CRÓNICA DE LA CONFERENCIA-COLOQUIO DE LA COMUNIÓN
TRADICIONALISTA CARLISTA DEL REINO DE SEVILLA;
“ EL PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD “ :
Jueves 25 de Mayo del año de 2006, eso de las 6.15 de la tarde en Bollullos de la Mitación. Solano del bueno pero con un ligero vientecito que asomaba amabilidad. En la parada del autobús una muchacha me pregunta por una calle del pueblo que no me suena, y es que como cambian tanto de nombre y uno conoce las antiguas calles por los antiguos barrios, pues se antoja a veces difícil guiar al forastero. La muchacha era de cabellos rubios y ojos pardos, bien escotada y con pantalones pirata, muy bonita, y mi sorpresa fue grande cuando comunicóme que era beréber de Tetuán….
Llego a la Estación de Autobuses Plaza de Armas a las 7 de la tarde. El Círculo Carlista Virgen de los Reyes de Sevilla está a unos 20 minutos, y por el camino puedo provocar una vez más, desde que abandono Marqués de Paradas y voy dejando la Calle Zaragoza el desastre que está hecha Sevilla y sobre todo con respecto al tráfico. La Plaza Nueva y toda la Avenida de la Constitución cortadas, y raro es el día que no hay alguna protesta en el ayuntamiento, y eso que Monteserrín, un cacique socialista más, lleva ya como 7 años de alcalde….
Total, el caso es que a y 25 ya ando por allí, y como aún es temprano, pues hasta las 8 no está programada la conferencia, me paro en la Casa de Soria a tomarme un buen café ( Donde por cierto se ha impuesto la ley antitabaco de todos los partidos memocráticos ), donde tengo que escuchar la impotente impertinencia acompañada de envidia de dos béticos expectantes ante lo que iba a anunciar Lopera, el César Don Manué….
A eso de menos cuarto, con una concurrida calle y con bastante gente entrando a rezar el rosario en la Capillita de San José y ya próxima la misa de 8, comienzan a llegar algunos correligionarios, con lo cual nos disponemos a subir al círculo.
Antes de comenzar la conferencia, hubo animosas tertulias, sobre todo con respecto a la alegría que sentimos los sevillistas por haber sido campeones de la UEFA, y es que es algo que nunca nos hubiéramos imaginado, eso de que el Barça o el Madrid nos hagan pasillo como campeones que somos….¡ Qué cosa ! Y el conferenciante, D. Juan Manuel Rodríguez, contándonos su experiencia en Eindhoven; dándonos envidia a más de uno y a más de dos.
Con todo, comenzó la conferencia a las 8.30. Ya puestas las sillas, se dispuso a hablarnos D. Juan Manuel Rodríguez del Principio de Subsidiariedad en su más amplio sentido, plenamente inserto en la Tradición Católica que ha guiado la esencia sociopolítica de la variedad hispánica.
No tengo memoria fotográfica, de hecho la memoria era de las pocas cosas buenas que un servidor de ustedes tenía y cada día parece que la voy perdiendo más; y de todas formas me imagino que la Comunión Tradicionalista Carlista, a través de la Junta de Sevilla, facilitará en no mucho tiempo el contenido íntegro de la conferencia.
Grosso modo, puedo decirles que D. Juan Manuel nos hizo una detallada exposición mediante ejemplos bien prácticos, comenzando con una defensa de la Doctrina Social de la Iglesia Católica, rememorando contenido de la encíclica Qvadragessimo anno del Santo Padre Pío XI. Curiosamente, si mal no recuerdan los asiduos a Hispanismo ( www.hispanismo.org ) no hace mucho hice un artículo al respecto sobre la época que nos detalla doctrinalmente D. Juan Manuel. Centróse en dos aspectos interrelacionados e importantísimos para comprender la esencia de la Tradición Hispana, que no puede asumir ni los presupuestos del liberalismo ni del totalitarismo, que al fin y al cabo beben de una fuente común: La Revolución ( Cabe reiterarse que todo en concordancia con la doctrina que los Papas de Roma desarrollaron ):
1 ) - Los cuerpos intermedios de la sociedad.
2 ) - Los fueros ( Explicando claramente el concepto federal ).
