Historia desde 1437





El 17 de marzo de 1437 el rey Alfonso V de Aragón, llamado el Magnánimo, hizo entrega solemne del Santo Cáliz a la Catedral de Valencia. De esta donación se conserva el documento público en el que se levantó acta de la misma.









Alfonso el Magnánimo había trasladado su Corte desde Barcelona a Valencia el año 1424, llevando consigo el Santo Cáliz, el cual, antes de la entrega a la Catedral, estuvo depositado en el Palacio Real de Valencia. En el documento de entrega del Santo Cáliz a la Catedral de Valencia de 18 de marzo de 1437 se hace constar que se hace donación de "el Cáliz en que Jesucristo consagró la Sangre el Jueves de la Cena, hecho con dos asas de oro, cuyo pie, del mismo color que el Cáliz, está guarnecido alrededor de oro con dos rubíes y dos esmeraldas en el pie, y con veintiocho perlas, comparadas al grueso de un guisante, alrededor del pie de dicho Cáliz".

Desde 1437 el Santo Cáliz ha permanecido casi ininterrumpidamente en la catedral valenciana.

El 3 de abril de 1744, día de Viernes Santo, el Santo Cáliz sufrió un pequeño percance. En aquellos tiempos se acostumbraba a utilizar el Santo Cáliz en los Oficios de Jueves y Viernes Santo para colocar en su interior la Sagrada Forma. El Arcediano Mayor y canónigo de la Catedral don Vicente Frígola Brizuela, que actuaba de Preste en los oficios, al ir a sacar la Sagrada Forma del Santo Cáliz, se desprendió de la copa, la cual resbaló y cayó al suelo, sufriendo un pequeño desperfecto. Recogidos inmediatamente y con todo cuidado los fragmentos, fueron colocados en el cofrecillo del Monumento y depositados luego en la Capilla de las Reliquias. Avisado el maestro platero Luis Vicent, acudió éste en la tarde de aquel mismo día con sus hijos, Luis y Juan, procediéndose a la recomposición de la Sagrada Copa, en presencia de varios Canónigos y del notario Juan Claver, levantándose la correspondiente acta de todo ello.

En marzo de 1809, ante el avance de las tropas francesas, y con el fin de salvar la reliquia de la rapiña de Napoleón, el Santo Cáliz fue sacado de Valencia y fue llevado primero a Alicante. De Alicante volvió a Valencia en febrero de 1810, pero en marzo de dicho año hubo de ser trasladado de Valencia a Ibiza, y en febrero de 1812 a Palma de Mallorca. De Palma de Mallorca el Santo Cáliz volvió a la Catedral de Valencia en septiembre de 1813.

En 1916, el entonces Arzobispo de Valencia, Monseñor Valeriano Menéndez Conde, junto con el cabildo de la Catedral, acordó instalar el Santo Grial en la antigua Sala Capitular de la Seo, en lugar del relicario en el que permanecía desde el siglo XV.

El Santo Cáliz tuvo también que abandonar la Catedral en 1936, durante la Guerra Civil española. El 21 de julio de 1936, pocas horas antes de que las hordas revolucionarias saquearan y quemaran la Catedral, el Santo Cáliz fue sacado del templo, envuelto en papel de seda, disimulado con un periódico. El Cáliz fue primero escondido en varios domicilios particulares de Valencia y luego en la población de Carlet, donde permaneció oculto hasta el 30 de marzo de 1939, cuando, finalizada la contienda, pudo volver a la Catedral.

El año 1959, con motivo de la celebración del XVII Centenario del Martirio de San Lorenzo, el Santo Cáliz salió en peregrinación por tierras de Aragón, recorriendo de nuevo el itinerario seguido por la reliquia desde su venida a España.

El año 1982 el Papa Juan Pablo II visitó Valencia y celebró la Santa Misa con el Santo Cáliz. Era la primera vez que el Santo Cáliz era utilizado por un Papa, desde los tiempos de Sixto II.

El 9 de julio de 2006 fue el Papa Benedicto XVI quien utilizó en Santo Cáliz en la Eucaristía con la que se clausuró el V Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Valencia.

Sin embargo, ¿qué sabemos sobre la historia del Santo Cáliz de Valencia antes de que Alfonso el Magnánimo lo cediera a la Catedral de Valencia el año 1437? Lo veremos a continuación.


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