Después de lo leído poco se puede añadir, así que me limito a expresar mi conformidad con el uso de la sotana o del clériman. El sacerdote debe parecer sacerdote las veinticuatro horas del día. Salvo en países y épocas de persecución religiosa abierta no hay excusa para aparentar ser lo que no se es. Creo que sería bueno que la Iglesia hiciera uso obligatorio.

Lo mismo opino de los militares, es muy triste ver que no se atreven a salir de sus cuarteles con el uniforme. Yo fui alférez de complemento y me sentía orgulloso de vestir de uniforme en la calle. Es verdad que cuando llegaba a casa me cambiaba, pues la ropas civil era más cómoda, además no tenía razón de ser irse al cine con la novia vestido de militar. Pero esto es salirse del tema, perdonad.