Con respecto al primer aspecto, destacóse su absoluta aniquilación, en varios procesos y formas si se quiere, por parte del centralismo de los liberales. El sistema no quiere una sociedad participativa ni de hombres libres que asuman sus necesidades. Por ello, nuestras tradiciones sociales y políticas nos refieren la existencia de cuerpos como los gremios o sindicatos. Por ello, D. Juan Manuel comienza explicando el tema con un donaire quizá propio de sus utreranas raíces, pero bien práctico: Una comunidad/asociación de vecinos. Imaginemos, pues, que el presidente de esa comunidad o asociación impusiera a sus vecinos, sin tener en cuenta la idiosincrasia familiar y aun puramente individual en qué lugar del piso tendrían que poner el jarrón. Pues así es como actúa el estado liberal con aquellos a los que malamente llama ciudadanos ( Es claro que el concepto liberal de “ ciudadanía “ es falso, como otras tantas cosas ). Claro está que en el momento en el que, aun en esa sociedad participativa de hombres libres, radique un conflicto porque se puede producir por una lógica contraposición de distintas necesidades, la labor del estado ( Recordemos que lo que defiende el carlismo es pues la Monarquía Católica Foral ) es precisamente arbitrar y posibilitar el bien común.
El estado se organiza de abajo a arriba ( En el refranero español hablamos de un hombre que se viste por los pies, por poner un curioso ejemplo que creo que viene al caso ) y no al revés, como entendieron---casos de Dollfuss o Salazar, por ejemplo----y entienden algunos malamente llamados “ corporativistas “. El estado es producto de la sociedad y de su natural diversidad y no un ente cuasi divino-todopoderoso, como definió Hegel en particular y el nacionalismo alemán---volkgeist que copietea con burdas maneras Enric Prat de la Riba---( O prusianista más bien ) en general; y como tanto se le ha secundado. La sociedad se organiza espontánea y culturalmente a través de peñas, tertulias, asociaciones de vecinos; entrando en política estrictamente radica desde la propia familia ( Atacado a diestro y siniestro por la democracia, lo cual es totalmente lógico ) al municipio, a la comarca, a la región ( Encuadrada a través de los tradicionales Reinos, Principados y Señoríos de las Españas ) hasta el propio estado; socialmente encuentra su autodefensa como trabajador que cumple una misión en su vida y ante su Patria y la Ley de Dios en el sindicato o el colegio profesional, encuadrados éstos según la idiosincrasia laboral; y no absorbiéndolos por el estado, caso de los sindicatos cipayos del capital, o bestialmente uniformados por el estatalismo de izquierdas.
Como ejemplo quizá a caballo entre la definición y defensa de los cuerpos intermedios de la sociedad y el foralismo, D. Juan Manuel Rodríguez nos puso el de las Hermandades o Cofradías, de honda tradición hispalense. Gracias a Dios a día de hoy aún se conservan dentro del ámbito eclesiástico y no estatal. Sus hermanos se rigen por las tradicionales reglas y en concordancia con la Dirección Espiritual se establecen los cultos, las obras de caridad, los preparativos para la estación de penitencia, el mantenimiento de la iglesia o ermita, etc. En cualquier caso, un dinámico ejemplo de sociedad autónoma, dirigida con el buen fin de la devoción religiosa y en barroquistas maneras sevillanas a dar testimonio de la Pasión de Cristo concretamente.
Claro está que la Nación Hispánica se forma a través de distintas regiones que por un ideal espiritual condensado en esos Concilios de Toledo. También existen rasgos innegables comunes de sangre y cultura que han ido entrelazándose a través de la Reconquista. E incluso en las distintas formaciones imperiales de la Corona de Castilla, la Corona de Aragón y la Corona de Portugal. Pero por encima de todo esa idea de Nación a priori y de Patria a posteriori y que se complementan en comunión no se entienden pues sino como máxima expresión de la Defensa de la Cristiandad. No hay nada que pueda ir por encima de Dios, de su Verbo. Cristo es el Camino, la Verdad, la Vida. Y si nuestros padres supieron ir uniéndose a través de distintos pueblos y regiones en su día fue por eso y no al revés. Otra vez volvemos a lo mismo quizá: De abajo a arriba, naturalidad, libertad, espiritualidad. Y también como dejó dicho Ramiro de Maeztu en Defensa de la Hispanidad: Servicio, jerarquía, hermandad. Que no veo yo que tengan precisamente contradicción ante Dios, la Patria, los Fueros y el Rey que pregona el carlismo. Y si nadie creo que niegue pues esos ancestrales lazos biológicos, en este sentido cabría hacer entender que la pluma del Inca Garcilaso rezuma hispanismo, mientras que Ben Humeya, que en realidad se llamaba Hernando De Córdoba y Valor es uno de los más claros estandartes de nuestra enemistad. Espero haberme explicado bien, aunque dada mi carestía de inteligencia y talento lo dudo….
