Pues yo a este señor no le conocía de nada y desde este domingo soy su máxima admiradora. Qué maravilla de discurso con el que nos deleitó en Madrid durante el homenaje a Blas Piñar. Me quedé impresionada por la sorpresa de escuchar algo tan magnífico. No leyó nada, el tono perfecto, el contenido fenomenal y bañado por ese barniz poético que eleva los espíritus y los deja allí flotando...

Todo esto más el hecho de que sea argentino me ha hecho reflexionar, recordar y comprobar que verdaderamente son nuestros hermanos aunque los tengamos olvidados y, en ocasiones, hasta discriminados.

Miguelegión, tú siempre arrimado a los mejores hombres, ¡vaya suerte!.