Putin responde a jornalista ocidental sobre a Ucrânia.
https://m.youtube.com/watch?v=k2XiRX4ImHE
Rusia y Ucrania, por Juan Manuel de Prada
Madrid, 24 enero 2022, San Timoteo, obispo y mártir. El escritor y periodista Juan Manuel de Prada publica en ABC un certero análisis del acoso internacional a Rusia a propósito de Ucrania, y de la actitud cipaya del Gobierno (de ocupación) de España:
Rusia y Ucrania
Cuando los medios de cretinización de masas se refieren a Ucrania suelen soslayar un detalle sin importancia. Todo el levante ucraniano hasta Kiev no sólo forma parte de Rusia, sino que es la cuna histórica de Rusia. Coincidiendo con el desmantelamiento de la Unión Soviética, gobernantes ineptos como Yeltsin o títeres de intereses extranjeros como Gorbachov permitieron que su patria fuese desmembrada y puesta en almoneda; de este modo se proclamó la independencia de Ucrania, donde junto a territorios de poniente anexionados por los soviéticos se contaban regiones fundadas por rusos, allá en la noche de los tiempos, y después ganadas con gran derramamiento de sangre al invasor turco. La amputación de Ucrania es para Rusia tan dolorosa como lo sería la amputación de Cataluña para España; y mucho más doloroso aún es que Rusia tenga que aceptar que en tierras que han sido su cuna histórica la OTAN instale bases militares y coloque misiles apuntando hacia Moscú.
Para calcular la humillación que Rusia está sufriendo haríamos bien en imaginar que mañana Cataluña, aprovechando nuestro colapso económico, se declara independiente con el apoyo de potencias extranjeras, que además de imponer un gobierno títere se dedican a colocar misiles en la frontera, apuntando contra territorio español. Rusia sufre esta humillación pacientemente; pero se atreve a advertir que la incorporación de Ucrania a la OTAN tendría «graves consecuencias». ¿Alguien en su sano juicio puede censurar que Rusia reclame garantías mínimas para su seguridad? Si Estados Unidos tiene 'derecho' a colocar misiles nucleares en la frontera de Rusia que podrían volatilizar Moscú en un santiamén, ¿acaso no podría Rusia en justa correspondencia colocar otros tantos en Cuba o Venezuela? Que, por cierto, no son territorio fronterizo con Estados Unidos, ni tampoco su cuna histórica. Mención aparte merece el penoso lacayismo del doctor Sánchez, tan pelele y lameculos de Estados Unidos como otrora Aznar. El doctor Sánchez ha tolerado las actitudes más hostiles de Marruecos (desde la apropiación de aguas territoriales hasta el envío masivo de población) sin recibir ayuda alguna de la OTAN; ahora, sin embargo, manda una fragata a la zona de conflicto, al más puro estilo cipayo. ¿Cuántas manifestaciones estaría encabezando el doctor Sánchez si esta fragata la hubiese enviado un gobierno presidido por Aznar o Rajoy? Y como Estados Unidos ni siquiera le deja poner los pies encima de la mesa, el pobre pelele ordena a sus publicistas áulicos que lo graben haciendo el ridi y el hortera por teléfono, como un Gila vestido por Emidio Tucci.
Tenía razón Solshenitsyn cuando escribió: «No hay esperanza en Occidente; es más, nunca debemos contar con él. El exceso de bienestar y una atmósfera contaminante de sinvergonzonería le han atrofiado la voluntad y el juicio». De ahí que convenga recordar siempre la profecía del monje Filoteo: «Bizancio es la segunda Roma; la tercera será Moscú. Cuando ésta caiga, no habrá más».
Agencia FARO
Putin responde a jornalista ocidental sobre a Ucrânia.
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13 razones para desmontar la manipulación informativa en el conflicto ruso
Pío Moa- 29 enero 2022
1) Los gastos militares de Usa superan en casi ¡13 veces! a los de Rusia, con los de Inglaterra suman una vez más, y con los del resto de la OTAN la superioridad alcanza a ¡18 veces! Este dato muestra de entrada quién amenaza a quién.
2) No es Rusia la que rodea a la OTAN de bases militares, sino a la inversa.
3) Finlandia y Austria se mantienen neutrales y fuera de la OTAN. Esto es lo que exige Rusia de Ucrania.
4) El gobierno ucraniano rechaza la neutralidad y prefiere entrar en la OTAN con una política antirrusa, contraria a los intereses y sentimientos de gran parte de su propia población
5) La política antirrusa de Ucrania amenaza así la paz en toda Europa, con respaldo de la OTAN.
6) La cuestión de la democracia no está en juego en Ucrania por parte de nadie, cuando hoy la UE y Usa evolucionan a una tiranía LGTBI, abortista, multiculturalista y que intenta reglamentar desde el poder la vida personal de la gente, incluidos sus sentimientos.
7) ¿Es Rusia un país democrático? ¿La acosa la OTAN por esa razón? ¿Son acaso democracias regímenes aliados de la OTAN como Marruecos o Arabia Saudí?
8 ) La cuestión de la democracia interna en Rusia solo pueden abordarla los propios rusos, no una política exterior de acoso y chantaje.
9) Importa recordar los precedentes: en supuesto nombre de la democracia, la OTAN ha perpetrado una serie de agresiones que han generado guerras civiles, millones de víctimas y la destrucción de países enteros, como Irak, Libia o Siria.
10) ¿Cuál es, entonces, el motivo real del acoso de la OTAN a Rusia a través del régimen antirruso de Ucrania? Con toda probabilidad se trata de una visión estratégica para dividir Rusia en varios estados. Según una vieja doctrina, eso sería bueno para “la seguridad mundial”.
11) España no es aliada de Rusia, mientras que la OTAN respalda la invasión de territorio español en Gibraltar y las pretensiones marroquíes de imitar a Inglaterra en Ceuta y Melilla.
12) A España no se le pierde nada en el conflicto de Ucrania. El PP y el PSOE intentan embarcar al país en el conflicto utilizando a los españoles como carne de cañón de intereses ajenos y al servicio de potencias que invaden nuestro territorio
13) Este problema vuelve más acuciante para España dotarse de una política exterior independiente, que debe ser neutral, como en la dos guerras mundiales anteriores.
https://elcorreodeespana.com/opinion...r-Pio-Moa.html
¿Qué pasa en Ucrania?
29 de enero de 2022
(Por Carlos Ibáñez) –
Rusia nació en Ucrania. Allí se dio la conversión de los eslavos al cristianismo. San Vladimiro, Príncipe de Kiev, se convirtió siendo bautizado, con su pueblo, en el río Dniéper. La principal calle de Kiev es la Kreschatik. Conserva el nombre en recuerdo de que por ella desfiló san Vladimiro con sus súbditos cuando se dirigieron al Dniéper para ser bautizados.
Desde Kiev se fue extendiendo el poder de sus príncipes hacia el norte y este, lo que hoy es Rusia. Los eslavos cristianizados, tuvieron que hacer frente a los mongoles. Grandes extensiones de lo que hoy es Rusia fueron conquistados por las hordas orientales. Las tradiciones rusas hablan de una batalla en la que los mongoles fueron derrotados por la milagrosa intervención del icono de N ª. Sª. de Vladimir. Algo que recuerda a nuestras tradiciones que hablan de la milagrosa intervención de Santiago frente a los musulmanes.
Los eslavos que posteriormente formaron el Imperio ruso y luego la URSS, siguieron divididos formando principados independientes. Surgió en Moscú la familia Romanov que se fue imponiendo. En el siglo XVIII los cosacos de Ucrania se sometieron al zar de Moscú. En una plaza de Kiev se halla la estatua ecuestre del “atamán” cosaco que reconoció a la emperatriz Catalina la Grande. Con el brazo extendido indica la dirección de Moscú.
Los territorios ucranianos orientales habían sido ocupados por los mongoles. Éstos fueron expulsados por los zares de Moscú y las tierras liberadas se repoblaron con rusos. Por eso el ucraniano se habla solamente en la parte occidental de Ucrania. Mientras que el ruso se habla en la oriental. En Kiev la rotulación es bilingüe. Pero el intérprete que me acompañaba, que dominaba ambos idiomas, en Kiev nunca usó el ucraniano; siempre el ruso.
Visitamos Ucrania, por motivos profesionales, en 1993. Pudimos comprobar los perjuicios que a la vida ucraniana había ocasionado la separación de la URSS. Los trenes llegaban con gran retraso, debido a los papeleos que había que resolver en el paso de las nuevas fronteras. Las empresas siderúrgicas carecían de gas natural. Y otros problemas menores. Mi acompañante intérprete, que era un niño de la guerra que había pasado toda su vida en la URSS, echaba pestes contra la reciente independencia.
Ucrania posee las mayores reservas de Europa de mineral de hierro. A su vez, la cuenca del “Donbass” es rica en carbón de hulla. Los soviéticos habían erigido importantes empresas siderúrgicas en las respectivas regiones de las reservas de mineral y las de carbón. Los trenes que llevaban el carbón de su zona a la del mineral, volvían cargados con mineral a la zona del carbón. No sabemos qué consecuencias ha tenido para la producción siderúrgica, el que el “Donbass”, la zona del carbón, se haya declarado independiente.
Referente a Crimea, los medios de comunicación no nos dan una información completa. Crimea no ha sido parte de Ucrania hasta mediados del siglo pasado, en que la incorporó Kruschef. Hasta el siglo XIX había sido un kanato tártaro. El imperio ruso se apoderó de Crimea. Fundó ciudades, la más famosa de ellas es Sebastopol, que pobló con rusos. Los tártaros seguían ocupando sus antiguos asentamientos, conservando sus leyes y costumbres. Cuando la guerra de 1941, los tártaros se integraron en las fuerzas alemanas y lucharon contra los rusos. Por ello, al fin de la guerra, Stalin los deportó a Siberia.
Posteriormente fueron regresando en grupos reducidos. Pero en Crimea nunca ha habido ucranianos. Por eso Putin la invadió e incorporó a la Federación Rusa.
Por eso, es natural que Putin no admita un alejamiento de Ucrania de la Rusia actual. A los perjuicios de la separación de 1990, se añadirían otros parecidos. Perjuicios tanto para Rusia como para Ucrania.
Nuestros separatistas vascos y catalanes deberían reflexionar sobre estas realidades pues semejantes perjuicios se producirían con la independencia que sueñan. Cuando la convivencia de siglos ha establecido unas relaciones, romperlas, por seguir los sueños de unos ideólogos, tiene que originar grandes males para todos.
De todas formas, cometerá Putin un error garrafal si inicia algún movimiento bélico. Los males que originara el alejamiento de Ucrania de Rusia, serán “peccata minuta” comparados con los derivados de la guerra.
Y si cometiera ese error, errarían igualmente los occidentales si replican militarmente a la invasión. Seguimos pensando que los males que origina una guerra son infinitamente mayores que los derivados de la invasión.
La experiencia de las dos guerras mundiales del pasado siglo, nos mueve al rechazo frontal de otra nueva.
http://www.ahorainformacion.es
- Don Sixto Enrique de Borbón sobre Rusia y Ucrania
Madrid / Lignières, 21 febrero 2022, feria de Sexagésima. Ante el sesgo de las noticias sobre Rusia y Ucrania, conviene recordar ciertos hechos que los medios del sistema no cuentan. Los recordaba el heredero legítimo del trono español,Don Sixto Enrique de Borbón, entrevistado por Eric Letty para la revista francesa Monde & Vie en 2014:
D. Sixto Enrique de Borbón: La voluntad rusa de independencia nos ayudará a reencontrar la nuestra, que está amenazada por la penetración anglosajona
3 JUNIO, 2014
S.A.R. Don Sixto Enrique de Borbón, heredero legítimo del trono español, es hombre de convicciones profundas. Firme defensor de la tradición católica, es por completo ajeno a la imagen que esta época desarraigada quiere dar de la nobleza en general y de los príncipes en particular. Ligado a las principales dinastías de Europa, viajero infatigable, enrolado primero en la legión española y luego en el ejército portugués en Angola, S.A.R. Don Sixto Enrique conoce de cerca la política, es un conferenciante de reconocido prestigio y un consejero escuchado que se ha encargado muchas misiones de mediación en numerosos países.
Señor, ¿qué os une a Rusia? ¿Por qué os interesa?
¡Miguel Strogoff! Desde que de pequeño leí Miguel Strogoff, amo a Rusia —y eso que Julio Verne nunca estuvo en Rusia—. A partir de esa lectura, he intentado hacer más profunda mi simpatía. Hoy tengo muchas razones para amar a ese gran país: por su extensión, su espacio inmenso (con Siberia, por supuesto); por la cualidad intrínseca de una población, que tras 70 años de comunismo ha vuelto a su espiritualidad de otro tiempo; por las reservas minerales, que son riquezas importantes todavía no verdaderamente utilizadas, pero que le garantizan una independencia verdadera; por sus tradiciones nacionales: la iglesia, el recuerdo de la familia imperial. En su población subsiste un instinto natural de resistencia que nosotros hemos perdido.
