estos párrafos.
En primer lugar, me dije a mí mismo que esa pregunta utilitarista que hacía aquel compañero de viaje era una de las grandes preguntas que, según la respondamos, nos pueden llevar a rezar (no estoy diciendo que a rezar bien) o a no rezar. Mientras contemplaba el desfile de los árboles que el autobús iba dejando atrás, las casas, los llanos manchegos... Me dije que había que ensayar, ni siquiera ensayar, el buscarle una solución a esta cuestión (la de rezar o no rezar), pues el mundo está cada día peor -así lo creo- por no rezar, por rezar poco y por rezar mal. Es, por tanto, una cuestión urgente.
Para qué sirve rezar no es una pregunta que se haga ese hombre exclusivamente. Es una pregunta que, aunque no se la formulen, parece -a la luz de su acción- que la tienen respondida todos los que no oran.
Los que no creen (ateos o agnósticos) lo tienen claro, ¿a quién le van a rezar?
Otros, aunque no muestran una frontal oposición a la fe, creen y expresan muchas veces que eso de rezar equivale, en el mejor de los casos, a perder el tiempo y, puestos a perder el tiempo, prefieren dedicarse a otros entretenimientos.
Los hay que piensan que habría que dejarse de tantas oraciones y, en vez de erosionar cadenas de rosario, ponerse manos a la obra: son los activistas. Muchos, incluso no creyentes, ven con buenos ojos que los católicos nos vayamos a las misiones: a África, a América o a Asia (que ganas de desterrarnos tienen algunos...); o, bueno, también nos agradecerían que prestáramos un servicio voluntario en cualquier organización solidaria (en una sede de CÁRITAS). Así -dicen estos- al menos ayudaríamos a los necesitados. Pero lo de rezar no acaban de entenderlo.
También podríamos decir que muchos creyentes, cuando han hecho la experiencia de rezar, han salido frustrados. No les fue concedido lo que pidieron en su plegaria. Y aquellas calabazas pudieron generar una sensación de fracaso desolador. Llegaron, después de estrellarse, al convencimiento de la presunta ineficacia de la oración.
En casi todos los casos apuntados podemos decir que ha sido el mundo moderno el que, con sus embaucadoras ficciones, ha sembrado esa idea de "rezar es inútil".
- 1. El curso de las cosas -nos dicen- no va a ser alterado por una oración.
- 2. En el hipotético caso -dicen otros- de poder observar efectos que puedan ser atribuibles a la oración, si se pudiera modificar el curso de los acontecimientos... ¿cuándo vamos a poder ver los frutos? ("¡Cuán largo me lo fías!" -decía aquel otro).
La oración parece poco eficaz por considerarse que no cumple el requisito, tan moderno, de la inmediatez. Ese "llegar y besar el santo" al que nos han acostumbrado los electrodomésticos, entre los que cabe incluir los cacharros tecnológicos. Es lo que denomino yo el "síndrome del percutor".
¿Qué es el "síndrome del percutor"? Todo el mundo sabe cómo funciona una pistola. El mecanismo está diseñado para que una aguja percuta en el pistón del cartucho y se produzca la explosión que propulsará el proyectil. Si todo está en regla (la bala y la pistola en óptimas condiciones) se produce el balazo. Así es como quisieran muchos que fuese la oración: como accionar el gatillo e inmediamente... Los efectos deseados.
La filosofía moderna (desde el mecanicismo básico) ha ido minando los fundamentos que justificaban la oración.
Joseph de Maistre lo dijo mejor que nadie en la cuarta velada de San Petersburgo:
"Todos los filósofos de nuestro tiempo no hablan más que de las leyes invariables; ya lo creo, como que sólo tratan de impedir al hombre que ore o ruegue, y ese es el medio infalible de conseguirlo."El mundo moderno quiso descubrir todas las leyes de la naturaleza, para poder explicarlo todo y aplicarlas en provecho del hombre: así el misterioso mundo que nos rodeaba dejaría de ser misterioso. Incluso pensaron que si esta colosal obra de descubrimiento no lo conseguía realizar una generación, lo conseguiría la siguiente (el progreso no es otra cosa que esa superstición).
