Re: Hacer el bien pero mirando a quién...
Iniciado por
Donoso
Ya sabés gente, quemad vuestras biblias comentadas por Straubinger y leed los comentarios sacados de la manga de Valmadian sobre lo que significa el prójimo, o en su defecto meditad por vuestra cuenta según su consejo.
Sacar las cosas de sitio no es la mejor de las respuestas y esta vez te has pasado, porque con el mismo argumento tendrán que "quemar" la Palabra de Dios expresada en los Evangelios de San Mateo y San Lucas, así como el Kempis, que es de donde yo he sacado las citas. Y, a lo mejor, es que la cita de Straubinger está sacada de contexto, que puede ser muchísimo más amplio, pero si sólo es lo que se menciona, entonces se equivocaba.
Pero la cuestión es otra, ¿ a qué llamáis algunos ser cristianos? Y es que hacer el bien no es sólo dar una limosna, ayudar a "los míos" ¡vaya mérito!, hacer el bien es ayudar a una ancianita a cruzar, o auxiliar a alguien si pierde el conocimiento en la calle, o ayudar al otro que no tiene las ideas claras, es dar de comer al hambriento, de beber al sediento, abrigar al que tiene frío, pero eso si, antes pedidle el DNI, preguntadle si es creyente en Dios o no, si va a misa -obviamente no a la del Novo Ordo-, si está casado o "arrejuntado", si tiene hijos y son educados en la fe o son producto del pecado de su concupiscencia. Todas estas preguntas son esenciales particularmente a la hora de auxiliar a quien haya sufrido un accidente de tráfico.
Pero también se deben "quemar" estas otras palabras:
"Carísimos, amémonos unos a otros, porque la caridad procede de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y a Dios conoce. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es caridad."
San Juan 4 7-8
En resumen, que ya sabemos que no hay que favorecer el vicio y el pecado a la hora de hacer el bien, pero tampoco prejuzgar la persona a quien dirigimos nuestro acto, y tampoco hay que hacer sonar las trompas. Y, por cierto, yo no hago "magia" de ninguna clase.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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