LAS ABOMINACIONES DE LOS IDÓLATRAS


DE AYER Y DE HOY

Ayer, después de leer unas páginas de "Evangelium vitae" tomé la Biblia, la abrí por el Antiguo Testamento y leo:

"Pues celebran iniciaciones infanticidas, o misterios ocultos, o desenfrenadas orgías de ritos extraños. Y ya no guardan la pureza de su vida ni la del lecho conyugal, pues unos a otros se matan con asechanzas o con el adulterio se infaman" (Sabiduría 14, 23-25).
A menudo la gente piensa que el Antiguo Testamento hay que leerlo como un libro de historia, pero yo pienso que hay que leer la Sagrada Biblia como un libro siempre vigente, capaz de permitirnos interpretar nuestro tiempo con más precisión que cualquier periódico o analista sociologiquero. Y es que, mirándolo bien, leyendo este pasaje uno tiene bastante para comprender nuestra época actual.

Dios habla aquí de los idólatras. Siempre se ha dicho -y hay razón- que los idólatras son, en el sentido más literal, aquellos que adoran imágenes hechas por el hombre. Nuestro mundo de hoy está lleno de idólatras, de adoradores de falsos infinitos -como bien ha dicho Benedicto XVI recientemente. Adoradores del progreso infinito, de los ídolos fabricados en los laboratorios de ingeniería social: falsas esperanzas, falsos credos, falsos miedos y falsos terrores.

Dios nos dijo lo que cabe esperar en un mundo poblado de idólatras: "misterios ocultos", "orgías de ritos extraños", "impureza", "adulterio", "asesinatos" y "masacres", infamias... Y esas infames y deplorables "iniciaciones infanticidas", ayer a Moloch... Y hoy en cualquier abortorio legalizado.

LIBRO DE HORAS Y HORA DE LIBROS