Con respecto al segundo aspecto, el Fuero, de sobra es conocido que ha sido quizá el buque insignia junto a la defensa del Sagrado Altar que ha caracterizado la continuada lucha carlista. El Fuero no como privilegio exclusivista-dominador sino como abierto concepto jurídico-comunitario, condensación de los variados aspectos culturales, sociales, económicos, políticos. El fuero entendido ante todo como NORMA y no como mero lenguaje “ legislativo “. El fuero entendido no como mera reliquia sino como atención a la realidad del momento, y con posibilidad siempre de renovación en esas asambleas populares. El fuero entendido en su concepto de una España Federal, porque “ federar “ significa “ unir “ , “ cohesionar “ ( Foederatio que se decía en latín ); y es falso el sentido que dan socialistas y nacionalistas que se unen y aprovechan los años del liberalismo ( También de derechas por supuesto ) para asaltar lo que queda de España. Por ello no hemos de tener problema alguno en hablar de “ federalismo “ siempre y cuando sea en el auténtico sentido de la palabra. Es comprensible la dificultad debido a la liante habilidad de los hijos de la Revolución para con el lenguaje.
El gobernante, encaminado hacia una Monarquía de un Rey que reina y gobierna, debe atenerse con absoluto escrúpulo a sus fueros. Y desde la más pura doctrina isidoriana, que también desarrollaron otros grandes de la Cristiandad como Santo Tomás de Aquino y está refrendada en tantos documentos del Vaticano y que aún recordamos en los Papados de finales del XIX y principios del XX, así se evitarán los abusos de poder y el endiosamiento del hombre. El caudillaje es aceptable ( Ya nos habla de ello el Rey Alfonso X el Sabio, al cual, junto con su padre Fernando III el Santo, los Reinos Andaluces debemos nuestra olvidada foralidad inspirada en la herencia leonesa---Fuero Juzgo, el Libro de los Jueces de los Reyes de León; característica de su expansión reconquistadora llevando por bandera la tradición lex romana visigothorvm--- y en el vigor político del precedente Reino de Toledo ) siempre y cuando, se reitera, se cumpla aun en la más dura tarea ante Dios y ante la Patria por encima de todo. Ello es el más claro ejemplo de ponderación, y máxime contra los excesos de libertinajes y totalitarismos.
Sea como fuere, el Principio de Subsidiariedad al que hace una vaguísima referencia por ejemplo el masónico texto de la constitución europea ( Y que excusándose en ello la democracia “ cristiana “ pidió el voto afirmativo….) es falso. El estado es subsidiario de la sociedad y no al revés. Los hombres tienen una misión en la vida y según su capacidad, amén de su Fe y sus obras, así ha de reconocerse. El dinero es un instrumento y un servicio y no un signo divino como así propagó en primera instancia el calvinismo y en segunda la masonería, guías descaradas de la política de estos chupópteros-ineptos claramente anticatólicos que a derecha e izquierda nos toca padecer. Para que se pueda cumplir, pues, el Principio de la Subsidiariedad, no podemos vivir en una sociedad liberal o totalitaria, sino en una sociedad tradicional. Que no sólo reconozca sus “ raíces cristianas “; sino que sea la Religión la Verdad reconocida. Y que sea el gobernante, desde un alcalde de pueblo hasta el mismísimo Rey si lo hubiere, el primero que se rija con las leyes por delante y con la política como atención de servicio y de magnanimidad/justicia que es, y que en caso de que incurriera en tiránicas maneras, por pocas que fuesen, que la justicia pueda imperar por ley. Que el Príncipe se debe a sus Leyes, y que Rey eres si bien haces, y si no lo haces, no te llames rey. El arbitrio por el bien común y la atención servicial ( Por eso es cargo de personas de méritos y cercanas a los determinados asuntos y no de sinvergüenzas iletrados que es lo que sufrimos ahora ) es pues el complejo cometido. Que, como decía Vázquez de Mella, los distintos cuerpos sociales: Obreros, profesionales, campesinos, etc. tengan una representación adecuada ( Vamos, que no sea, como pasa a día de hoy, ministro de agricultura un señor que ha visto burros por la tele….) A día de hoy, la tiranía tecnócrata ( Impresa fuertemente en la esencia de la Comunidad Económica Europea, por ejemplo ) de la que nos habló D. Juan Manuel Rodríguez ha degenerado, como ya he repetido, en esa tiranía de los iletrados de malas ideas.
El Principio de Subdisidiaredad, asimismo, tampoco puede asumir la “ lógica “ democrática de “ un hombre, un voto “. Por ello que mencionamos antes del mérito, de la misión, de la Fe y de las Obras, y del carácter libre y social del ser humano, el hombre no puede ser el “ individuo-número “ del liberalismo o el “ buen esclavo “ de los regímenes totalitarios. No se puede minimizar al ser humano en base a un voto y mucho menos sin tener en cuenta su conducta, su cultura, su ser al fin y al cabo. Por ello, es que no hay otra: El sistema es el problema. Lo que mal empieza, mal acaba.