Es interesante observar cómo las reflexiones, los comentarios, los análisis de la prensa y de los medios occidentales, que eran muy amistosos con el régimen soviético, han dejado de serlo por completo, ahora que la libertad ha vuelto a Rusia; y se han vuelto, por el contrario, humorísticos, sarcásticos, calumniosos… Incluso se nos vuelve a hacer la broma de mal gusto de la supuestaguerra fría, que fue de una invención no menos artificial que laprimavera árabe de hoy en día: en realidad, el capitalismo occidental se beneficiaba de la presencia del régimen soviético, que le evitaba tener que competir con una Rusia reencontrada y reconstituida.
Es una vieja historia que se remonta a antes de la Primera Guerra Mundial: hacia 1900, Inglaterra observó que había dos países que desarrollaban una dinámica industrial muy importante: la Alemania de Guillermo II y la Rusia de Nicolás II con su notable primer ministro, Stolypine. Si dejaba que esta dinámica industrial siguiera adelante en estos países, sus nuevas industrias exportarían sus productos por todas partes del mundo, haciendo la competencia al comercio inglés, y se verían empujados a desarrollar una marina comercial competente, que también competiría con la marina comercial británica. Inglaterra no quería en modo alguno esta competencia, y por ello deseó la guerra y hasta la provocó en cierto sentido; incluso si el elemento desencadenante de este conflicto, urdido mucho antes, fue, como es sabido, el asesinato del archiduque austriaco Francisco Fernando. La estrategia inglesa consistió en crear una tensión cada vez más fuerte entre Alemania y Rusia para empujarles a la guerra. Conocida es la monstruosa matanza que resultó de ello, un genocidio dictado por intereses menos estratégicos que económicos. En Rusia, la revolución, resultado de la guerra, tomó el poder en 1917, con el apoyo de las finanzas y de los grandes bancos occidentales, y se impuso el régimen soviético que produjo los horrores de todos conocidos. Rusia también ha sido martirizada en beneficio de una estrategia internacional, financiera y totalmente inhumana.
Casi un cuarto de siglo después del fin de la Unión Soviética, ¿qué cambios se han producido
Yo no esperaba que el régimen soviético hiciera implosión tan pronto como lo hizo, fue una buena sorpresa. Pero después de 70 años de aplastamiento psicológico sufrido por tres generaciones, Rusia ha encontrado milagrosamente un renacimiento espiritual impresionante. En el Ejército, ningún regimiento emprende la marcha hacia el Cáucaso sin que le acompañe un capellán. En todas partes las iglesias se reconstruyen y en su interior se juntan todas las generaciones sin distinción. Me gusta esa iglesia ortodoxa, magnífica, con los coros más bellos que quepa encontrar y ¡ese fervor! El país reencuentra sus virtudes iniciales y su poder internacional, no solamente político y estratégico, sino también económico y comercial.
Esta Rusia, que conocí en la época soviética, hoy la he vuelto a encontrar, pero liberada, y la miro con una simpatía tanto más grande cuanto su voluntad de mantener su independencia nos ayudará a nosotros mismos a reencontrar nuestra propia independencia amenazada por la penetración anglosajona. Por eso, cuando voy a Rusia intento hacer ver a los rusos que no respondemos a la idea que la estrategia de nuestros gobiernos podría dar de nosotros.
A Vladimir Putin se le señala hoy con el dedo como al lobo feroz de Europa. Procedente en su origen del KGB, y más tarde consejero de Boris Yeltsin, dirigió la Seguridad Pública antes de presidir el gobierno de Rusia y luego la Federación Rusa. Ha devuelto a su país el rango de gran potencia. ¿Ha restaurado Rusia?
Al menos la está restaurando. En cuanto a su recorrido vital, el KGB era el equivalente de la ENA en Francia; la élite del país tenía que pasar por él. Putin pasó, pues, por el KGB, y después recibió el apoyo del alcalde de San Petersburgo, Sotchak, que lo descubrió, con mucha penetración y psicología, y le ayudó mucho en su promoción primero en San Petersburgo y después en Rusia. Es el único que, en razón de su carácter y de la importancia de su país, puede poner en jaque, gracias a la firmeza de su postura, la comunicación y la complicidad estadounidense y europea, mezcla de liberalismo y de socialismo
Mi único temor se centra en el perfil de su primer ministro, cuando veo el papel menos positivo que juega. En la época de la guerra de Libia, Medvédev, que por entonces era presidente, se mostró abierto a las sugerencias de los diferentes grupos internacionales, como la Comisión Trilateral, Paneuropa, el Bilderberg, etc.
¿No se debe esto a un reparto de papeles con Putin?
Oficialmente, sí.
¿Qué incita a los europeos desear la picota para Putin?
La Unión Europea es un engendro completamente artificial; ha hecho creer a cada una de las naciones adheridas a ella, que, por su virtud, los europeos serían más competitivos en comparación con los Estados Unidos. Lo que se ha producido ha sido exactamente lo contrario. Al introducir a Gran Bretaña hemos instalado el caballo de Troya estadounidense en Europa. Es evidente que el mundo anglosajón, Inglaterra o Estados Unidos, no puede aceptar de ninguna manera que el mundo tal como lo concibe no obedezca a sus normas, a sus reglas. Y Rusia es el único país que actualmente puede permitirse esta excepción, esta reacción —quizá con Hungría, cuyo primer ministro me resulta muy simpático—.
Tras la vuelta de Crimea al seno de Rusia, el discurso occidental da a entender que Vladimir Putin no va a pararse ahí. ¿Creéis que tenemos que vérnoslas con una Rusia «imperialista»? ¿Qué otra política podría hacerse por relación a ese país, fuera de la que actualmente se lleva a cabo?
¡Simplemente, reconocer a Rusia sus fronteras históricas! Hay que redefinir geográficamente Ucrania, que carece de unidad: su parte oeste, desde el Dniéper, ha estado bajo el control austriaco durante mucho tiempo y se llamaba la Galicia. Su población era uniata, convertida al catolicismo, y siempre han existido tensiones entre los uniatas y los ortodoxos tradicionales. Por el contrario, la Ucrania oriental siempre ha sido rusa. Es incluso la matriz de Rusia: el gran príncipe Vladimir partió de Kiev para fundar Moscovia. Entre Rusia y esta Ucrania oriental hay una unión completa bajo todo punto de vista. Crimea, incorporada por Catalina II y Potemkin en el siglo XVIII, sigue siendo el principal pulmón de Rusia en el Mar Negro.
Cuando a Kruschev, que era ucraniano, se le ocurrió dar una autonomía a Ucrania, pretendía obtener dos representantes de la Unión Soviética en la ONU: Rusia y Ucrania. Era un pretexto evidentemente artificial, pero que interesaba a los soviéticos en aquella época. Ahora eso se ha vuelto contra Rusia. Las protestas de los países, que aparentan revestirse de virtud ultrajada porque Rusia recupera sus posiciones históricas y naturales, son inaceptables y en particular la de los Estados Unidos que, en otro tiempo, ¡invadieron Nuevo Méjico, Arizona y California, y atacaron a España en 1898 para hacerse con Cuba y Filipinas!
También se puede evocar el problema en Moldavia y Transnistria, territorio cuya población actual está casi únicamente compuesta de rusos que fueron deportados allí por Stalin, según creo, y que quieren ser reconocidos como rusos. No hay que olvidar, en todo caso, que en la capital ucraniana de Kiev se encuentra el «Vaticano ortodoxo»: un soberbio conjunto de catedrales e iglesias donde se recoge verdaderamente toda la historia de laortodoxia rusa.
Entrevista realizada por Eric Letty
Monde & Vie. 9 de abril de 2014
Accueil - Monde & Vie
https://carlismo.es/s-a-r-don-sixto-...n-anglosajona/
Esos "medios de cretinización de masas" (entre ellos el ABC, con el que el doctísimo De Prada coopera asiduamente) podrían responder:
La comparación del caso ucraniano con el catalán es un disparate, pues en primer lugar Ucrania bajo la URSS, por lo que fuera, ya tenía status diferenciado siendo una más de las repúblicas socialistas allí existentes comparable a la propia Federación Rusa (extensísima), Letonia, Estonia, Georgia, Bielorrusia, Azerbaiyan, Turkmenistan, Kazajistan, Armenia, etc con pleno respaldo de las autoridades comunistas de Moscú.
En segundo lugar, todas aquellas repúblicas periféricas, incluida Ucrania se independizaron en 1990-1991 sin ningún tipo de conflicto y con pleno reconocimiento oficial de las autoridades de Moscú.
Cataluña dentro de la nación española, en primer lugar, nunca ha tenido un status privilegiado al resto de regiones españolas, y sus hasta ahora deseos de independencia lo son al margen y en rebeldía frente a las autoridades españolas.
Última edición por ALACRAN; 26/02/2022 a las 18:20
"... Los siglos de los argumentadores son los siglos de los sofistas, y los siglos de los sofistas son los siglos de las grandes decadencias.
Detrás de los sofistas vienen siempre los bárbaros, enviados por Dios para cortar con su espada el hilo del argumento." (Donoso Cortés)
Dentro de cien años, Europa será un conjunto de taifas tercermundistas, pero Rusia seguirá siendo una nación blanca, cristiana, civilizada y pujante
27.1-22
Andrés Palomares (R).- El 18 de marzo de 2018, Putin ganaba las elecciones presidenciales y se aseguraba un cuarto mandato.
Otro disgusto para la moralla politiquera del Occidente todo. Las calumnias y la intoxicación antirrusas se estrellan una y otra vez contra la realidad. Vivimos inmersos en un sistema de mentiras y falsedades. En el patio de colegio de la política enana de nuestras insignificantes y ridículas naciones es imposible entender nada de la vida real, fuera del deprimente escenario de nuestra decadencia.
Putin “El Envenenador” (el último de sus alias, por ahora, por el caso Skripal), ha arrasado en las elecciones, con el 76% de los votos, algo nunca visto y sin embargo esperado. Un sueño fuera del alcance de esa tropilla de grises dirigentes y pequeños funcionarios europeos: la casta desalmada, depredadora e inoperante de un continente que se va por el retrete emitiendo partes de victoria y cantando himnos de alegría. El ardor estomacal de los enemigos y detractores de Putin va a ser de larga duración. Los teólogos de la democracia y los popes del pensamiento único van a revolcarse en su lecho de víboras por mucho tiempo, acompañados en sus retortijones por la variada colección de sus acólitos y mentores: los charlatanes de los organismos internacionales, las grandes corporaciones financieras, la quinta columna del islamismo, los zánganos subvencionados de las ONGs, los sátrapas de Bruselas, los “filántropos” sionistas, el establishment mediático, los negreros de la invasión organizada de los “refugiados”…
A diferencia de los europeos, el pueblo ruso no quiere desaparecer, no siente la menor tentación de suicidarse y de favorecer una Gran Sustitución, como sucede en la Europa en manos de la casta depredadora y desalmada que rige sus destinos, unos perros que responden dócilmente a la voz de sus amos.
El gobierno de Putin fomenta la natalidad y está superando el hundimiento demográfico de los primeros lustros postsoviéticos de Gorbachov y Yeltsin. Una aberración para la Europa de Conchita Wurst y del “Welcome Refugees”. Este monstruo de Putin quiere llenar de niños los hogares rusos y de hogares rusos la inmensa e inacabable Rusia.
Está claro que no se ha dado cuenta de la ventaja que supone abrir las fronteras a flujos masivos de mano de obra barata, mientras la población nativa se dedica a comprar niños de colores en los mercados mundiales de la carne humana y a casar hombres con hombres y mujeres con mujeres (y pronto a hombres y mujeres con hámsters, taburetes de tres patas, mondas de patatas o corrientes de aire).
Dentro de cien años, si nada lo remedia, Europa será un conjunto de taifas tercermundistas, donde el canibalismo y la pedofilia serán las lacras más suaves de esa maravillosa era que ya está asomando las orejas, pero Rusia seguirá siendo una nación blanca, cristiana, civilizada y pujante. Frente a la imparable tribalización de Occidente, a su retroceso irrefrenable hacia a la barbarie, a su vertiginosa pudrición, a su babosa decadencia, Rusia se mantendrá unida y cohesionada, fuerte y orgullosa, vencedora y viva.
