Estimado compatriota:
Te quejas, con razón, de una serie de hechos que se comprueban en las nuevas Misas; pero hay algo aún mucho más grave y es la reforma que se produjo con el Novus Ordo Missae. Como dijera el Cardenal Ottaviani (quién fuera el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe): el Novus Ordo “…se aleja de manera impresionante en conjunto y en detalle, de la teología católica de la Santa Misa, cual fue formulada en la XXII Sesión del Concilio de Trento, el cual, al fijar definitivamente los ‘cánones’ del Rito, levantó una barrera infranqueable contra toda herejía que pudiera menoscabar la integridad del Misterio. Las razones pastorales aducidas para justificar tan grave rompimiento, aún si tuviesen el derecho de subsistir frente a razones doctrinales, no parecen suficientes… las recientes reformas han demostrado suficientemente que nuevos cambios en la liturgia no podrán hacerse sin llevar a la desorientación más total a los fieles que ya manifiestan que les resultan insoportables y disminuyen incontestablemente su fe”.
El Propio Ratzinger (Actual Benedicto XVI), cuando era Cardenal, en un artículo titulado “Claus Gamber, la intrepidez de un verdadero testigo”, dice: “… en lugar de una liturgia fruto de un desarrollo continuo, se ha introducido una liturgia fabricada. Se ha salido de un proceso de crecimiento y de devenir para entrar en otro de fabricación. No se ha querido continuar el devenir y la maduración orgánica de lo que ha existido durante siglos, se lo ha sustituido, como si fuese una producción industrial, por una fabricación que es un producto banal del momento. Gamber, con la vigilancia de un auténtico vidente y con la intrepidez de un verdadero testigo, se ha opuesto a esta falsificación y nos ha enseñado incansablemente la plenitud viva de una verdadera liturgia…”.
Te comento que Claus Gamber escribió un libro denominado “La Reforma de la Liturgia Romana” donde, defiende la Misa de siempre en contra de las nefastas falsificaciones de la nueva Misa.
A fin de ilustrarte sobre la demolición del verdadero culto católico que significó la Nueva Misa, te señalaré alguno de sus múltiples innovaciones, cambio y tergiversaciones.
No digamos nada de la Comunión de pie, al igual que los ritos protestantes, y más grave aún en la mano.
- Se separó el altar, transformándolo en una mesa al mejor estilo protestante.
- En dicho altar ya no fue necesario que en su centro tuviera el Ara, que fue suprimida.
- “El presidente de la Asamblea” (no ya el sacerdote) tenía que dar la cara al pueblo; con lo cual su espalda daba al Sagrario.
- Se eliminó el doble confiteor que señalaba claramente la distinción entre sacerdote y fieles, con lo cual el primero ya no es más juez, testigo y mediador ante Dios.
- Se eliminó la Oración “Aufer a Nobis”
- Se eliminó la Oración “Oramos Te Domine”
- Se tradujo erróneamente el Gloria
- Se hizo una equívoca traducción en el Credo
- Se suprimió la distinción entre la ofrenda que realiza el sacerdote y la de los fieles, que es a manera de participación.
- Se eliminó la oración “Sucipe, Sancte Pater”, que manifestaba en forma patente el carácter sacrifical propiciatorio.
- Se eliminó la Oración “Deus qui humanae”.
- Se eliminó la oración propiciatoria “Offerimus tibi”
- Se tradujo “presentar” por “ofrecer”; que obviamente no es lo mismo.
- Se eliminó la oración “Veni, Sanctificator” y con ella las genuflexiones y signos.
- Eliminación de la Oración “Suscipe, sancta Trinitas”.
- Se tradujo equívocamente el “Sanctus”.
- En el comienzo del Canon ya no está expresado de un modo explícito y claro la finalidad propiciatoria del sacrificio.
- Se eliminaron las oraciones de “Te Igitur” y “Memento Domine”.
- Se suprimió la referencia a la “ortodoxia” de la fe de los católicos.
