El Gobierno deja para la postergada ley de Víctimas quitar el callejero dedicado a etarras
M.C. / S.E. MADRID
La reforma de la Ley de Víctimas del Terrorismo, que el Gobierno mantiene en el congelador desde hace un año y medio, podría resolver el problema de las plazas y calles del País Vasco y Navarra que honran a etarras asesinos, según señaló ayer el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Foro ABC.
El jefe del Ejecutivo quiso desvincular este asunto del debate abierto sobre la retirada de símbolos franquistas incluida en la Ley de Memoria Histórica. A su juicio, el hecho de que decenas de vías y plazas del País Vasco tengan nombres de pistoleros es una cuestión que «no tiene comparación con nada» y «seguramente exija un tratamiento que debería ir incorporado en el proceso de reforma de la ley de Víctimas del Terrorismo».
El Gobierno, añadió Rodríguez Zapatero, está pensando en la reforma de la ley, que exige «un gran consenso». De hecho, el Ejecutivo socialista lleva «pensando» más de un año esa reforma. A primeros del año 2006, el presidente Zapatero anunció en el Parlamento que la reforma estaría lista en el verano de ese mismo año. Se convocó una reunión para el mes de abril, para presentar el borrador de la ley a todas las asociaciones de víctimas, pero se canceló tras la entrada al Ministerio de Interior de Alfredo Pérez Rubalcaba y después nunca llegó a celebrarse.
El eco a la información que fue ayer portada en ABC provocó un aluvión de reacciones. No en vano, es una cuestión que toca muy de cerca a demasiada gente: a las víctimas del terrorismo, a los amenazados por la banda asesina y en general a toda la gente de bien. Así Francisco José Alcaraz, presidente de la AVT, anunció que su asociación «está estudiando emprender acciones legales contra aquellos alcaldes y ayuntamientos que mantienen en sus municipios calles con el nombre de miembros de ETA».
La AVT criticó igualmente que determinados partidos nacionalistas apoyen la Ley de Memoria Histórica, mientras promueven desde las instituciones vascas «una estrategia de ocultación» respecto al trato ventajoso que dan a ETA y a las organizaciones de su entorno. El filósofo Fernando Savater también se mostró muy crítico con la denuncia realizada por ABC y reclamó que «el criterio fijado por la futura Ley de Memoria Histórica debe ser válido tanto para lo relacionado con el franquismo como con lo que afecta a la banda etarra».
Agravio en el País Vasco
Ana Iríbar, viuda de Gregorio Ordóñez, consideró un «agravio que en el País Vasco existan calles con el nombre de etarras cuando se está planteando la retirada de símbolos franquistas». «Las víctimas -prosiguió- hace tiempo que hemos pedido que se retiren nombres de terroristas de plazas, calles e incluso monumentos del País Vasco». En la misma línea se expresó Rubén Múgica, hijo del asesinado dirigente del PSOE Fernando Múgica: «Al igual que defiendo que se exijan cuentas al franquismo, también estoy a favor de que el nacionalismo vasco y el terrorismo etarra sean ajusticiados en términos históricos».
Sorprendió el diputado socialista Ramón Jáuregui, que aseguró no conocer ninguna calle con nombres de etarras. Ejemplos sobran para ilustrarle y son más que «un error que deberían rectificar las corporaciones», como los definió.
http://www.abc.es/20071016/nacional-...710160245.html
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