Otra diferencia entre Rusia y Europa Occidental es que el gobierno ruso no es cristofóbico, como los de las oligarquías europeas, masónicas y sionistas hasta la médula: satánicas en una palabra. Al revés, en los últimos decenios la defensa de la fe ortodoxa (la única de las iglesias cristianas que sigue viva y no se ha traicionado a sí misma) y su fomento como factor decisivo de la identidad nacional rusa han contado con el apoyo incondicional de Putin. Y eso no ha impedido que las demás religiones de la Federación Rusa (islam, budismo…) sean respetadas y defendidas. La afirmación de la ortodoxia de Rusia no supone la persecución o el maltrato de los fieles de otras creencias con medidas discriminatorias. Basta observar algunos gestos de Putin o de sus ministros y generales para comprender que no se trata de un cristianismo de fachada, blandengue y sentimentaloide, como el de los presidentes norteamericanos (de los dirigentes europeos ni hablemos), sino de la fe milenaria de la popular tradición ortodoxa rusa.
Los primeros tiempos de la era soviética, bajo la férula de Stalin, supusieron una persecución implacable de la fe ortodoxa y un destrozo enorme del patrimonio artístico religioso de Rusia, con la destrucción y voladura de miles de iglesias y monasterios, el saqueo de joyas y relicarios, la quema masiva de iconos y la aniquilación de la herencia artística y cultural de la iglesia nacional. Desde los años 90 en Rusia la ortodoxia ha experimentado una espectacular resurrección tras siete décadas de ese terrible experimento antirreligioso llevado a cabo en la extinta Unión Soviética.
Stalin y sus excesos han quedado lejos. Los rusos han sacado las oportunas lecciones de esos turbulentos años.
Mientras tanto, entre nosotros, Bruselas y el mundialismo pretenden llegar a idéntico fin, pero de un modo más insidioso: mediante la corrupción moral, el materialismo más grosero y el culto omnipresente a Mammón, dios único y verdadero de la Unión Europea. Y lo han conseguido: los comisarios de Bruselas triunfan donde fracasó Stalin. Sólo desterrando el cristianismo, anulando toda espiritualidad, se pueden implementar las medidas antinatalistas de la plutocracia dominante entre los europeos nativos, condición imprescindible de la Gran Sustitución, es decir de la desaparición pura y simple de Europa, inundada por una marea multicolor de la que sólo hemos visto los prolegómenos, pues es una quimera imaginar que pueda haber una Europa sin europeos.
Los rusos tienen una mentalidad colectiva mucho más fuerte que cualquier otro pueblo. Su manera de pensar en el “nosotros” más que en el “yo” les ha permitido resistir lo irresistible y vencer a enemigos poderosos e implacables. Tienen un fuerte amor a la patria y un no menos intenso sentido del Estado, sienten la necesidad de un ser colectivo que organice la vida común y evite esas calamidades que de tanto en tanto han agitado Rusia a través de los siglos, los disturbios, las épocas convulsas de discordia y caos, la última de las cuales empezó hace un siglo con la guerra civil de 1918-1920. Los años 80, los 90 y el inicio del siglo actual fueron algo parecido, aunque en una escala mucho más benigna. Los rusos saben lo importante que es un Estado fuerte y una comunidad nacional que tenga conciencia de su cohesión.
La difícil herencia del régimen anterior se superó en cuanto Putin y las instituciones que lo apoyan recuperaron el poder, apartaron a los aventureros mundialistas del control político (Yeltsin y su camarilla de oligarcas judíos) y se restauró el sentido del Estado. Hoy los rusos son más ricos y libres de lo que nunca lo han sido sin duda en toda su historia: es lógico que la popularidad de Putin alcance cotas estratosféricas. El presidente de Rusia es un hombre que llegó al gobierno de la Federación después de una larga y difícil experiencia de estadista en medio del desastre de los años 90 y de comprobar qué tipo de “ventajas” trae abrirse a Occidente y a sus “valores”.
El patriotismo ruso, inagotable e indoblegable, ha servido a los dirigentes del Kremlin para marcar unos objetivos y un espíritu. De esta manera, la Rusia nihilista y empobrecida de hace un par de décadas está hoy unida, se siente orgullosa de sus logros y disfruta de un nivel de vida decente, sobre todo si se compara con lo que se llegó a sufrir hace veinte años. No es Putin el que ha resucitado a Rusia, han sido los rusos (el pueblo que ha generado un Putin), bajo un mandatario inteligente, entregado a su pueblo y a su Estado y no a los lobbies mundialistas y sus intereses antinacionales y antihumanos.
El éxito de Putin es una bofetada a nuestra miserable decadencia. Hoy los rusos viven mucho mejor que sus padres o sus abuelos, mientras los europeos sabemos que nuestros hijos vivirán peor que nosotros y que nuestros nietos serán esclavos de un sistema como la humanidad no ha conocido otro de tan despiadado y bárbaro, y eso a pesar de esas misteriosas y maravillosas leyes del mercado y una inevitable y beneficiosa globalización que nos iban a llevar a Shangri-Lá en primavera, todos cogidos de la mano cantando “We are the World”.
Las campañas de odio de la prensa occidental contra el presidente de la Federación Rusa son continuas. Ni que decir tiene que los rusos las ignoran. Los rusos, un pueblo culto y endurecido, inteligente y viril, sabe muy bien de qué les ha librado su líder, al cual van a reelegir dentro de poco. Pero la mentira permanente sobre Putin busca ante todo fomentar un prejuicio en la opinión europea, para que crea que su degradada ratonera moral, apadrinada por los peores poderes del planeta, es un paraíso. Lo será para las grandes fortunas, para los miembros de la casta gobernante y su rastrero y entregado servicio doméstico, pero no para los millones de europeos apartados de ese festín, para los que sólo hay empleos cada vez más precarios y sueldos cada vez más miserables gracias a la competencia a la baja de los “nuevos europeos” y a la apertura hacia nuevos mercados, eso que sus beneficiarios llaman mundialización.
¿Qué pasaría si cundiera el ejemplo ruso? En principio es difícil que eso suceda en Europa, dada la mentalidad individualista y la moral degenerada que impera, fruto venenoso del 68 que ahora es regla a seguir. Un continente que ha hecho de la corrupción moral un modo de vida y que pisotea con su legislación las instituciones básicas de la sociedad y el orden natural, difícilmente podrá regenerarse sino es a través de una muy dura penitencia. La inversión de los valores es tan irremediable, su perversión tan absoluta, que no se puede esperar un resurgir moral, material y político sin un profundo cambio en la forma en que los occidentales ven el mundo. Pero la Historia tiene sus imprevistos. Y más vale prevenir. Por eso, para conjurar el contagio, hay que desacreditar a Putin y lo que representa. Putin desestabiliza, es un mal ejemplo, un modelo peligroso, una tentación que hay que evitar.
De ahí la persistente campaña de insidias, mentiras y calumnias, un torrente de baba y odio contra el hombre que ha derrotado en Siria y antes en Chechenia a un enemigo que la casta política de la UE y sus peones locales nos están metiendo en casa. Es peligroso que descubramos que la Patria, el Estado, la Soberanía Nacional, la Familia, la Tradición y la Espiritualidad existen y que son fuerzas sociales constructivas, que no hay en realidad nada constructivo fuera de ellas. Eso es lo que ha descubierto Rusia tras setenta años de conmociones y desgarros, pero nuestro Sistema necesita átomos disgregados al máximo para poder sobrevivir en el caos que necesariamente producen sus rapiñas.
Rusia es justo todo lo contrario de lo que es Occidente: su resignada caída, su sometimiento a la tiranía, su autosatisfecha degeneración, su adoración de la inferioridad, su culto de la muerte. Por eso la atacan y por eso la defendemos.
¡Spasiba Vladimir Vladimirovich Putin, spasiba bolshoi!
https://pildorasantimasoneria.blogsp...os-europa.html
(Nota de Hyerónimus: Como el autor del artículo se ha olvidado de poner la traducción de la frase con que concluye, la pondré yo para beneficio de los lectores: ¡Gracias, Vladimir Vladimirovich Putin, muchas gracias!)
Puff, pobre hispanismo.org, hasta gente que parecía razonable como Hyeronimus ya directamente difundiendo abiertamente material de corte racista.
¿Qué os ha pasado?
Está claro que en cuanto se debilita la comunión con Roma las cabezas bailan.
Estimado Leolfredo, en todo este asunto hay mucho más bacalao que cortar que lo que la histérica Prensa del pesebre occidental está queriendo presentar, al tiempo que desde que empezó todo esto no hay día en el que no nos desayunemos, o cenemos por que de todo hay, con la majadería de turno de estos politiquillos de chichinabo que padecemos, desde Biden hasta Sánchez y su alegre pandilla monclovita. No sé sí empezar por el final o seguir un orden lógico. A ver, ¿qué dirías si comenzase afirmando que a lo que estamos asistiendo es a una guerra civil que ha procurado y fomentado el NOM (léase Occidente, aunque no el cristiano)? Pues probablemente pongas el grito en el cielo mientras te rasgas la chaqueta y, sin embargo, te aseguro que no es ningún disparate, ni se me ha ido el chiflo de la olla. Pero creo que lo razonable es que me explique.
Comencemos por recordar eso tan etéreo y peculiar como es lo que se conoce como "el alma rusa", que viene a ser tan indefinible como eso otro de "el duende andaluz", pero que no son otra cosa que la cosmovisión de la vida y el mundo que tienen:
El alma rusa (en ruso: русская душа) es un término de la cultura rusa que destaca el particular carácter ruso y la manera de entender el mundo por los rusos. Dicho término se utiliza en obras filosóficas, literarias, musicales, y forma parte de la cultura popular rusa.
Tal como se dice en ese texto que he sacado de Internet, se habla de ello en multitud de obras, por ejemplo el mismo BERDIAEFF, y a una de sus obras te remito: Una nueva Edad Media en el que examina el contenido espiritual de Rusia.
Pero para entender lo que está pasando, y lo que es mucho peor, lo que nos estamos jugando que no es sino la continuidad del propio mundo, hay que atender a las razones de todas las partes, y escuchar menos los cantos corífeos de las sirenas del NOM, que es lo que vemos en todos los medios habidos y por haber, especialmente en suelo ex-patrio con tanto experto todólogo hablodetodo pero notengoniideadenada, tanto en las tertulias de los medios como en los senados de las barras de los bares.
Entonces, habría que ir a las fuentes más lógicas: la Historia de Rusia y la Historia de Ucrania
Y que nadie tema que vaya a poner los habituales enlaces a la WIKI, no, no lo voy a hacer. Le vamos a pedir a uno de los protagonistas de todo este follón que nos dé su propia versión. Hablo de Vladimir PUTIN en persona.
«Rusia y Ucrania: unidos y separados por la historia» – Vladimir Putin
Es curioso como un artículo nacido del puño y letra de Vladimir y que tiene ya una década, donde se narra la historia de Ucrania, desmonta gracias a los datos históricos que aporta, sus ambiciones “cesarianas”. Este artículo, firmado por Vladimir Putin, fue publicado originalmente en el sitio web del Kremlin el 12 de julio de 2021.
Durante la reciente Línea Directa, cuando me preguntaron sobre las relaciones ruso-ucranianas, dije que rusos y ucranianos eran un solo pueblo, un solo todo. Estas palabras no fueron impulsadas por algunas consideraciones a corto plazo ni motivadas por el contexto político actual. Es lo que he dicho en numerosas ocasiones y lo que creo firmemente. Por tanto, considero necesario explicar mi posición en detalle y compartir mis valoraciones de la situación actual.
En primer lugar, me gustaría enfatizar que el muro que ha surgido en los últimos años entre Rusia y Ucrania, entre las partes de lo que es esencialmente el mismo espacio histórico y espiritual, en mi opinión, es nuestra gran desgracia y tragedia común. Estas son, ante todo, las consecuencias de nuestros propios errores cometidos en diferentes períodos de tiempo. Pero también son el resultado de los esfuerzos deliberados de aquellas fuerzas que siempre han tratado de socavar nuestra unidad. La fórmula que aplican se conoce desde tiempos inmemoriales: divide y vencerás. No hay nada nuevo aquí. De ahí los intentos de jugar con la «cuestión nacional» y sembrar la discordia entre las personas, con el objetivo general de dividir y luego enfrentar a las partes de un solo pueblo entre sí.
Para tener una mejor comprensión del presente y mirar hacia el futuro, debemos volver a la historia. Ciertamente, es imposible cubrir en este artículo todos los desarrollos que han tenido lugar durante más de mil años. Pero me centraré en los momentos clave y cruciales que es importante que recordemos, tanto en Rusia como en Ucrania.
Rusos, ucranianos y bielorrusos son todos descendientes de la antigua Rus, que era el estado más grande de Europa. Las tribus eslavas y otras en todo el vasto territorio, desde Ladoga, Novgorod y Pskov hasta Kiev y Chernigov, estaban unidas por un idioma (al que ahora nos referimos como ruso antiguo), los lazos económicos, el gobierno de los príncipes de la dinastía Rurik. y, después del bautismo de la Rus, la fe ortodoxa. La elección espiritual hecha por San Vladimir, quien fue tanto Príncipe de Novgorod como Gran Príncipe de Kiev, todavía determina en gran medida nuestra afinidad hoy.
