Ha llegado este texto al correo de Hispanismo.org, que nos piden que publiquemos:
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LLAMADA A LOS CATÓLICOS ESPAÑOLES PRACTICANTES
QUE LOS OBISPOS PROMUEVAN UN PARTIDO CONFESIONAL
La asociación cántabra “Unión en Defensa de la Familia” (UDEFA) se ha dirigido a los obispos mediante escrito de 41 pgs. y 300 firmas, pidiéndoles algo que en apariencia es religiosa y políticamente incorrecto, desde viejos tópicos que ya es hora de desenmascarar y marginar, si se quiere salvar la Civitas Católica en estos tiempos de Laicismo. Se trata de que, desde las delegaciones de Apostolado Seglar, promuevan un movimiento político que aúne el voto católico en las próximas elecciones generales, defienda los Derechos de la Iglesia y trate de hacer legal su Doctrina Social. La carta comienza con el texto:“Los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la Luz(Lc 16,8).

UDEFA está convencida de que la separación absoluta Iglesia-Estado tiene sus raíces en el Liberalismo y la Revolución Francesa, cuyo viento huracanado no fue precisamente el de Pentecostés sino el de la Masonería: Más de 300 miembros de la Asamblea Constituyente de 1789 eran masones. Y la firma de un masón –Simón Bolívar- lleva el primer documento escrito que habla de dicha separación.

Una incorrecta interpretación de algunos textos bíblicos ayudó a la influencia revolucionaria: Al césar pertenecen los impuestos, para con ellos servir a todos; pero no son del césar la Religión, la Moral, el Derecho, la Historia, la Familia, … Es Cristo quien vino a establecer el Derecho entre las naciones (Is 42,1). El mismo césar debe dar a Dios lo que es de Dios” (Sal 72,11; v.t. Dan 7,14; Jn 18,33-37; Ap1,5). Igualmente cuando Cristo dice “Mi Reino no es de este Mundo”, manifiesta que su Realeza no le ha sido otorgada por ningún poder humano, ni su Reino es como los de este Mundo, pero no quiere decir que no deba reinar en él. A quien el Padre Eterno ha otorgado todo Poder en el Cielo y en la Tierra (Mt 28,18) ¿Se le vetará el poder político? Porque la realeza de Cristo ha de encarnarse tanto a nivel individual como social (Catecismo I.C. 2105), para que se cumpla lo expresado en el Padre Nuestro: Que se haga en la Tierra como en el Cielo. Por eso dice S. Pablo: “Preciso es que Él reine hasta poner a todos sus enemigos bajo sus pies” (1Cor 15,25; Sal 110,1).

El alejamiento de católicos de la Política, aumentó en el Franquismo. Sin embargo, cuando irrumpe la Democracia y cualquier grupo tiene acceso al gobierno de los pueblos, es demencial para los intereses de la Iglesia que los católicos no se sitúen en primera fila.
Por otra parte, es falso que el C. Vaticano II desterrase la Confesionalidad de los estados. El Concilio aceptó la Doctrina Tradicional, reflejada en el Papa León XIII, para quien la Iglesia ha de ser al Estado lo que el alma es al cuerpo. Quienes pretenden la separación absoluta de ambos poderes, están aceptando implícitamente que puede haber situaciones o campos humanos a los que la Luz de la Iglesia no puede llegar. Es una falsa premisa. La Iglesia terrena está hecha de seres humanos. Y Cristo no se equivoca cuando nos dice: “Vosotros sois la Luz del Mundo” (Mt 5,14). Claro que “Confesionalidad no es la persecución de los no católicos, ni la imposición coercitiva de prácticas de culto y piedad a todos los fieles, ni es la entrega del poder civil al Clero,…” (L.M. Sandoval).
La situación que denunciamos favorece a los actuales gobernantes, empeñados en cerrar la boca a los Obispos; no debieran estos caer en la trampa: Si la política es una “cuestión humana de primera importancia” en esa misma medida afecta al Clero, que no puede marginarse de ella y abandonar a los fieles en manos de los farsantes políticos. Sería algo así como quemar sus propias naves o entregar las armas a sus enemigos. Es más: Una Pastoral Integral de la Diócesis, debiera incluir en el Apostolado Seglar ese tal movimiento político para el que, sintonizando con S. Agustín, proponemos un nombre: CIVITAS DEI”. No se trataría de revitalizar la Acción Católica -“A vino nuevo, odres nuevos” (Mc 2,18-22)- ni de disolver los actuales partidos católicos.
Es fácil de entender que un puñado de fieles no puede crear ninguna alternativa de poder si no tiene dimensión nacional; y aun cuando la tuviera, no recibirá apoyo masivo sin el respaldo claro de la Jerarquía, pues toda agrupación humana ha de ordenarse bajo un principio de autoridad estable; y ninguna mejor que la Jerarquía Católica, que ostenta un poder recibido de Cristo y no de las veleidades democráticas. Además,los fieles no se fían de cualquiera, y con razón. Sin ese respaldo jerárquico, la obra de los grupos seglares ha sido y será como un barco sin timón: durante décadas han jugado con nosotros las olas de la propaganda de nuestros enemigos políticos.
Además hay claras posibilidades de éxito: el 73,8 % de españoles dice ser Católico, aunque sólo el 36 % practica su Fe. Pero el 36 % del censo electoral supone unos 12. 624.221 de electores católicos practicantes. Bastaría ponerlos de acuerdo para ganar unas elecciones generales; no haría falta el apoyo del 37´8 % de “católicos” no practicantes (ya utilizados por la izquierda). Recordemos que los votos del PSOE fueron sólo 11.282.210.
Sólo haría falta que los 20.000 sacerdotes españoles, con sus Obispos al frente, se pusieran a predicar esta necesaria unión para que el Mundo crea (Jn 17,21). No olvidemos cómo las desavenencias entre los Príncipes Cristianos retrasaron hasta casi 8 siglos la Reconquista Española. La Campaña habría de acompañarse con otra paralela de Oración y Penitencia. Sírvannos de acicate las palabras de Pío XI, eco del lamento de Cristo con el que da comienzo esta Carta:
No permitamos, ... que los hijos de este siglo se muestren… más prudentes que nosotros, que por la Divina Bondad somos hijos de la Luz (cf. Lc 8). Los vemos, ... elegir con la máxima sagacidad adeptos decididos, e instruirlos para que vayan extendiendo cada día más sus errores por todas las clases de hombres y en todas las naciones de la Tierra. Y siempre que se proponen atacar con más vehemencia a la Iglesia, los vemos deponer sus luchas intestinas, formar un solo frente en la mayor concordia y lanzarse en un haz compacto al logro de sus fines”.
Si los Obispos no son capaces de apostar juntos por este renacimiento, darán triste actualidad a las palabras del Cardenal Segura: “Si dejamos expedito el camino a los que se esfuerzan en destruir la Religión, o fiamos el triunfo de nuestros ideales de la benevolencia de nuestros enemigos, ni aun tendremos derecho a lamentarnos cuando la triste realidad nos demuestre que, habiendo tenido la victoria en nuestra mano, ni supimos luchar con denuedo ni sucumbir con gloria”.
En nuestra página www.udefa.es hemos abierto una recogida de adhesiones que más adelante enviaremos a los Obispos. Por favor, entrad en ella y participad incluyendo vuestros datos.
Gracias.

"UNIÓN EN DEFENSA DE LA FAMILIA
” (UDEFA)
Apartado 957 – 39080 – Santander
informa@udefa.es