Bueno, según tengo entendido Hollande en Francia va a legalizar el matrimonio sodomita, la adopción de niños por parte de parejas antinatura y le va a quitar ayudas a la Iglesia. Todo entroncando con la información que nos recaba Rodrigo. Está más que demostrado que las ideologías en los partidos políticos son una farsa cada vez más apreciable, y para lo único que valen son para administrar sus clientelas. En este caso, son peores los del PP por fariseos, mentirosos, hipócritas que los socialistas-marxistas-nihilistas, que al menos dicen desde el principio que sus ideales armonizan con esas monstruosidades.

Es divertidísimo cuando un modernista convencido dice sacando pecho: España es un país a la última, avanzado, abierto, tolerante. No como la España que tú defiendes; me suelen decir. A lo que yo contesto con una sonrisa: Es cierto, tu España moderna es un país sin independencia económica, ni soberanía, sin principios, sin valor, y con menos unidad en nuestro territorio. Pero mi España es la de los valores, la de la unidad por la Fe y el Rey, la que evangelizaba y gobernaba en medio mundo, bajo la cual su misma sombra inspiraba pánico en sus enemigos. Era en definitiva, la que protegía a una Europa ingrata de los infieles, los cuales ahora se ríen de nosotros y tratan de escoria.

Qué decir ante tantas barbaridades. Ya sabemos de la hipocresía de estos señores, demócratas totalitarios, que atacan de fascista, irracional o retrógrado a todo aquel que no piensa como ellos, sobre todo cuando se argumenta de forma tranquila, con el argumento de la Ley Natural, que ni entienden ni quieren entender. En más de una ocasión en la Universidad (y en mi propia familia, en la que soy el único tradicionalista) he provocado tirones de pelos, indignaciones de alas progresistas e incluso me han dado 'toques de atención' los mismos profesores ya en privado: cuando por parte de otros compañeros escuché la criminal defensa del asesinato de personas no nacidas, la destrucción de la familia, el escarnio contra la Religión. Todo por supuesto, bajo aplausos, vítores, etc. Lo peor es de estas reacciones, es que crean un falso clima, como si el matrimonio homosexual o el libertinaje que abanderan los miembros de este gremio, fuese algo bueno, normal e incluso deseable. De tal modo es así que un joven que sin inquietudes y que no hace autocrítica ante nada, da por sentado este tipo de cosas y las asimila como un ganso hipnotizado.

Por mi parte, no me cansaré nunca de defender la Verdad, de que esas uniones son contra la naturaleza creada por Dios. Hay que amar al pecador, sí, pues muchos sodomitas han nacido así y no tienen culpa alguna. Pero sí hay que detestar y combatir al pecado. Si al final será eso verdad de que lo auténticamente revolucionario en el siglo XXI es ser tradicionalista.

En fin, X Cruzada ya. Tanto interna como externa.