El trono de Kiev ocupó una posición dominante en la Antigua Rus. Esta había sido la costumbre desde finales del siglo IX. La historia de los años pasados capturó para la posteridad las palabras del Profeta Oleg sobre Kiev: «Que sea la madre de todas las ciudades rusas».Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
Más tarde, al igual que otros estados europeos de esa época, la Antigua Rus enfrentó un declive del dominio central y la fragmentación. Al mismo tiempo, tanto la nobleza como la gente común percibían a Rus como un territorio común, como su patria.
La fragmentación se intensificó después de la devastadora invasión de Batu Khan, que devastó muchas ciudades, incluida Kiev. La parte noreste de Rusia cayó bajo el control de la Horda Dorada, pero mantuvo una soberanía limitada. Las tierras del sur y el oeste de Rusia se convirtieron en gran parte en parte del Gran Ducado de Lituania, al que, lo que es más significativo, se mencionó en los registros históricos como el Gran Ducado de Lituania y Rusia.
Los miembros de los clanes principescos y «boyardos» cambiaban el servicio de un príncipe a otro, peleándose entre sí pero también haciendo amistades y alianzas. El voivoda Bobrok de Volyn y los hijos del Gran Duque de Lituania Algirdas, Andrey de Polotsk y Dmitry de Bryansk, lucharon junto al Gran Duque Dmitry Ivanovich de Moscú en el campo de Kulikovo. Al mismo tiempo, el gran duque de Lituania Jogaila, hijo de la princesa de Tver, llevó a sus tropas a unirse a Mamai. Todas estas son páginas de nuestra historia compartida, que reflejan su naturaleza compleja y multidimensional.
Lo más importante es que las personas tanto en las tierras occidentales como en las orientales de Rusia hablaban el mismo idioma. Su fe era ortodoxa. Hasta mediados del siglo XV, el gobierno de la iglesia unificada permaneció en su lugar.
En una nueva etapa de desarrollo histórico, tanto la Rus lituana como la Rus de Moscú podrían haberse convertido en los puntos de atracción y consolidación de los territorios de la Antigua Rus. Dio la casualidad de que Moscú se convirtió en el centro de la reunificación, continuando la tradición del antiguo estado ruso. Los príncipes de Moscú, los descendientes del príncipe Alexander Nevsky, se deshicieron del yugo extranjero y comenzaron a reunir las tierras rusas.
En el Gran Ducado de Lituania, se estaban desarrollando otros procesos. En el siglo XIV, la élite gobernante de Lituania se convirtió al catolicismo. En el siglo XVI, firmó la Unión de Lublin con el Reino de Polonia para formar la Commonwealth Polaco-Lituana. La nobleza católica polaca recibió considerables posesiones de tierras y privilegios en el territorio de la Rus. De acuerdo con la Unión de Brest de 1596, parte del clero ortodoxo ruso occidental se sometió a la autoridad del Papa. Se inició el proceso de polonización y latinización, derrocando a la ortodoxia.
Como consecuencia, en los siglos XVI y XVII, el movimiento de liberación de la población ortodoxa estaba ganando fuerza en la región de Dnieper. Los acontecimientos durante la época de Hetman Bohdan Khmelnytsky se convirtieron en un punto de inflexión. Sus partidarios lucharon por la autonomía de la Mancomunidad polaco-lituana.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
En su llamamiento de 1649 al rey de la Mancomunidad Polaco-Lituana, la Hueste Zaporizhian exigió que se respeten los derechos de la población ortodoxa rusa, que el voivoda de Kiev sea de fe rusa y griega, y que la persecución de las iglesias de Dios ser detenido. Pero no se escuchó a los cosacos.
Bohdan Khmelnytsky luego hizo llamamientos a Moscú, que fueron considerados por Zemsky Sobor. El 1 de octubre de 1653, los miembros del organismo supremo representativo del estado ruso decidieron apoyar a sus hermanos en la fe y tomarlos bajo el patrocinio. En enero de 1654, el Consejo Pereyaslav confirmó esa decisión. Posteriormente, los embajadores de Bohdan Khmelnytsky y Moscú visitaron decenas de ciudades, incluida Kiev, cuyas poblaciones juraron lealtad al zar ruso. Por cierto, nada de eso sucedió al concluir la Unión de Lublin.
En una carta a Moscú en 1654, Bohdan Khmelnytsky agradeció al zar Aleksey Mikhaylovich por llevar «a toda la hueste zaporiyana y a todo el mundo ortodoxo ruso bajo la mano fuerte y alta del zar». Significa que, en sus llamamientos tanto al rey polaco como al zar ruso, los cosacos se refirieron y se definieron a sí mismos como pueblo ortodoxo ruso.
En el transcurso de la guerra prolongada entre el estado ruso y la Mancomunidad polaco-lituana, algunos de los hetmanes, sucesores de Bohdan Khmelnytsky, «se separarían» de Moscú o buscarían el apoyo de Suecia, Polonia o Turquía. Pero, nuevamente, para la gente, esa fue una guerra de liberación. Terminó con la Tregua de Andrusovo en 1667. El resultado final fue sellado por el Tratado de Paz Perpetua en 1686. El estado ruso incorporó la ciudad de Kiev y las tierras en la orilla izquierda del río Dnieper, incluida la región de Poltava, región de Chernigov y Zaporozhye. Sus habitantes se reunieron con la mayor parte del pueblo ortodoxo ruso. Estos territorios fueron referidos como «Malorossia» (Pequeña Rusia).
El nombre «Ucrania» se usó con más frecuencia en el significado de la palabra rusa antigua «okraina» (periferia), que se encuentra en fuentes escritas del siglo XII, refiriéndose a varios territorios fronterizos. Y la palabra «ucraniano», a juzgar por los documentos de archivo, se refería originalmente a los guardias fronterizos que protegían las fronteras exteriores.
En la margen derecha, que permaneció bajo la Mancomunidad polaco-lituana, se restauraron los antiguos órdenes y se intensificó la opresión social y religiosa. Por el contrario, las tierras de la margen izquierda, tomadas bajo la protección del estado unificado, experimentaron un rápido desarrollo. La gente de la otra orilla del Dnieper se mudó aquí en masa. Buscaron el apoyo de personas que hablaban el mismo idioma y tenían la misma fe.
Durante la Gran Guerra del Norte con Suecia, la gente de Malorossia no tuvo que elegir con quién ponerse del lado. Solo una pequeña parte de los cosacos apoyó la rebelión de Mazepa. Personas de todos los órdenes y grados se consideraban rusos y ortodoxos.
Los oficiales superiores cosacos pertenecientes a la nobleza alcanzarían las alturas de las carreras políticas, diplomáticas y militares en Rusia. Los graduados de la Academia Kiev-Mohyla desempeñaron un papel destacado en la vida de la iglesia. Este fue también el caso durante el Hetmanate, una formación estatal esencialmente autónoma con una estructura interna especial, y más tarde en el Imperio ruso. Los malorrusos ayudaron de muchas maneras a construir un gran país común: su condición de Estado, su cultura y su ciencia. Participaron en la exploración y desarrollo de los Urales, Siberia, el Cáucaso y el Lejano Oriente. Por cierto, durante el período soviético, los nativos de Ucrania ocuparon puestos importantes, incluidos los más altos, en el liderazgo del estado unificado. Baste decir que Nikita Khrushchev y Leonid Brezhnev, cuya biografía del partido estaba más estrechamente asociada con Ucrania,Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
En la segunda mitad del siglo XVIII, tras las guerras con el Imperio Otomano, Rusia incorporó Crimea y las tierras de la región del Mar Negro, que se conoció como Novorossiya. Estaban poblados por personas de todas las provincias rusas. Después de las particiones de la Commonwealth polaco-lituana, el Imperio ruso recuperó las tierras occidentales de la antigua Rusia, con la excepción de Galicia y Transcarpatia, que se convirtieron en parte del Imperio austríaco, y más tarde austrohúngaro.
La incorporación de las tierras rusas occidentales al estado único no fue simplemente el resultado de decisiones políticas y diplomáticas. Estaba sustentada por la fe común, las tradiciones culturales compartidas y, me gustaría enfatizarlo una vez más, la similitud lingüística. Así, ya a principios del siglo XVII, uno de los jerarcas de la Iglesia Uniata, Joseph Rutsky, comunicó a Roma que la gente en Moscovia llamaba a los rusos de la Commonwealth polaco-lituana sus hermanos, que su lengua escrita era absolutamente idéntica, y las diferencias en la lengua vernácula eran insignificantes. Hizo una analogía con los residentes de Roma y Bérgamo. Estos son, como sabemos, el centro y el norte de la Italia moderna.
Muchos siglos de fragmentación y de vivir dentro de diferentes estados provocaron naturalmente peculiaridades lingüísticas regionales, lo que resultó en la aparición de dialectos. La lengua vernácula enriqueció la lengua literaria. Ivan Kotlyarevsky, Grigory Skovoroda y Taras Shevchenko jugaron un papel muy importante aquí. Sus obras son nuestro patrimonio literario y cultural común. Taras Shevchenko escribió poesía en ucraniano y prosa principalmente en ruso. Los libros de Nikolay Gogol, un patriota ruso y nativo de Poltavshchyna, están escritos en ruso, llenos de dichos y motivos populares malorrusos. ¿Cómo se puede dividir este patrimonio entre Rusia y Ucrania? ¿Y por qué hacerlo?
Las tierras del sudoeste del Imperio Ruso, Malorussia y Novorossiya, y Crimea se desarrollaron como entidades étnica y religiosamente diversas. Aquí vivían tártaros de Crimea, armenios, griegos, judíos, caraítas, krymchaks, búlgaros, polacos, serbios, alemanes y otros pueblos. Todos conservaron su fe, tradiciones y costumbres.
No voy a idealizar nada. Sabemos que existieron la circular Valuev de 1863 y luego el Ems Ukaz de 1876, que restringía la publicación e importación de literatura religiosa y sociopolítica en el idioma ucraniano. Pero es importante tener en cuenta el contexto histórico. Estas decisiones se tomaron en el contexto de los dramáticos acontecimientos en Polonia y el deseo de los líderes del movimiento nacional polaco de explotar la «cuestión ucraniana» en su propio beneficio. Debo añadir que se siguieron publicando obras de ficción, libros de poesía ucraniana y canciones populares. Existe evidencia objetiva de que el Imperio Ruso estaba presenciando un proceso activo de desarrollo de la identidad cultural malorusa dentro de la gran nación rusa, que unía a los velikorussianos, malorrusos y bielorrusos.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
Al mismo tiempo, la idea del pueblo ucraniano como una nación separada de los rusos comenzó a formarse y ganar terreno entre la élite polaca y una parte de la intelectualidad malorusa. Dado que no había una base histórica, y no podía haberla, las conclusiones se sustentaron en todo tipo de brebajes, que llegaron a afirmar que los ucranianos son los verdaderos eslavos y que los rusos, los moscovitas, no lo son. Estas «hipótesis» se utilizaron cada vez más con fines políticos como herramienta de rivalidad entre los estados europeos.
Desde finales del siglo XIX, las autoridades austrohúngaras se habían aferrado a esta narrativa, utilizándola como contrapeso al movimiento nacional polaco y los sentimientos pro-moscovitas en Galicia.Durante la Primera Guerra Mundial, Viena jugó un papel en la formación de la denominada Legión de Fusileros Sich ucranianos. Los gallegos sospechosos de simpatizar con el cristianismo ortodoxo y Rusia fueron sometidos a una brutal represión y arrojados a los campos de concentración de Thalerhof y Terezin.
Otros acontecimientos tuvieron que ver con el colapso de los imperios europeos, la feroz guerra civil que estalló en el vasto territorio del antiguo Imperio ruso y la intervención extranjera.
Después de la Revolución de Febrero, en marzo de 1917, se estableció en Kiev la Rada Central, destinada a convertirse en el órgano del poder supremo. En noviembre de 1917, en su Tercera Universal, declaró la creación de la República Popular de Ucrania (EPU) como parte de Rusia.
En diciembre de 1917, los representantes de la UPR llegaron a Brest-Litovsk, donde la Rusia soviética estaba negociando con Alemania y sus aliados. En una reunión celebrada el 10 de enero de 1918, el jefe de la delegación de Ucrania leyó una nota proclamando la independencia de Ucrania. Posteriormente, la Rada Central proclamó a Ucrania independiente en su Cuarta Universal.
