No quisiera que este hilo se enfríe, así que digamos que el más grave problema que tiene España ahora, para no ir de momento más lejos, es el ZAPATERO ese y sus zapateriles huestes. Son la muestra más evidente de la barbarie que es la democracia: sólo números, y además manipulados.
Si este individuo tuviera la más mínima y elemental de las decencias, la más residual honorabilidad, alguna neurona pensante viva, habría presentado su dimisión.
Yo mientras sigo rezando por él, ¡¡¡ para qué se vaya!!!
Marcadores