Hay una cosa que me intriga. Sabido es que en Chile son numerosísimos los descendientes de vascos. El vasco de aquellas tierras está orgulloso de sus raíces vascas, y no es separatista. No tendría sentido, claro, pero al menos yo no he conocido a ninguno que tenga simpatías por el separatismo. Habiendo vivido algunos años en la fértil provincia, como la llamó Ercilla, nunca observé grafías extrañas entre ellos. Hojeando la guía de teléfonos de Santiago se encuentran miles de apellidos vascos. Y siempre escriben Azcue y no Azkue, o Echevarría y no Etxebarria, por poner solo un par de ejemplos. Los inmigrantes vascos empezaron a llegar a aquella larga y angosta faja de tierra en el siglo XIX (lógicamente antes ya había, pero me refiero a grandes oleadas), y hubo también exiliados después de la Cruzada. ¿No será que al ser un país tan lejano y aislado, un estrecho corredor entre los Andes y el Pacífico, han estado a salvo de influencias nacionalistas?
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