Celebro toda actividad que tienda al desenmascaramiento de uno de los personajes más siniestros y despreciables de la "anticultura pseudo-europea": el judío secularizado Freud.
He tenido que estudiarlo a la fuerza tiempo ha. Y recuerdo que la crítica que le hice fue muy mal encajada por el "profesor psicoanalista" que tuvo que evaluarme. Lógicamente, tuvimos una agarrada del carajo.
En definitiva, recuerdo de aquella tesina mía las siguientes particularidades que descubrí en Freud:
1. Era cocainómano (la cocaína que tomaba le llevaba a estados de megalomanía que se traducían en maltratos psíquicos y físicos a su "novia".)
2. Se adentró en los terrenos cenagosos del ocultismo, de la mano de algunos kabalistas que practicaban la adivinación a través de la numerología.
3. Secularizó la interpretación de los sueños (tema que algunos profetas del Antiguo Testamento ya practicaban con la ayuda de Dios.)
4. Había dado crédito a una serie de doctrinas ocultistas finiseculares que serían el hazmerreír del personal, si no fuesen clara manifestación demoníaca. Terminó pensando, p. ej., que Moisés era un "iniciado" en los misterios de las pirámides egipcias -según las delirantes teorías de Eduard Schuré, acólito de la demoñesa Madame Blavatsky.
5. Su acción ha sido nefasta, primero para interpretar toda la vida psíquica del ser humano desde la clave pansexualista (el sexo lo es todo). Y segundo, derivado de aquí, como engañifa pseudo-científica inductora al pecado, banalizando el sexo; con los desórdenes que esto acarrea. Toda la "psicología" de la revolución cultural de Mayo del 68 se basa en este despreciable "drogadicto sectario", que estaba loco de atar.
6. El Psicoanálisis se organizó como una secta -con una proporción de loqueros judíos considerable; solo a Carl Gustav Jung -como no-judío- se le dejó pertenecer a ella; para luego "excomulgarlo".
Animo a todos los que puedan ir al acto que anuncia Chanza. Y hago el recordatorio, para que no se olvide.
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