- Eliminación de la referencia a la salvación de las almas.
- No se habla de los méritos de los santos.
- Se suprimió la palabra “siempre” en referencia a la virginidad perpetua de la Virgen María (lo que permite el resurgimiento de las inexactitudes propagadas por los gnósticos, judíos, protestantes y actualmente los seudo- católicos como el señor Pagola.
- Se eliminó la referencia a la omnipotencia del Padre
- Se suprimió la distinción entre el modo narrativo y el modo sacramental y afirmativo al pronunciar las palabras de la Consagración.
- Se suprimió la primera genuflexión antes de presentar la Hostia a la adoración de los fieles.
- Se cambió la palabra “pro multis” de la Consagración, que se traduce inexplicablemente “por todos los hombres”; con las consecuencias teológicas que ello supone a favor de la cena protestante y de otros cultos.
- Cambia las palabras de la anamnesis que pone el acento más en la “conmemoración” que en la “acción sacramental”.
- Eliminación de las palabras “Mysterium Fidei” que estaban colocadas en el centro de la Consagración.
- Se incluyó una aclamación que produce una ambigüedad sobre la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía (en esto insistieron los reformistas protestantes).
- Notoria omisión sobre la realidad del Sacrificio e insistencia sobre el aspecto de “Memorial” en todas las nuevas oraciones eucarísticas.
- Eliminación de la referencia implícita a las penas que sufren las almas del Purgatorio.
- Eliminación de la referencia a “nuestras culpas”.
- Cambio en el Padre Nuestro de la Palabra “deuda” por “ofensa”.
- eliminación de la referencia a la Virgen y los Santos en la Oración “Libera nos” y de la referencia a los males pasados.
- Omisión en la traducción en la lengua española de la referencia a la “Bienaventuranza esperada”.
- Cambio en la traducción en singular para referirse a “el pecado del mundo”, en lugar de “los pecados del mundo” como señala la Misa Tridentina, en consonancia con la postura protestante sobre la corrupción total de la creación.
- Eliminación en la distinción entre sacerdotes y fieles en la oración “Domine Jesu Christe”.
- Eliminación en la referencia al alma del sacerdote en la oración “secreta” cuando comulga la Hostia.
- ídem Cuando bebe del Cáliz la Sangre de Cristo.
- Eliminación de la referencia a la santificación personal y la vida eterna cuando los fieles comulgan.
- Eliminación de la Oración “Placeat tibi”.
- Eliminación del último Evangelio y de las oraciones ordenadas por León XIII.
- El reemplazo de los documentos Eclesiásticos en el cual se dejó de hablar del Santo Sacrificio de la Misa, reemplazado por “Cena del Señor”, “Celebración Eucarística”, “Asamblea Litúrgica”, “Santa Cena”, “Misterio Pascual”, “Comida Eucarística”, todos términos semejantes a las creencias protestantes.
- “Curiosamente” en la Consagración del pan se agregaron las palabras que incorporó Lucero “Qui pro vobis tradetur”y se suprimieron las mismas que suprimiera Lucero “Mysterim Fidei” en la Consagración del Vino.
Y todo lo que te digo es teniendo en cuenta la reforma más cercana; pues se han introducido otras que son aún peores.
Amigo Agustiniano I , en definitiva me pregunto: porque sigues asistiendo a la nueva Misa? Supongo que no será por masoquismo. En todo caso ten en cuenta que es muy importante el ejemplo que tu puedas dar a tus amigos, familiares y demás conocidos.
Te pido disculpas por la largura de este hilo, pero esta es una cuestión vital y los que sabemos de qué se trata no la podemos ignorar más; máxime cuando ahora sabemos que Benedicto XVI está firmemente decidido a restaurar el culto de siempre.
Si no consigues sacerdotes que den la Misa de siempre, te sugiero asistas a la de Venezuela o Martínez; de lo contrario no te quejes. Tampoco es válido el argumento de no concurrir por aquello de “están excomulgados”.
Un abrazo y a tus órdenes
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