Extractos antológicos del comunicado del PCE sobre este asunto de los curas díscolos:

La parroquia de San Carlos Borromeo "realiza una liturgia y una catequesis que no son eclesialmente homologables". Si analizamos la última expresión "eclesialmente homologables" parece que se nos estuviera hablando de un artículo de consumo. Los comunistas se han adaptado al lenguaje capitalista. El lenguaje es de todo punto inapropiado cuando se aplica, como han hecho aquí, a la liturgia. Me atrevería a decir que es una profanación lingüística.

Lo que sigue no es tan solo un ejemplo de la falta de estilo literario, sino una evidente falta de dominio del idioma: "unos sacerdotes que dedican su vida a la ayuda a los más desfavorecidos". Hubiera sido más correcto decir: "unos sacerdotes que dedican su vida a ayudar a los más desfavorecidos": "a la... a los..." ¡hala! El redactor de ese comunicado no sabe escribir, y puede ser que tan sólo sepa balbucear y babear (sobre todo cuando le ponen un retrato del Che).

"Si el mensaje de Cristo es el de la solidaridad con los pobres y los desfavorecidos del mundo...". El mensaje de Cristo no puede reducirse "a la solidaridad con los pobres y desfavorecidos del mundo". Además de ser un intragable topicazo eso de la "solidaridad con los pobres", la "solidaridad" es un "valor" tan chato y paticorto que me atrevería a decir que es una blasfemia decir eso. El redactor comunista de este comunicado parece afirmar, eso sí, que Jesús es Cristo; o sea, Jesús es Mesías, Redentor, Salvador, Ungido... Pero estoy más que seguro que esto ha sido una mera coincidencia, pues este iletrado no sabe lo que significa "Cristo", ni las consecuencias que, de confesar a Jesús como Cristo, derivan.

Confirmamos, pues, otra vez -como siempre fue y será- que ser comunista hoy en día es una aberración de la inteligencia y una negación de la cultura. Ser comunista es una deficiencia mental y cultural, no exenta de resabios sacrílegos y colapso mental.

En cuanto a esos "curas rojos". No olvidemos que, a pesar de su demencia senil con un cuadro psiquiátrico de "manía marxista" típica de los años 60, son, pese a sus horribles pecados y corrupción clerical, hombres que recibieron las Órdenes Sagradas, y por eso mismo siguen siendo "sacerdotes" pues el Sacramento imprime carácter. Recemos por ellos para que no sean utilizados más tiempo contra Cristo. Ahora mismo, tal vez sufran un caso de "posesión diabólica", pues se ve que son peones del PCE.