Fuente: Fatima.org
Dollingergate: Ese curioso desmentido vaticano
Por Christopher Ferrara
27 de Mayo de 2016
Esta columna ha estado inactiva durante las pasadas dos semanas pues me uní al grupo de Remnant en la peregrinación anual de París a Chartres (que este año ha contado con alrededor de 20.000 católicos tradicionales, cuya media de edad debía estar en torno a los veintipocos).
Mientras estuve fuera explotó otra bomba relacionada con Fátima. El cuaderno de bitácora One Peter 5 (1P5) obtuvo confirmación vía telefónica del sacerdote-teólogo alemán P. Ingo Dollinger de aquello mismo que The Fatima Center informó tiempo atrás en el año 2009 en relación al Tercer Secreto: que el entonces Cardenal Ratzinger le había dicho al P. Dollinger –amigo íntimo suyo– que en el Secreto la Santísima Virgen avisaba acerca de un concilio veleidoso y de ruinosos cambios en la Misa. Tal y como informó 1P5 el 15 de Mayo:
Hoy, en la Fiesta de Pentecostés, llamé al
P. Ingo Dollinger, un sacerdote alemán y antiguo profesor de teología en Brasil, el cual hoy día está muy anciano y físicamente débil. Ha sido amigo personal del Papa Emérito Benedicto XVI durante muchos años. El Padre Dollinger, inesperadamente confirmó por teléfono los siguientes hechos:
No mucho después de la publicación en Junio del 2000 del Tercer Secreto de Fátima por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Joseph Ratzinger le contó al P. Dollinger durante una conversación en persona que ¡todavía había una parte del Tercer Secreto que no habían publicado! “Hay más de lo que hemos publicado”, dijo Ratzinger. También le contó a Dollinger que la parte publicada del Secreto era auténtica y que la parte no publicada del Secreto habla acerca de “un mal concilio y una mala Misa” que había de venir en un futuro cercano.
Ahora bien; como política a seguir, la burocracia vaticana ignora siempre los comentarios críticos que aparecen en la blogosfera católica acerca de sus actos, tratando a sus críticos como si no existieran. Lo mismo ocurrió cuando The Fatima Center informó originariamente en su día acerca de las revelaciones hechas por Dollinger. Pero la confirmación directa, personal, del Padre Dollinger, hecha por teléfono, de ese antiguo relato publicado por The Fatima Center acerca de sus declaraciones, no podía ser ignorada. La respuesta llegó seis días después en forma de un comunicado sin firma, anónimo, procedente de la Oficina de Prensa del Vaticano:
Comunicado: sobre varios artículos relacionados con el “Tercer Secreto de Fátima”.
Varios artículos han aparecido recientemente, incluyendo declaraciones atribuidas al Profesor Ingo Dollinger de acuerdo con las cuales el Cardenal Ratzinger, tras la publicación del Tercer Secreto de Fátima (que tuvo lugar en Junio del 2000), le confío que la publicación no había sido completa.
En relación con esto, el Papa emérito Benedicto XVI declara “no haber hablado nunca con el Profesor Dollinger acerca de Fátima”, afirmando claramente que los comentarios atribuidos al Profesor Dollinger sobre este asunto “son puras invenciones, absolutamente falsas”, y confirma de manera decisiva que “la publicación del Tercer Secreto de Fátima es completa”.
En respuesta al comunicado, el reportero de 1P5, de lengua materna alemana, “telefoneó al Padre Dollinger con las noticias de la declaración del Vaticano, y en esa ocasión de nuevo le confirmó enfática y claramente sus declaraciones anteriores. En otras palabras, se atuvo a su relato.”
Dados estos hechos, el comunicado anónimo hace aguas por todos sitios, por usar un dicho italiano. Considérese:
Primero, no hay indicación de que el Vaticano contactara al P. Dollinger para obtener un desmentido suyo acerca de si realmente dijo las cosas que la Oficina de Prensa afirma que le fueron “atribuidas” falsamente. Esa omisión dice mucho: la Oficina de Prensa no hizo esfuerzo ninguno porque sabía, o al menos sospechaba, que el P. Dollinger efectivamente dijo lo que 1P5 reportó y no deseaba verse confrontada con su confirmación del relato, el cual la Oficina de Prensa no hubiera podido ocultar muy bien.