La soberanía declarada no duró mucho. Apenas unas semanas después, los delegados de Rada firmaron un tratado separado con los países del bloque alemán. Alemania y Austria-Hungría se encontraban en ese momento en una situación desesperada y necesitaban pan y materias primas ucranianos. Con el fin de asegurar suministros a gran escala, obtuvieron el consentimiento para enviar sus tropas y personal técnico al EPU. De hecho, esto se utilizó como pretexto para la ocupación.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
Para aquellos que hoy han entregado el control total de Ucrania a fuerzas externas, sería instructivo recordar que, en 1918, tal decisión resultó fatal para el régimen gobernante en Kiev. Con la participación directa de las fuerzas de ocupación, la Rada Central fue derrocada y Hetman Pavlo Skoropadskyi fue llevado al poder, proclamando en lugar de la UPR el Estado de Ucrania, que estaba esencialmente bajo protectorado alemán.
En noviembre de 1918, tras los acontecimientos revolucionarios en Alemania y Austria-Hungría, Pavlo Skoropadskyi, que había perdido el apoyo de las bayonetas alemanas, tomó un rumbo diferente, declarando que “Ucrania debe tomar la iniciativa en la formación de una Federación de toda Rusia “. Sin embargo, el régimen pronto volvió a cambiar. Ahora era el momento de la llamada Dirección.
En otoño de 1918, los nacionalistas ucranianos proclamaron la República Popular de Ucrania Occidental (WUPR) y, en enero de 1919, anunciaron su unificación con la República Popular de Ucrania. En julio de 1919, las fuerzas ucranianas fueron aplastadas por las tropas polacas y el territorio de la antigua WUPR quedó bajo el dominio polaco.
En abril de 1920, Symon Petliura (retratado como uno de los «héroes» en la Ucrania de hoy) concluyó convenciones secretas en nombre de la Dirección de la UPR, entregando, a cambio de apoyo militar, tierras de Galicia y Volinia Occidental a Polonia. En mayo de 1920, los petliuritas entraron en Kiev en un convoy de unidades militares polacas. Pero no por mucho. Ya en noviembre de 1920, tras una tregua entre Polonia y la Rusia soviética, los restos de las fuerzas de Petliura se rindieron a esos mismos polacos.
El ejemplo de la UPR muestra que los diferentes tipos de formaciones cuasi estatales que surgieron en el antiguo Imperio Ruso en el momento de la Guerra Civil y las turbulencias eran inherentemente inestables. Los nacionalistas buscaban crear sus propios estados independientes, mientras que los líderes del movimiento Blanco defendían la Rusia indivisible. Muchas de las repúblicas establecidas por los partidarios de los bolcheviques tampoco se veían fuera de Rusia. Sin embargo, los líderes del Partido Bolchevique a veces los expulsaron básicamente de la Rusia soviética por varias razones.
Así, a principios de 1918, se proclamó la República Soviética de Donetsk-Krivoy Rog y se pidió a Moscú que la incorporara a la Rusia soviética. Esto se encontró con una negativa. Durante una reunión con los líderes de la república, Vladimir Lenin insistió en que actuaran como parte de la Ucrania soviética. El 15 de marzo de 1918, el Comité Central del Partido Comunista Ruso (bolcheviques) ordenó directamente que se enviaran delegados al Congreso de los Soviets de Ucrania, incluida la cuenca de Donetsk, y que se creara «un gobierno para toda Ucrania» en el congreso. . Los territorios de la República Soviética de Donetsk-Krivoy Rog formaron más tarde la mayoría de las regiones del sudeste de Ucrania.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
En virtud del Tratado de Riga de 1921, celebrado entre la RSFS de Rusia, la República Socialista Soviética de Ucrania y Polonia, las tierras occidentales del antiguo Imperio Ruso fueron cedidas a Polonia. En el período de entreguerras, el gobierno polaco siguió una política activa de reasentamiento, buscando cambiar la composición étnica de las zonas fronterizas orientales, el nombre polaco de lo que ahora es Ucrania occidental, Bielorrusia occidental y partes de Lituania. Las áreas fueron sometidas a una dura polonización, la cultura local y las tradiciones suprimidas. Más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, grupos radicales de nacionalistas ucranianos utilizaron esto como pretexto para el terror no solo contra las poblaciones polaca, sino también contra la población judía y rusa.
En 1922, cuando se creó la URSS, con la República Socialista Soviética de Ucrania convirtiéndose en uno de sus fundadores, un debate bastante feroz entre los líderes bolcheviques resultó en la implementación del plan de Lenin para formar un estado de unión como una federación de repúblicas iguales. El derecho de las repúblicas a separarse libremente de la Unión se incluyó en el texto de la Declaración sobre la creación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y, posteriormente, en la Constitución de la URSS de 1924. Al hacerlo, los autores colocaron en los cimientos de nuestra estadidad la bomba de tiempo más peligrosa, que explotó en el momento en que desapareció el mecanismo de seguridad provisto por el papel rector del PCUS, el partido mismo colapsando desde adentro. Siguió un «desfile de soberanías». El 8 de diciembre de 1991,
En las décadas de 1920 y 1930, los bolcheviques promovieron activamente la «política de localización», que tomó la forma de ucranización en la República Socialista Soviética de Ucrania. Simbólicamente, como parte de esta política y con el consentimiento de las autoridades soviéticas, Mikhail Grushevskiy, ex presidente de la Rada Central, uno de los ideólogos del nacionalismo ucraniano, quien en un cierto período de tiempo había sido apoyado por Austria-Hungría, fue devuelto a la URSS y fue elegido miembro de la Academia de Ciencias.
Sin duda, la política de localización desempeñó un papel fundamental en el desarrollo y la consolidación de la cultura, el idioma y la identidad de Ucrania. Al mismo tiempo, con el pretexto de combatir el llamado chovinismo de las grandes potencias rusas, a menudo se imponía la ucranización a quienes no se veían a sí mismos como ucranianos. Esta política nacional soviética aseguró a nivel estatal la disposición sobre tres pueblos eslavos separados: ruso, ucraniano y bielorruso, en lugar de la gran nación rusa, un pueblo trino compuesto por velikorusos, malorrusos y bielorrusos.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
En 1939, la URSS recuperó las tierras que antes había tomado Polonia. Una gran parte de estos se convirtió en parte de la Ucrania soviética. En 1940, la República Socialista Soviética de Ucrania incorporó parte de Besarabia, que había sido ocupada por Rumania desde 1918, así como el norte de Bucovina. En 1948, la isla Zmeyiniy (isla de las serpientes) en el Mar Negro se convirtió en parte de Ucrania. En 1954, la región de Crimea de la RSFSR fue entregada a la RSS de Ucrania, en flagrante violación de las normas legales vigentes en ese momento.
Me gustaría detenerme en el destino de la Rutenia de los Cárpatos, que pasó a formar parte de Checoslovaquia tras la desintegración de Austria-Hungría. Los rusins constituían una parte considerable de la población local. Si bien esto ya casi no se menciona, después de la liberación de Transcarpatia por las tropas soviéticas, el congreso de la población ortodoxa de la región votó a favor de la inclusión de la Rutenia de los Cárpatos en la RSFSR o, como república de los Cárpatos separada, en la propia URSS. Sin embargo, se ignoró la elección de las personas. En el verano de 1945, se anunció el acto histórico de la reunificación de la Ucrania de los Cárpatos «con su antigua patria, Ucrania», como lo expresó el periódico Pravda .
Por lo tanto, la Ucrania moderna es completamente producto de la era soviética. Sabemos y recordamos bien que se formó, en gran parte, en las tierras de la Rusia histórica. Para asegurarse de eso, basta con mirar los límites de las tierras reunidas con el estado ruso en el siglo XVII y el territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania cuando abandonó la Unión Soviética.
Los bolcheviques trataron al pueblo ruso como material inagotable para sus experimentos sociales. Soñaban con una revolución mundial que acabaría con los estados nacionales. Por eso fueron tan generosos al trazar fronteras y otorgar dones territoriales. Ya no importa cuál era exactamente la idea de los líderes bolcheviques que estaban despedazando al país. Podemos estar en desacuerdo sobre los detalles menores, los antecedentes y la lógica detrás de ciertas decisiones. Un hecho es muy claro: Rusia fue robada, de hecho.
Al trabajar en este artículo, me basé en documentos de código abierto que contienen hechos bien conocidos en lugar de algunos registros secretos. Los líderes de la Ucrania moderna y sus «patrocinadores» externos prefieren pasar por alto estos hechos. Sin embargo, no pierden la oportunidad, tanto dentro como fuera del país, de condenar «los crímenes del régimen soviético», enumerando entre ellos hechos con los que ni el PCUS, ni la URSS, y mucho menos la Rusia moderna, tienen nada que ver. . Al mismo tiempo, los esfuerzos de los bolcheviques por separar de Rusia sus territorios históricos no se consideran un crimen. Y sabemos por qué: si provocaron el debilitamiento de Rusia, nuestros malos deseos están contentos con eso.
Por supuesto, dentro de la URSS, las fronteras entre repúblicas nunca fueron vistas como fronteras estatales; eran nominales dentro de un solo país, que, si bien presentaba todos los atributos de una federación, estaba altamente centralizado; esto, nuevamente, estaba asegurado por el papel de liderazgo del PCUS. Pero en 1991, todos esos territorios y, lo que es más importante, la gente, se encontraron en el extranjero de la noche a la mañana, arrebatados, esta vez de hecho, de su patria histórica.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
¿Qué se puede decir a esto? Las cosas cambian: los países y las comunidades no son una excepción. Por supuesto, una parte de un pueblo en el proceso de su desarrollo, influenciado por una serie de razones y circunstancias históricas, puede tomar conciencia de sí mismo como una nación separada en un momento determinado. ¿Cómo debemos tratar eso? Solo hay una respuesta: ¡con respeto!
Quieres establecer tu propio estado: ¡eres bienvenido! ¿Pero cuáles son los términos? Recordaré la valoración de una de las figuras políticas más destacadas de la nueva Rusia, el primer alcalde de San Petersburgo, Anatoly Sobchak. Como jurista que creía que toda decisión debe ser legítima, en 1992 compartió la siguiente opinión: las repúblicas fundadoras de la Unión, habiendo denunciado el Tratado de la Unión de 1922, deben volver a las fronteras que tenían antes de unirse a la Unión Soviética. Unión. Todas las demás adquisiciones territoriales están sujetas a discusión, negociación, dado que el terreno ha sido revocado.
En otras palabras, cuando te vayas, llévate lo que trajiste contigo. Esta lógica es difícil de refutar. Solo diré que los bolcheviques se habían embarcado en remodelar las fronteras incluso antes de la Unión Soviética, manipulando territorios a su gusto, sin tener en cuenta las opiniones de la gente.
La Federación de Rusia reconoció las nuevas realidades geopolíticas: y no solo reconoció, sino que, de hecho, hizo mucho para que Ucrania se estableciera como un país independiente. Durante los difíciles años noventa y el nuevo milenio, hemos brindado un apoyo considerable a Ucrania. Independientemente de la «aritmética política» propia que Kiev desee aplicar, en 1991-2013, los ahorros presupuestarios de Ucrania ascendieron a más de 82 000 millones de dólares estadounidenses, mientras que en la actualidad se aferran a los 1500 millones de dólares estadounidenses de pagos rusos para el tránsito de gas a Europa. . Si se hubieran mantenido los lazos económicos entre nuestros países, Ucrania disfrutaría del beneficio de decenas de miles de millones de dólares.
Ucrania y Rusia se han desarrollado como un sistema económico único durante décadas y siglos. La profunda cooperación que tuvimos hace 30 años es un ejemplo que la Unión Europea debe admirar. Somos socios económicos complementarios naturales. Una relación tan estrecha puede fortalecer las ventajas competitivas, aumentando el potencial de ambos países.
Ucrania solía poseer un gran potencial, que incluía una poderosa infraestructura, un sistema de transporte de gas, industrias avanzadas de construcción naval, aviación, ingeniería de cohetes e instrumentos, así como escuelas científicas, de diseño e ingeniería de clase mundial. Al hacerse cargo de este legado y declarar la independencia, los líderes ucranianos prometieron que la economía ucraniana sería una de las principales y que el nivel de vida estaría entre los mejores de Europa.
Hoy, los gigantes industriales de alta tecnología que alguna vez fueron el orgullo de Ucrania y de toda la Unión, se están hundiendo. La producción de ingeniería se ha reducido en un 42 por ciento en diez años. La escala de desindustrialización y degradación económica general es visible en la producción de electricidad de Ucrania, que ha experimentado una disminución de casi dos veces en 30 años. Finalmente, según informes del FMI, en 2019, antes de que estallara la pandemia de coronavirus, el PIB per cápita de Ucrania había estado por debajo de los 4.000 dólares. Esto es menos que en la República de Albania, la República de Moldavia o Kosovo no reconocido. Hoy en día, Ucrania es el país más pobre de Europa.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
¿Quién tiene la culpa de esto? ¿Es culpa del pueblo de Ucrania? Ciertamente no. Fueron las autoridades ucranianas las que desperdiciaron y desperdiciaron los logros de muchas generaciones. Sabemos lo trabajadora y talentosa que es la gente de Ucrania. Pueden lograr el éxito y resultados sobresalientes con perseverancia y determinación. Y estas cualidades, así como su franqueza, optimismo innato y hospitalidad, no han desaparecido. Los sentimientos de millones de personas que tratan a Rusia no solo bien sino con gran afecto, tal como nosotros sentimos por Ucrania, siguen siendo los mismos.