En un mundo así, violado sistemáticamente por la ciencia, rezar carece de sentido. De Maistre no se equivocaba cuando culpaba a los "filósofos" de buscar, en su carrera por obtener las "leyes invariables", la fórmula mágica con la que desproveer al hombre de una razón para orar, de una justificación para rogar. Exterminar, por ende, la posibilidad de la plegaria. Haciéndola innecesaria, dado que todo está pre-determinado.
Henri Ramière, S. J.
Sin embargo, así las cosas, el 3 de diciembre de 1844 nació en Vals (Francia) el Apostolado de la Oración. Todo surgió de una plática que impartiera el jesuita P. Gautrelet a los estudiantes jesuitas. En el auditorio estaba Henri Ramière y, desde aquel día, Ramière se adhirió con celo a la empresa propuesta por Gautrelet. Ramière se tomó en serio aquello. Y cuando le fue encargado organizó el Apostolado de la Oración. Los resultados fueron fabulosos. Habiéndose hecho cargo del Apostolado de la Oración cuando éste no tenía nada más que unos miles de socios, a la muerte de Ramière el Apostolado de la Oración contaba con 30.000.000 de socios en todo el mundo. Este éxito no puede ser computado a otra cosa que a la unión de oraciones, aunque Ramière no desdeñó crear la revista "El Mensajero del Corazón de Jesús" como órgano de prensa que unía a todos.
Todos los grandes doctores de la Iglesia nos han insistido en la oración. Uno de mis libros preferidos para adentrarse en lo que es la oración es "El gran medio de la oración" (del año 1759), de San Alfonso María de Ligorio. Pero, como estamos con Ramière, veamos lo que nos dice sobre las condiciones que hacen eficaz la oración en su libro de referencia "Apostolado de la Oración":
-Fe viva y firme confianza.
-Humildad.
-Perseverancia.
En cuanto a la raíz de la oración es claro que es el amor. Ramière nos recuerda unas palabras de Santo Tomás de Aquino:
Y Benedicto XVI, en su Encíclica "Deus caritas est", nos lo ha dicho con claridad meridiana. Rezar se convierte así en la mejor forma de querer a los demás.
"Causa de la oración es el deseo de la caridad, de donde procede aquella; y este deseo debe ser continuamente vivo en nosotros, o en acto, o en la disposición de la voluntad, la cual disposición existe en cuanto hacemos por caridad".
"...el amor al prójimo es un camino para encontrar también a Dios, y que cerrar los ojos ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante Dios".Es por esto que rogar los unos por los otros es necesario.
Para rogar a Dios por el prójimo, para servir al prójimo, para amar al prójimo por amor de Dios, para agradecer a Dios por todos los bienes que sus pródigas manos nos dispensan.
¿Para qué sirve rezar? Yo diría que rezar es el mejor ejercicio para aprender a amar al prójimo y a Dios.
LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, yo si sé qué hubiese contestado a semejante utilitarista grosero con su ¿Y eso para qué sirve?. Esta podría ser una respuesta oportuna: ¿Y para qué sirve su pregunta si va a continuar sin entender lo que le responda?. Entiendo la oración como el medio de ponerme en contacto directo con Dios: "Padre Nuestro que estás en el Cielo, santificado sea Tu Nombre, venga a nosotros Tu Reino..., adoración, reconocimiento, esperanza, súplica, necesidad, intimidad... Creo en Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo... Profesión de fe, reconocimiento de la Santísima Trinidad...en "El Credo" manifiesto mi aceptación total, mi reconocimiento de toda la Verdad revelada y acepto a la Santa Madre Iglesia. Esa es la "utilidad" de la oración, por eso soy de los convencidos de que o tienes fe o no puedes entender cual es el misterio de todo. Por eso hay gente que cree que rezar es pedir. En mi opinión, rezar es adorar a Dios, ponerse en contacto con Él y esperar. Lo que no obsta para que coincida plenamente con lo expuesto en el anterior mensaje.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Actualmente hay 1 usuarios viendo este tema. (0 miembros y 1 visitantes)
Marcadores