Y ahora que lo pienso, a todas aquellas mentes tan lúcidas que dicen que la foralidad ahora no conviene reclamarla porque sólo puede alentar más el separatismo, recomendaríale yo que abogaran por el celibato absoluto en la población española, pues el matrimonio sólo puede alentar más aún el divorcio….Y es que hay ciertas lógicas que, encima se llaman patrióticas y uno no acaba de entender….Y también ahora que lo pienso, ¿ para qué importar modelos extraños a lo nuestro cuando tenemos un tesoro en nuestra Tradición que puede ser nuestro mejor porvenir ? Pues porque desde que se nos metió en la cabeza ese complejito de inferioridad y demás leyendas negras, parece que es preferible lo malo de fuera a lo bueno que ya tenemos. Y los que intentan piruetear insertando estatalismos de una u otra forma en consonancia con una supuesta tradición y una supuesta España siguen con lo de siempre. Y, por otro lado, los propagandistas que nos insertan un supuesto principio de subsidiariedad y unos supuestos valores católicos supuestamente compatibles con un sistema de usura criminal mundialista como éste. Y también hay otros iguales y peores. ¡ Cómo está el patio ! ¿ Tendremos que soportar que el próximo arrebato de españolidad militante sea el boicot al pacharán de Navarra o al mosto del Aljarafe….? Quien sabe, todo se andará….
Al terminar la conferencia, D. Juan Manuel se mostró dispuesto a formar un grupo de trabajo en el Reino de Sevilla para profundizar, pues, en ese autóctono foralismo en el que aquí parece que, bajo la bandera de una regionalista sevillanía por España nunca nos hemos atrevido demasiado. Amigo Juanma, yo te secundaría, pero ese trabajo ha de ser entre personas honradas y talentosas, aspectos que no entran en mi triste figura.
Espero haber resumido más o menos ( Sé que menos que más….) mi impresión con objetividad del contenido de la conferencia de D. Juan Manuel Rodríguez. Tras los sinceros---y lógicos---aplausos, procedióse a un animado coloquio entre los allí presentes, donde se volvió a insistir en el contenido práctico y posible de la foralidad ( Me recordó a cuando el insigne e injustamente olvidado, incluso en ese malamente llamado “ mundillo patriótico “, como bien dice Juanma, Juan Vázquez de Mella y Fanjul, del concepto dinámico de la Tradición ). Donde un servidor de ustedes expresó, y es cosa que cada día se me pasa más por la cabeza, que no entiende cierta aura mística que se la ha adjudicado a ciertos personajes….Y dejando claro que el totalitarismo o el pseudoabsolutismo son maneras opuestas radicalmente a la tradición española; incluso ciertos “ popurrís “ raros que al fin y al cabo se insertan en esos mismos parámetros y no respetan, por consiguiente, el Principio de Subsidiariedad, ni desean una sociedad participativa de hombres libres ( Que es más “ fácil “ por así decirlo que se sientan orgullosos y comprometidos con su Patria ) y, tampoco aceptan ( Es más, les molesta. Por más que digan, no pueden soportar no ya que haya otras lenguas españolas amén del castellano; sino en el mismo castellano ridiculizan a quien tenga un dialecto algo diferente….Por más que lo nieguen, más de un “ patriota españolista “ se siente cómodo con las soflamas de los histéricos periodistas liberales ) la diversidad regional de las Españas, porque realmente no son conscientes de esa verdadera España, sino una que a ellos les gustaría, probablemente que estuviera todos los días desfilando al son de un padrecito ( Y aquí vuelvo a acordarme otra vez de Mella, el acérrimo foralista de su Asturias nunca vencida, y sus definiciones sobre el “ absolutismo cesarista “ ) y de un estado omnipresente que anule esa capacidad natural de sus pueblos y convierta a los que dicen ser sus hijos en autómatas. Y encima, luego seremos los tradicionalistas unos sectarios por no querer “ renunciar “ para entrar en esos maravillosos frentes nacionales que todo lo salvan…España se va al garete dicen. Y ellos pretenden salvarla con los presupuestos que ya conocemos….¿ No sería mejor que se bajasen del burro centralistoide ( Que ha hecho históricamente más daño a España que el propio separatismo bastardo ) y asumieran a España en particular y la Tradición en general tal y como son….? En fin….
Al poco, nos fuimos a tomar algo a un bar cercano y un amigo carlistón del Reino de Valencia tuvo la decencia de, amén de aguantarme, acercarme a casa. En el camino hacia el coche tuve la oportunidad de departir de flamenco ( Del bueno ) con Juanma y demás cosillas.
Como siempre, palabras de agradecimiento para la Junta Carlista Sevillana, y esperando con ansias, pues, el próximo encuentro del Tradicionalismo Hispalense. Enhorabuena principalmente a D. Juan Manuel Rodríguez.
¡ VIVA EL REINO DE SEVILLA, VIVAN LAS ESPAÑAS, VIVA CRISTO REY !
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