Hasta 2014, cientos de convenios y proyectos conjuntos tenían como objetivo el desarrollo de nuestras economías, los vínculos comerciales y culturales, el fortalecimiento de la seguridad y la solución de problemas sociales y ambientales comunes. Aportaron beneficios tangibles a las personas, tanto en Rusia como en Ucrania. Esto es lo que creíamos que era más importante. Y es por eso que tuvimos una interacción fructífera con todos, enfatizo, con todos los líderes de Ucrania.
Incluso después de los eventos en Kiev de 2014, encargué al gobierno ruso que elaborara opciones para preservar y mantener nuestros lazos económicos dentro de los ministerios y agencias relevantes. Sin embargo, no hubo ni existe todavía una voluntad mutua de hacer lo mismo. Sin embargo, Rusia sigue siendo uno de los tres principales socios comerciales de Ucrania, y cientos de miles de ucranianos vienen a trabajar con nosotros y encuentran una acogida y un apoyo bienvenidos. De modo que lo que es el «estado agresor».
Cuando se derrumbó la URSS, muchas personas en Rusia y Ucrania creyeron y asumieron sinceramente que nuestros estrechos lazos culturales, espirituales y económicos ciertamente durarían, al igual que la comunidad de nuestro pueblo, que siempre había tenido un sentido de unidad en su núcleo. Sin embargo, los eventos, al principio gradualmente y luego más rápidamente, comenzaron a moverse en una dirección diferente.
En esencia, los círculos gobernantes de Ucrania decidieron justificar la independencia de su país negando su pasado, sin embargo, excepto por cuestiones fronterizas. Comenzaron a mitificar y reescribir la historia, editar todo lo que nos unía y referirse al período en el que Ucrania era parte del Imperio Ruso y la Unión Soviética como ocupación. La tragedia común de colectivización y hambruna de principios de la década de 1930 se describió como el genocidio del pueblo ucraniano.
Los radicales y los neonazis se mostraban abiertos y cada vez más insolentes acerca de sus ambiciones. Fueron complacidos tanto por las autoridades oficiales como por los oligarcas locales, que robaron a la gente de Ucrania y guardaron su dinero robado en bancos occidentales, listos para vender su patria en aras de preservar su capital. A esto debe agregarse la persistente debilidad de las instituciones estatales y la posición de rehén voluntario de la voluntad geopolítica de otra persona.
Recuerdo que hace mucho tiempo, mucho antes de 2014, los Estados Unidos y los países de la UE presionaron sistemática y constantemente a Ucrania para que recortara y limitara la cooperación económica con Rusia. Nosotros, como el mayor socio comercial y económico de Ucrania, sugerimos discutir los problemas emergentes en el formato Ucrania-Rusia-UE. Pero nos dijeron que Rusia no tenía nada que ver con eso y que la cuestión solo afectaba a la UE y Ucrania. Los países occidentales de facto rechazaron los repetidos llamamientos de Rusia al diálogo.
Paso a paso, Ucrania fue arrastrada a un peligroso juego geopolítico destinado a convertir a Ucrania en una barrera entre Europa y Rusia, un trampolín contra Rusia. Inevitablemente, llegó un momento en que el concepto de «Ucrania no es Rusia» ya no era una opción. Había una necesidad del concepto «anti-Rusia» que nunca aceptaremos.
Los propietarios de este proyecto tomaron como base los viejos cimientos de los ideólogos polaco-austríacos para crear una «Rusia anti-Moscú». Y no hay necesidad de engañar a nadie de que esto se está haciendo en interés del pueblo de Ucrania. La Commonwealth polaco-lituana nunca necesitó la cultura ucraniana, y mucho menos la autonomía cosaca. En Austria-Hungría, las tierras históricas de Rusia fueron explotadas sin piedad y siguieron siendo las más pobres. Los nazis, instigados por colaboradores de la OUN-UPA, no necesitaban a Ucrania, sino un espacio vital y esclavos para los señores arios.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
Tampoco se pensó en los intereses del pueblo ucraniano en febrero de 2014. El legítimo descontento público, causado por agudos problemas socioeconómicos, errores y acciones inconsistentes de las autoridades de la época, fue simplemente explotado cínicamente. Los países occidentales interfirieron directamente en los asuntos internos de Ucrania y apoyaron el golpe. Los grupos nacionalistas radicales le sirvieron de ariete. Sus lemas, ideología y rusofobia agresiva y descarada se han convertido en gran medida en elementos definitorios de la política estatal en Ucrania.
Todas las cosas que nos unieron y nos unieron hasta ahora fueron atacadas. En primer lugar, el idioma ruso. Permítanme recordarles que las nuevas autoridades de «Maidan» primero intentaron derogar la ley sobre la política lingüística estatal. Luego estaba la ley sobre la «purificación del poder», la ley sobre educación que prácticamente eliminó el idioma ruso del proceso educativo.
Por último, ya en mayo de este año, el actual presidente presentó a la Rada un proyecto de ley sobre «pueblos indígenas». Solo aquellos que constituyen una minoría étnica y no tienen su propia entidad estatal fuera de Ucrania son reconocidos como indígenas. Se ha aprobado la ley. Se han sembrado nuevas semillas de discordia. Y esto está sucediendo en un país, como ya lo he señalado, que es muy complejo en cuanto a su composición territorial, nacional y lingüística, y su historia de formación.
Puede haber un argumento: si se está hablando de una sola nación grande, una nación trina, entonces, ¿qué importa quiénes se consideran a sí mismos: rusos, ucranianos o bielorrusos? Estoy completamente de acuerdo con esto. Sobre todo porque la determinación de la nacionalidad, especialmente en las familias mixtas, es el derecho de cada individuo, libre de hacer su propia elección.
Pero el hecho es que la situación en Ucrania hoy es completamente diferente porque implica un cambio de identidad forzado. Y lo más despreciable es que los rusos en Ucrania se ven obligados no solo a negar sus raíces, generaciones de sus antepasados, sino también a creer que Rusia es su enemigo. No sería exagerado decir que el camino de la asimilación forzada, la formación de un estado ucraniano étnicamente puro, agresivo hacia Rusia, es comparable en sus consecuencias al uso de armas de destrucción masiva contra nosotros. Como resultado de una división tan dura y artificial de rusos y ucranianos, el pueblo ruso en total puede disminuir en cientos de miles o incluso en millones.
Nuestra unidad espiritual también ha sido atacada. Como en los días del Gran Ducado de Lituania, se ha iniciado un nuevo eclesiástico. Las autoridades seculares, sin ocultar sus objetivos políticos, han interferido descaradamente en la vida de la iglesia y han llevado las cosas a una escisión, a la toma de iglesias, a las golpizas de sacerdotes y monjes. Incluso la amplia autonomía de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, mientras mantiene la unidad espiritual con el Patriarcado de Moscú, les desagrada profundamente. Tienen que destruir a toda costa este símbolo prominente y centenario de nuestro parentesco.
Creo que también es natural que los representantes de Ucrania voten una y otra vez en contra de la resolución de la Asamblea General de la ONU que condena la glorificación del nazismo. Las marchas y procesiones con antorchas en honor a los criminales de guerra restantes de las unidades de las SS se llevan a cabo bajo la protección de las autoridades oficiales. Mazepa, que traicionó a todos, Petliura, que pagó el patrocinio polaco con tierras ucranianas, y Bandera, que colaboró con los nazis, están clasificados como héroes nacionales. Se está haciendo todo lo posible para borrar de la memoria de las generaciones jóvenes los nombres de auténticos patriotas y vencedores, que siempre han sido el orgullo de Ucrania.
Para los ucranianos que lucharon en el Ejército Rojo, en unidades partisanas, la Gran Guerra Patriótica fue de hecho una guerra patriótica porque estaban defendiendo su hogar, su gran Patria común. Más de dos mil soldados se convirtieron en héroes de la Unión Soviética. Entre ellos se encuentran el legendario piloto Ivan Kozhedub, intrépido francotirador, defensor de Odessa y Sebastopol Lyudmila Pavlichenko, el valiente comandante guerrillero Sidor Kovpak. Esta generación indomable luchó, esa gente dio su vida por nuestro futuro, por nosotros. Olvidar su hazaña es traicionar a nuestros abuelos, madres y padres.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
El proyecto anti-Rusia ha sido rechazado por millones de ucranianos. La gente de Crimea y los residentes de Sebastopol tomaron una decisión histórica. Y la gente del sureste trató pacíficamente de defender su postura. Sin embargo, todos ellos, incluidos los niños, fueron etiquetados como separatistas y terroristas. Fueron amenazados con la limpieza étnica y el uso de la fuerza militar. Y los residentes de Donetsk y Lugansk tomaron las armas para defender su hogar, su idioma y sus vidas. ¿Se les dejó otra opción después de los disturbios que azotaron las ciudades de Ucrania, después del horror y la tragedia del 2 de mayo de 2014 en Odessa, donde los neonazis ucranianos quemaron vivas a personas para convertirlo en un nuevo Katyn? La misma masacre estaba lista para ser llevada a cabo por los seguidores de Bandera en Crimea, Sebastopol, Donetsk y Lugansk. Incluso ahora no abandonan tales planes. Están esperando su momento. Pero su hora no llegará.
El golpe de Estado y las posteriores acciones de las autoridades de Kiev provocaron inevitablemente enfrentamientos y guerras civiles. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos estima que el número total de víctimas del conflicto en Donbas ha superado las 13.000. Entre ellos se encuentran los ancianos y los niños. Son pérdidas terribles e irreparables.
Rusia ha hecho todo lo posible para detener el fratricidio. Se han concluido los acuerdos de Minsk destinados a una solución pacífica del conflicto en Donbas.Estoy convencido de que todavía no tienen alternativa. En cualquier caso, nadie ha retirado sus firmas del Paquete de Medidas de Minsk o de las declaraciones relevantes de los líderes de los países del formato Normandía. Nadie ha iniciado una revisión de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de 17 de febrero de 2015.
Durante las negociaciones oficiales, especialmente después de ser controlados por socios occidentales, los representantes de Ucrania declaran regularmente su «total adhesión» a los acuerdos de Minsk, pero de hecho se guían por una posición de «inaceptabilidad». No tienen la intención de discutir seriamente ni el estatus especial de Donbás ni las salvaguardas para las personas que viven allí. Prefieren explotar la imagen de la «víctima de agresión externa» y vender la rusofobia. Organizan provocaciones sangrientas en Donbas. En resumen, atraen la atención de patrocinadores y maestros externos por todos los medios.
Aparentemente, y estoy cada vez más convencido de esto: Kiev simplemente no necesita Donbas. ¿Por qué? Porque, en primer lugar, los habitantes de estas regiones nunca aceptarán el orden que han intentado y tratan de imponer por la fuerza, el bloqueo y las amenazas. Y en segundo lugar, el resultado de Minsk-1 y Minsk-2, que brindan una oportunidad real de restaurar pacíficamente la integridad territorial de Ucrania al llegar a un acuerdo directamente con la RPD y la RPD con Rusia, Alemania y Francia como mediadores, contradice todo lógica del proyecto anti-Rusia. Y sólo puede sostenerse mediante el cultivo constante de la imagen de un enemigo interno y externo. Y agregaría, bajo la protección y el control de las potencias occidentales.
Esto es lo que realmente está sucediendo. En primer lugar, nos enfrentamos a la creación de un clima de miedo en la sociedad ucraniana, una retórica agresiva, complacer a los neonazis y militarizar el país. Junto con eso, estamos presenciando no solo una dependencia completa sino un control externo directo, incluida la supervisión de las autoridades ucranianas, los servicios de seguridad y las fuerzas armadas por parte de asesores extranjeros, el «desarrollo» militar del territorio de Ucrania y el despliegue de la infraestructura de la OTAN. No es una coincidencia que la flagrante ley sobre «pueblos indígenas» antes mencionada fuera adoptada al amparo de ejercicios de la OTAN a gran escala en Ucrania.
Esto también es un disfraz para la toma de control del resto de la economía ucraniana y la explotación de sus recursos naturales. La venta de tierras agrícolas no está lejos y es obvio quién la comprará. De vez en cuando, Ucrania recibe recursos financieros y préstamos, pero en sus propias condiciones y persiguiendo sus propios intereses, con preferencias y beneficios para las empresas occidentales. Por cierto, ¿quién pagará estas deudas? Aparentemente, se supone que esto tendrá que ser realizado no solo por la generación actual de ucranianos, sino también por sus hijos, nietos y probablemente bisnietos.
