En unas secuencias de una película sobre el gran campeón de boxeo Cassius Clay que al convertirse al Islam adoptó el nombre de Muhammad Ali, según tengo entendido dicha película dicen reproduce "fielmente la realidad". El film se deshace en virulentos ataques contra los "malvados cristianos" que redujeron a sus antepasados a la esclavitud y lanza una apología a favor de esos buenos hermanos que resultan ser los seguidores del Islam.
Es pasable que un boxeador, por muy campeón que sea, no sepa nada de historia, pero es INTOLERABLE que estén en igual estado de ignorancia todos los negros retratados en la película (reproduciendo la realidad), avergonzados y mudos ante ese huracán de insultos.
Reflexionemos un poco sobre esto, otro ejemplo de una franca manipulación de la verdad.
Para empezar Alí parece ignorar que las únicas zonas del mundo en que la esclavitud además de tolerarse, está regulada legalmente y contraviniendo los acuerdos internacionales son precisamente aquellas en que prevalece la saria, el derecho extraído directamente del Corán y aún en vigor en pleno siglo XXI. La esclavitud no constituye ningún problema y se trata de una institución inmutable de la sociedad coránica. Según Mahora el creyente puede suavizarla, pero NO ABOLIRLA.
Hoy las víctimas privilegiadas de las razzias de los árabes musulmanes son, como siempre, los negros, aunque también sean islámicos como Clay.
Países en que conviven árabes y negros, como Sudán, estos últimos siguen sometidos d emanera cruel y habitual.
Un autor nada sospechoso (Jean François Revel, laico de toda confianza) dice: "el único tráfico de esclavos que se recuerda siempre es el de las Américas. La memoria histórica ha "olvidado" el crimen del esclavismo en el mundo árabe, más de 20 millones de negros que fueron arrancados de sus pueblos y transportados a la fuerza al mundo musulmán (entre XII y XXI).
Suele olvidarse que a finales del XIX en Zanzíbar había más de 200.000 esclavos negros de una población de 300.000, o que un país islámico como Mauritania la esclavitud aún era legal en 1981, aunque abolida en 1982 oficialmente sigue operando sin mayores obstáculos.
Sobre los casi 40 millones de negros africanos deportados a las dos Américas entre el XVI y XIX (1863 fue la fecha de abolición "oficial" de la esclavitud en EEUU) es una tragedia espantosa de la que deben avergonzarse: calvinistas holandeses, luteranos alemanes, anglicanos británicos y católicos portugueses y españoles.
Si bien para estos últimos, los "malvados católicos" LA CONDENA DE ROMA SE PRODUJO DE INMEDIATO, a finales del XV, cuando
Pablo IV ratificó la PROHIBICIÓN DE LA ESCLAVITUD (1537);
Pío V (1568),
Urbano VIII (1639 con acaloradas palabras contra un "semejantes y abominable comercio de hombres",
Benedicto XIV (1714).
Y es esta línea oficial la que siguen santos como Pedro Claver que realizaron prodigiosos actos de caridad con sus hermanos negros.
También se ignora que la ESCLAVITUD en las colonias FRANCESAS se restableció en 1802 por orden del hijo predilecto (y masón) de la Revolución : Napoleón.
Y también deberían avergonzarse de la trata "cristiana" hacia las Américas algunos animistas negros y muchos árabes musulmanes, estos por la captura de esclavos negros y transporte hacia los puertos, aquellos porque no con poca frecuencia eran los propios jefes de las tribus quienes ofrecían a la venta a sus hermanos y súbditos.
La historia que se empeña con sus hechos en demostrar que no podemos dividir la humanidad en buenos y malos registra, además, otros penosos hechos.
Así, resulta que muchos esclavos negros, liberados en el XIX pensaron que podían sacar un buen provecho de la experiencia de su propia carne y no hicieron nada mejor que dedicarse a la trata de negros.
También resulta que muchos esclavos negros, liberados por filántropos blancos y asentados en el país, que por ello se denominó LIBERIA, desde 1822 hasta hoy han estado oprimiendo cruelmente a los otros negros que ya habitaban en el territyorio pues resulta que los consideraron "inferiores"
Así pues resulta que el pecado nos une a todos, a los "malvados cristianos" pero también a los "devotos musulmanes" e incluso a los "bondadosos negros".
Pero lo que más se suele ocultar es que los mayores traficantes de negros de la historia, los que realmente sacaron beneficio económico, la parte del león, fueron las Compañías de las Indias, y otras empresas "británicas", "holandesas" o "portuguesas" en realidad JUDÍAS. Que hicieron del mercado del ébano ("madera negra") un negocio multimillonario y del que raramente se habla. Como siempre cargarán con la crítica los "ingleses" y especialmente "católicos".
Todo el mundo sabe que para este "pueblo elegido" e impoluto, dechado de virtudes, no hay recriminaciones, problemas de conciencia, ni condena histórica, ni petición de autocrítica.
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