Re: Agnosticismo
Iniciado por
Regino de Alarcón
- Pues denuncie, sería lo correcto. No se trata de que un profesor sea o no sea fascista, a los colegiales les importa un bledo la postura ideológica de los profesores. Lo que ningún profesor debería hacer es sobrepasar la línea de la neutralidad y condicionar la clase para convetir la clase en un aula de adoctrinamiento ideológico, caricaturizando la historia cuando le conviene, maquillando la verdad y soltando propaganda. Esa actitud es indecente seas nacionalista, separatista, fascista, marxista etc... Un profesor está para enseñar desde la neutralidad, no para influir en la corriente de pensamiento de toda una promoción, creo que aquí estamos de acuerdo ¿No?.
Si, a priori estamos de acuerdo, excepto por la primera oración: ¿denunciar? ya dirá usted dónde se puede denunciar el adoctrinamiento o, lo que es peor, el señalamiento de un presunto profesor hacia sus alumnos que no son de su cuerda. Eso no sucedía en un colegio o instituto en los que los padres pueden ir a protestar, sino en las aulas de una facultad universitaria, y en la que no se daba un caso aislado, sino que había todo un lobby.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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