Los autores occidentales del proyecto anti-Rusia configuraron el sistema político ucraniano de tal manera que los presidentes, miembros del parlamento y ministros cambiarían, pero la actitud de separación y enemistad con Rusia se mantendría. Alcanzar la paz fue el principal lema electoral del presidente en ejercicio. Llegó al poder con esto. Las promesas resultaron ser mentiras. Nada ha cambiado. Y de alguna manera, la situación en Ucrania y alrededor de Donbas incluso se ha degenerado.
En el proyecto anti-Rusia, no hay lugar ni para una Ucrania soberana ni para las fuerzas políticas que intentan defender su independencia real. Aquellos que hablan de reconciliación en la sociedad ucraniana, de diálogo, de encontrar una salida al estancamiento actual, son etiquetados como agentes «prorrusos».
Una vez más, para muchas personas en Ucrania, el proyecto anti-Rusia es simplemente inaceptable. Y hay millones de personas así. Pero no se les permite levantar la cabeza. Se les ha quitado la oportunidad legal de defender su punto de vista. Son intimidados, llevados a la clandestinidad. No solo son perseguidos por sus convicciones, por la palabra hablada, por la expresión abierta de su posición, sino que también son asesinados. Los asesinos, por regla general, quedan impunes.
Hoy, el patriota de «derecha» de Ucrania es sólo el que odia a Rusia. Además, se propone que todo el Estado ucraniano, tal como lo entendemos, se construya exclusivamente sobre esta idea. El odio y la ira, como la historia mundial lo ha demostrado repetidamente, son una base muy inestable para la soberanía, plagada de muchos riesgos graves y consecuencias nefastas.Anuncioshttps://d-9051290653169593455.ampproject.net/2202142035002/frame.html
Todos los subterfugios asociados con el proyecto anti-Rusia son claros para nosotros. Y nunca permitiremos que nuestros territorios históricos y las personas cercanas a nosotros que viven allí se utilicen contra Rusia. Y a aquellos que emprenderán tal intento, me gustaría decirles que de esta manera destruirán su propio país.
A las autoridades de Ucrania en ejercicio les gusta referirse a la experiencia occidental, considerándola un modelo a seguir. Solo eche un vistazo a cómo viven Austria y Alemania, los EE. UU. Y Canadá uno al lado del otro. Cercanos en composición étnica, cultura, de hecho compartiendo un idioma, siguen siendo estados soberanos con sus propios intereses, con su propia política exterior. Pero esto no les impide la más estrecha integración o relaciones aliadas. Tienen bordes transparentes muy condicionales. Y al cruzarlos los ciudadanos se sienten como en casa. Crean familias, estudian, trabajan, hacen negocios. Por cierto, también lo hacen millones de los nacidos en Ucrania que ahora viven en Rusia. Los vemos como nuestra propia gente cercana.
Rusia está abierta al diálogo con Ucrania y dispuesta a discutir los temas más complejos. Pero es importante que entendamos que nuestro socio está defendiendo sus intereses nacionales pero no sirviendo a los de otra persona, y no es una herramienta en manos de otra persona para luchar contra nosotros.
Respetamos la lengua y las tradiciones ucranianas. Respetamos el deseo de los ucranianos de ver su país libre, seguro y próspero.
Estoy seguro de que la verdadera soberanía de Ucrania solo es posible en asociación con Rusia. Nuestros lazos espirituales, humanos y de civilización se formaron durante siglos y tienen su origen en las mismas fuentes, se han endurecido por pruebas, logros y victorias comunes. Nuestro parentesco se ha transmitido de generación en generación. Está en el corazón y en la memoria de las personas que viven en la Rusia y Ucrania modernas, en los lazos de sangre que unen a millones de nuestras familias. Juntos siempre hemos sido y seremos muchas veces más fuertes y exitosos. Porque somos un solo pueblo.
Hoy en día, algunas personas pueden percibir estas palabras con hostilidad. Pueden interpretarse de muchas formas posibles. Sin embargo, mucha gente me escuchará. Y diré una cosa: Rusia nunca ha sido y nunca será «anti-Ucrania». Y lo que será Ucrania, es decisión de sus ciudadanos.
Vladimir Putin
https://laverdadofende.blog/2022/02/...ladimir-putin/
A diferencia de otras veces, en esta ocasión he preferido no destacar, subrayar, u ordenar nada. Lo he copiado del enlace de aquí arriba mismo y que cada uno lo lea como quiera.
Última edición por Valmadian; 27/02/2022 a las 18:04
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Y, desde luego, el problema no se soluciona con bravuconadas como ésta, con ese "te vas a enterar" dicho fuera de sí y a destiempo, pues sin duda Putin y Rusia ya está temblando, y no por el frío precisamente, sino por el aullido desaforado de este ¡Heil Hitler! que augura el rearme alemán, y no es difícil suponer que el de toda la UE a renglón seguido, con lo que se le da la razón a los argumentos rusos sobre el nazismo muy evidente en Ucrania y latente en Europa.
Scholz planta cara a Putin y promete que hará «todo lo necesario» para garantizar la paz en Europa
El canciller ha prometido que «a partir de ahora, año tras año, Alemania invertirá más del dos por ciento de su producto interior bruto en nuestra defensa»
Guerra Ucrania - Rusia, en directo | El canciller alemán planta cara a Putin en un discurso histórico
Rosalía Sánchez
BERLÍN 27/02/2022
El canciller alemán, Olaf Scholz, ha vuelto a condenar enérgicamente el ataque ruso a Ucrania y lo ha descrito como un punto de inflexión de gran alcance. «Estamos viviendo un punto de inflexión, Eso significa que el mundo de después ya no es el mismo que el de antes», ha declarado ante el pleno del Bundestag, reunión en sesión extraordinaria, una sesión especial del Bundestag, en la que ha anunciado una dotación adicional de 100.000 millones de euros para el ejército alemán.
El núcleo de la cuestión, según ha expuesto al parlamento alemán, es si el poder de la fuerza puede infringir la ley y si se puede permitir que el presidente ruso, Vladimir Putin, haga retroceder el reloj a las grandes potencias del siglo XIX, «o si podemos reunir la fuerza para poner límites a belicistas como Putin».
«Debemos disuadir a Putin de su curso de guerra», ha enfatizado. El líder de la oposición conservadora, Friedridh Merz, en la misma sesión parlamentaria, ha dejado clara su posición: «Ya es suficiente, es hora de hacer frente a Putin». «Las sanciones surtirán su efecto», ha confiado, y ha llamado a la economía alemana de «dejar de ser el tonto útil de Vladimir Putin».
La nueva dotación presupuestaria para el ejército alemán irá destinada a inversiones y proyectos de armamento a través de un fondo especial. El dinero aparecerá el presupuesto federal de 2022 y Scholz ha prometido que «a partir de ahora, año tras año, Alemania invertirá más del dos por ciento de su producto interior bruto en nuestra defensa».
Reformar la Bundeswehr
Scholz, que pertenece al Partido Socialdemócrata, tradicionalmente en contra del rearme, ha reconocido ahora que la Bundeswehr necesita «capacidades nuevas y fuertes». El punto de referencia debe ser que se haga «todo lo necesario para asegurar la paz en Europa». «Una cosa está clara: tenemos que invertir mucho más en la seguridad de nuestro país para proteger nuestra libertad y nuestra democracia de esta manera», ha dicho, marcando como objetivo una Bundeswehr eficiente, muy moderna y progresista.
Scholz ha hecho un llamado a todos los grupos parlamentarios en el Bundestag para anclar ese fondo especial en la Ley Fundamental. El ministro de Finanzas, Christian Lindner (FDP), quiere presentar el presupuesto para 2022 al gabinete el 9 de marzo. El canciller alemán a señalado, además, que con el ataque a Ucrania Putin había iniciado “una guerra de agresión a sangre fría. Y esto se hace por una razón: la libertad de los ucranianos pone en duda su propio régimen opresor. Eso es inhumano. Esto va en contra del derecho internacional. Nada ni nadie puede justificar eso”.
El ataque ruso a Ucrania ha sido condenado por unanimidad por representantes de todos los grupos parlamentarios. La izquierda y la extrema derecha de AfD, que previamente habían rechazado la política de sanciones contra Rusia, también han expresado sus críticas a Putin.
https://www.abc.es/internacional/abc...6_noticia.html
Es decir, a toro pasado amenzando en lugarn de buscar toda posible solución pacífica. Y es que esta es la vía recta para la Tercera Guerra Mundial
Pues qué carajo, los demás también tendremos algo que decir, ¿o no? ¿o aquí sólo hablan y deciden los más tarados hijos de puta entre todos los tarados?.
Putin pone en alerta máxima sus fuerzas de disuasión nuclear.
El presidente de Rusia da un nuevo golpe sobre la mesa al reaccionar de esta manera a las “declaraciones agresivas” de los principales países de la OTAN
https://www.larazon.es/internacional...f7dzvdeva.html
No ha tardado nada la respuesta al boche hitlerito, y con una cósmica diferencia, el hitlerito dice que va a reforzar las FFAA alemanas en los próximos años, mientras enfrente ¡YA! han activado la estructura para la guerra nuclear. Pero no hay problema, el hitlerito no dimitirá de foma inmediata por su absoluta idiocia absurda. Ni la bruja europea intentará calmar los ánimos, que para eso está removiendo su caldero de maldades.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
Y aunque más bien es Roma quien debilita la comunión, las cabezas no bailan por eso, sino más bien al contrario porque es allá donde andan como pollo sin cabeza respecto a la Doctrina bimilenaria, y lo que es más grave, como cuando empezaron cargándose el Primer Mandamiento introduciendo el culto a un cacho de madera, o lo que es igual, señal inequívoca de religión totémica. Léase Las formas elementales de la vida religiosa Emile DURKHEIM.
Llevo una larga temporada acumulando toda clase de disparates que están saliendo de elementazos de esta Iglesia, que ya no es Iglesia. Disparates en los que se llega a afirmar que no hay que evangelizar en clarísima contradiccíon con el mandato del mismisimo Cristo. Pero ya sabemos que todo esto ha de acontener antes de su Segunda Venida.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
No sé qué pueda haber de racista en lo que he publicado, procedente en algunos casos de publicaciones o webs tradicionalistas. Me tomo con mucha reserva lo que dicen en los telediarios, que ya sabemos lo que pasa en todas las guerras, e incluso con otros temas. Aunque estoy más familiarizado con la historia de España, Hispanoamérica y el Pacífico español, también he leído algunos libros de historia de Rusia, y no precisamente a raíz de esta situación actual (no ando muy sobrado de tiempo en estos días), sino hace años ya. Por eso, tengo alguna idea de la situación. Hay que tener en cuenta también que Putin tiene muy mala prensa. No es ningún santo, desde luego, y es un hombre autoritario, pero en Occidente tienden a presentarlo como una especie de ogro. Siempre hablan de su pasado en el KGB, pero nunca nos dirán en los telediarios ni en la prensa que condena las atrocidades del comunismo, ni de que ha presidido funerales de estado por las víctimas de la URSS. No nos cuentan que este hombre experimentó una conversión, es muy religioso y cumple el precepto de asistir a la liturgia sagrada (equivalente ortodoxo de la Misa católica) los domingos y fiestas de guardar. Su oposición al NOM lo ha convertido en un apestado. En Rusia está prohibida la propaganda LGTB, y es inconcebible y legalmente no se reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo. Se promueve la familia y se incentiva mediante generosas ayudas por cada nacimiento. Allí no se está produciendo una sustitución de la población autóctona por invasión de forasteros. Y no es racismo, porque hay muchas minorías étnicas que conviven sin problema. Con todos los defectos que pueda tener Putin, es tan políticamente incorrecto que se ha ganado la animadversión de los países occidentales. Va a contracorriente en muchos aspectos. Todos rezamos porque la guerra acabe pronto, pero no olvidemos también que la primera baja en todas las guerras es la verdad. En los telediarios aparecen imágenes filmadas hace algunos años de bombardeos de otras guerras, explosiones en fábricas de productos químicos y desfiles aéreos, repito de hace algunos años. Están saliendo a la luz casos así en estos últimos días (ya lo hicieron con la Guerra del Golfo y otras posteriores). Esto ha pasado en España con Antena 3 y en Italia con la RAI; no hablo de canales locales de tercera categoría.
Creo que hay algo que Europa, Estados Unidos y el gobierno de Ucrania deben de entender. Rusia y Ucrania comparten vínculos históricos y un vínculo común. Son hermanos, son hijos de la Rus De Kiev. No se puede tapar el Sol con el dedo y tratar de vender algo que no es. Los Ucranianos no son ajenos a Rusia, y Kiev fue el origen político del Pueblo Ruso. La política que se vaya a entablar debe hacerse mirando este factor y en total respeto del mismo. He visto como se vende esto en muchos medios como si se tratara de dos pueblos que no tienen nada que ver entre sí y esto es falso. No comparto la actuación de Rusia en todo esto pero tampoco estoy de acuerdo con cómo Europa y demás potencias están tratando esto, tomando en muy poca cuenta los vínculos que unen a Rusia y Ucrania.