Segundo, el Vaticano ha querido ir muy lejos andando sobre una cuerda floja al declarar categóricamente que Benedicto afirmó “no haber hablado nunca con el Profesor Dollinger acerca de Fátima”. ¿De verdad? ¿Nunca? ¿Ni una vez? ¿No se intercambió nunca ni una sola palabra entre el antiguo Cardenal Ratzinger y su amigo íntimo el P. Dollinger acerca del asunto de Fátima? Esa afirmación no pasa ni la más mínima prueba.
Tercero, el aserto de la Oficina de Prensa de que Benedicto calificó las declaraciones del P. Dollinger sobre este asunto de “puras invenciones, absolutamente falsas”, necesariamente implica la acusación de que el P. Dollinger es un mentiroso descarado que se inventó unas declaraciones que el antiguo Cardenal Ratzinger nunca realizó, o que el reportero de 1P5 es un mentiroso que se inventó esas declaraciones. Pero, de nuevo, ningún esfuerzo se ha realizado para obtener un desmentido de parte del P. Dollinger porque, sin duda, un desmentido era lo que menos se hubieran esperado. De esta forma, la Oficina de Prensa ha publicado una acusación difamatoria tanto contra el P. Dollinger como contra el reportero que relató sus declaraciones –declaraciones por las que la Oficina de Prensa no hizo ningún esfuerzo en confirmarlas porque sabía o sospechaba que esas declaraciones sí fueron hechas.
Cuarto, un abogado podría muy bien haber redactado la declaración cuidadosamente expresada del Vaticano acerca de que Benedicto “confirma de manera decisiva que ‘la publicación del Tercer Secreto de Fátima es completa.’” Por supuesto que el Vaticano afirma que la publicación es “completa” porque no tiene intención de publicar nada más en relación al Secreto. Es decir, el texto –que debe existir– en el que la Virgen explica el significado de la visión publicada en el 2000, respecto a la cual el Vaticano insistía ridículamente en que sería un burócrata corrupto vaticano, el Cardenal Sodano, quien lo “interpretaría” para todos nosotros. La verdadera cuestión es si el Vaticano ha publicado el Secreto completo, no si el acto de la publicación ha sido completo en lo que al Vaticano se refiere. Y, hasta el día de hoy, el Vaticano se ha negado totalmente a responder a la cuestión crucial: ¿Hay un texto escrito por la Hermana Lucía, con independencia de que se considere o no “auténtico” por parte de ciertos personajes vaticanos, en el cual ella refiere la explicación de la Virgen acerca de la visión publicada en el 2000?
Quinto, y finalmente, el autor anónimo de un comunicado sin firma espera que nos creamos que las frases recortadas que él (o ella) “atribuye” a Benedicto son incuestionablemente verdaderas y exactas, mientras que las declaraciones que 1P5 “atribuye” al P. Dollinger son puras mentiras e invenciones –¡incluyendo la confirmación del P. Dollinger, hace días, de que él sí hizo esas declaraciones!–. ¿De verdad? Yo no lo pienso así.
¿Este defectuoso “desmentido” ha puesto punto final al asunto de las explosivas revelaciones del P. Dollinger? Ni por asomo. Si hace algo, es únicamente confirmar el pánico que hay en el Vaticano. Por supuesto, Benedicto podría haber aparecido personalmente en público y, con sus propias palabras no modificadas por nadie, explícitamente desmentir el relato de su amigo el P. Dollinger. Pero pienso que podemos estar seguros de que esto nunca va a pasar por la misma razón de que no se haya realizado esfuerzo alguno en obtener tal desmentido del propio P. Dollinger en una primera instancia: que el Vaticano sabe la verdad de lo que él reveló.
La saga del Tercer Secreto de Fátima continúa.
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