Abrazos a todos
Última edición por Michael; 28/02/2022 a las 07:10
La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.
Antonio Aparisi
«El agresor estratégico es la potencia que impulsa al propio adversario y lo obliga a convertirse en agresor operativo. La agresión estratégica comienza antes de la guerra, mientras que la agresión operativa marca el paso inicial»
Von Lohausen
El conflicto entre Ucrania y Rusia que llevaba mucho tiempo larvándose ha estallado después de que, desde hace mucho tiempo, el nacionalismo ucraniano ha venido siendo manipulado y utilizado por el bloque geopolítico encabezado por los EEUU y su colonia de la UE junto a su estructura militar de la OTAN para avanzar hacia la balcanización de Rusia. Estaban buscando la guerra y ya la tienen: los bombardeos ucranianos a la población de Donbass han forzado la intervención del ejército ruso. Las bombas ucranianas estaban cayendo sobre Donbass y eso Rusia lo tenía que parar, pero esto es algo que todos los medios de desinformación occidentales lo han ocultado haciendo ver que Rusia ha comenzado la invasión de Ucrania.
Nada nuevo, los medios occidentales mienten en todo, como tampoco es nuevo que todos los partidos políticos, desde Podemos hasta VOX están todos posicionados en el mismo bando geopolítico y por ello todos están diciendo lo mismo en este asunto, todos dicen que “Rusia es culpable”, lo que confirma que todos ellos son la voz de su amo. Rusia se ha visto obligada a tomar la iniciativa contra el ejército ucraniano, que no contra la población civil de Ucrania, ante la agresión ucraniana a Donbass, por lo que la Cámara Alta del parlamento de Rusia ha aprobado el uso de tropas rusas. La UE, colonia de Washington en Europa, ha obviado la agresión ucraniana al Donbass, y ha adoptado unas absurdas sanciones económicas oficiales contra Rusia en respuesta al reconocimiento por parte de Rusia de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Los globalistas también se han posicionado rápidamente con Ucrania ¿Les importa la vida de los ucranianos? desde luego que no.
El caso es que esta guerra se podía haber evitado, pero los EEUU y la OTAN querían esta guerra, que desde hace ya tiempo vienen siguiendo una política de cerco y acoso contra Rusia hasta llevar las tropas mercenarias de la OTAN a las mismas fronteras de Rusia. El jefe de la Marina alemana, el Vicealmirante Kay-Achim Schonbach, hizo unas declaraciones, no hace mucho, que le costaron el cargo, y lo que dijo fue de sentido común y de un evidente realismo político militar: lo que necesita Rusia es respeto entendido en un sentido amplio; y por tanto reconocimiento de sus intereses estratégicos y de seguridad nacional.
Lo cierto es que, desde hace años, Occidente (que hoy representa el enemigo nº 1 de Europa), ha estado demonizando a Rusia y criminalizando a Putin. Y la razón de ello es que se puso fin a la época del alcohólico irresponsable de Yeltsin y se reconstruyeron de nuevo las estructuras estatales e institucionales de la Federación Rusa, que ha reconstruido su orgullo nacional, su poder militar y económico, y ha recompuesto la economía y fortalecido el aparato militar, tecnológico y de seguridad. Y ante eso, el objetivo político de la estrategia militar del Pentágono y de la OTAN es el mismo objetivo que con China; es decir, aniquilar al actual equipo dirigente y poner otro más favorable a los intereses hegemónicos de los EEUU. El escenario de fondo es la transición a un mundo multipolar que pone en cuestión la hegemonía de EEUU y sus cipayos de la UE organizados en la OTAN. El conflicto de Ucrania es una señal de profundos cambios en la estructura de poder mundial. No tener en cuenta esto es perderse definitivamente y hacer el juego a los intereses de la Administración Biden. Las intervenciones militares imperialistas de los EEUU en Afganistán, Irak, Libia, Siria, etc., deberían haber servido ya a estas alturas para darse cuenta de Ucrania es más de lo mismo, la forma de actuar del único imperialismo que existe hoy con más de 700 bases militares en 80 países, y con el 60% del gasto militar mundial
Por eso, ponerse del lado del gobierno ucraniano equivale a ponerse del lado del Pentágono y de la OTAN, no de Ucrania, la cual, dicho sea de paso, en su parte oriental, tiene una población mayoritariamente rusa.
Lo lamentable es que muchos supuestos “nacionalistas” y “patriotas” que se expresan como “vendepatrias” atlantistas, a los que se les paró el reloj en 1941, y que siguen anclados en un primitivo anticomunismo hoy fuera de lugar, y que por ello siguen viendo a Rusia como la URSS, estén dando por buena la intoxicación informativa occidental. que nos machaca en todos sus medios con que Rusia quería invadir Ucrania, lo cual es mentira, pues la realidad es que, desde hace años, Rusia ha denunciado las vulneraciones de los derechos humanos de la población rusófona, que es nada menos que el 40% del total de la población de Ucrania. Occidente denunció la “anexión” de Crimea, que solo había formado parte de Ucrania desde el periodo estalinista, “anexión” que además se realizó tras un referéndum en el que la población apoyó masivamente su carácter ruso. Occidente ha denunciado también la existencia de las Repúblicas del Dontsk y de Lugansk, cuya población es rusoparlante en su casi totalidad, y que desean inequívocamente integrarse en la Federación Rusa. De hecho, incluso Kiev las ha considerado fuera de su territorio.
Rusia nunca ha querido esta guerra y mucho menos una guerra generalizada, pues la actual crisis la ha desencadenado Occidente, tratando de integrar a Ucrania en la OTAN y en la UE, que es lo que nos ha conducido al momento actual. Ello ha llevado al reconocimiento de las repúblicas de Donestk y de Lubansk por parte de Moscú, asumiendo la protección de estos territorios que ya eran independientes de Kiev. Y como ya se ha dicho, todos los medios de desinformación y de intoxicación occidentales han ocultado que Rusia ha tomado la iniciativa después de hayan caído bombas ucranianas en Donbass y se hayan producido atentados en las capitales de esas dos repúblicas, siendo la operación militar rusa una acción limitada a esas dos repúblicas que hace años decidieron independizarse de Kiev, y no un ataque masivo contra Ucrania como nos lo presentan los medios occidentales, que como de costumbre mienten al hablar de una “invasión de Ucrania”.
La solución a este conflicto pasa por la neutralidad de Ucrania, y por tanto una Ucrania independiente pero no anti-rusa, lo que implica un cambio de gobierno en Kiev y de la oligarquía mafiosa del país, una Ucrania que no se integre en la OTAN, y que mantenga una buena relación con Moscú. Pero la solución definitiva pasa por la disolución de la OTAN, la creación de una defensa europea independiente y autónoma de la OTAN, y el restablecimiento de relaciones económicas y diplomáticas de la UE con Moscú, extendiendo la neutralidad de Ucrania a toda Europa, o dicho de otro modo: la neutralidad de Europa pasa por la neutralidad de Ucrania. Ese es el camino hacia la independencia, la autonomía y la identidad de Europa. El problema es que la UE no es un sujeto autónomo en las Relaciones Internacionales, y por eso ni sabe ni puede definir sus intereses estratégicos, por lo que UE debería reformarse o sustituirse por otra estructura europea autónoma que se sacudiera su alianza con la OTAN y construyera una sólida alianza económica, política y militar con Rusia, pues Rusia es hoy el orgullo de Europa, de modo que la hora de Rusia es y será la hora de Europa.
Píldoras Anti-Masonería: ***AntiNOM: Rusia NO es culpable
Pero Alacrán, es que la historia de Rusia no comienza en 1917. ¿Qué estatus especial tenía Ucrania dentro del Imperio ruso antes de esa fecha? Sería como afirmar que Cataluña o las Vascongadas también tenían una condición privilegiada en España debido a los estatutos de la Segunda República. El hecho es que la Ucrania actual es una creación artificial soviética, creación con la que se identifican los separatistas antiespañoles:
https://mobile.twitter.com/ElHuffPos...78877261045764
Aquí, aunque el carnicero Otegui meta la coletilla del «NO a la OTAN» de rigor (aunque luego sea una burda mentira esta falsa oposición a la misma) la realidad es que también cuela de tapadillo sus simpatías con el gobierno ucraniano del judío Zelensky:
https://mobile.twitter.com/ArnaldoOt...66441090965509
Lo de Ucrania debería servirnos de ejemplo para ver por qué derroteros nos llevará el masónico régimen del 78: la desintegración total de (lo que que queda al menos) la unidad nacional de España. Todo eso con Marruecos acechando al sur mientras los medios prestan atención a Ucrania, y cómo no, con el apoyo de los EEUU, Francia, Israel, y en general nuestros enemigos históricos.
Saludos en Xto.
Última edición por ReynoDeGranada; 28/02/2022 a las 13:17
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
𝕽𝖆𝖒𝖎𝖗𝖔 𝕷𝖊𝖉𝖊𝖘𝖒𝖆 𝕽𝖆𝖒𝖔𝖘
Rusia, más que un injustamente tratado país, se asemeja más bien al Magog de las hordas salvajes con que ya se ha avisado en diversas profecías, ese enemigo en que se materializarían castigos por la impiedad.
¿O de verdad alguien se cree que la guardia de miles de chechenos sanguinarios que manda Putin a Ucrania son soldados del Arcángel San Gabriel?
Se os ha ido la peonza, definitivamente. No tengo duda de que imploraremos perdón a Dios por haber ofendido al sucesor de Pedro como hemos hecho tantos años.
¿Y qué? También el bando nacional tuvo entre sus combatientes a la leal y valerosa Guardia Mora o a los Regulares y no por ello era menos católico. Ya se sabe de sobra quiénes se posicionan del lado de Rusia y quiénes del de la OTAN, y ni mucho menos es dogma de fe estar con la primera, pero casualmente los enemigos de la Hispanidad se adhieren de manera unánimemente servil a la segunda:
https://mobile.twitter.com/falklands...91978148483073
Si el único criterio que tienes para posicionarte es la aversión a Rusia es asunto tuyo, pero luego no vengas tratando de vendernos que es lo correcto, ni repartiendo carnets de católicos o de patriotas (que no sé a santo de qué se mete aquí al Papado con calzador).
Saludos en Xto.
Última edición por ReynoDeGranada; 28/02/2022 a las 15:38
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
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¿ah, sí?¿también determinó el bando nacional que el Islam era parte de España, como ha hecho Putin?¿inauguró la mezquita más grande de Europa, como ha hecho Putin?
¿qué nos estás contando?
vaya papelón el tuyo, aquí defendiendo a Putin y al mismo tiempo atacando al papa, el mundo del revés... en mitad de Hispanismo.org., página que fue otrora todo un referente.
¿qué va a ser lo siguiente, decirnos que ahora el referente es Kiril y está por encima de Francisco?
En la prensa de la España nacional y durante el mandato del general Franco habían declaraciones muy amistosas hacia el mahometanismo (ignoro si existirá alguna del calibre de esas supuestas declaraciones de Putin, pero parecidas):
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Por otra parte, existían mezquitas en las provincias africanas españolas como Ifni o el Sáhara (esta de aquí abajo la inauguró el Caudillo en Ceuta en plena Cruzada, aunque no fuese la más grande de Europa) y hasta se subvencionaba con fondos públicos la peregrinación a la Meca de los españoles mahometanos.
29369992147_283548cd70_b.jpg
Repito, no sé por qué esa obsesión insana con el tema del Papa que sólo has sacado tú, creo que ningún católico cabal cuestiona su autoridad, y hasta entre los cismáticos orientales se suele reconocer la primacía de Roma dentro de la pentarquía. Pero bueno, ya veo que has venido a cumplir tu papel de troll y no a debatir. Ánimo, de todo se sale.
Saludos en Xto.
Última edición por ReynoDeGranada; 28/02/2022 a las 16:33
«¿Cómo no vamos a ser católicos? Pues ¿no nos decimos titulares del alma nacional española, que ha dado precisamente al catolicismo lo más entrañable de ella: su salvación histórica y su imperio? La historia de la fe católica en Occidente, su esplendor y sus fatigas, se ha realizado con alma misma de España; es la historia de España.»
𝕽𝖆𝖒𝖎𝖗𝖔 𝕷𝖊𝖉𝖊𝖘𝖒𝖆 𝕽𝖆𝖒𝖔𝖘
No, no encontrarás nada semejante a esto
ni acciones y declaraciones como estas
https://www.aa.com.tr/es/cultura/put...-rusia/1042652
y si las hubiere nos lo pones, no habrá problema ninguno en rebajar la valoración que pudiéramos tener de su legado
Última edición por Leolfredo; 28/02/2022 a las 16:48
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