Re: Aficionados a la Ciencia

Iniciado por
mazadelizana
Por tocarles las narices también prodriamos preguntarlos ¿quién creó el átomo de helio o de carbono?
Y ya puestos en retroceder en el tiempo en la antigua Grecia se vivia de forma creo yo que peor que en la edad media ya que en ese época te mataban si salias deforme(no solo en Esparta)por contra en la edad media no solian hacerlo.
Puedes tocarles más las pe..., perdón, las narices, preguntándoles de donde sale el primer azar que ellos sotienen como cierto. Pero aún mejor es preguntarles acerca de ¿"qué es el azar"?, y no permitirles respuestas simples. Tienes que obligarles a razonar matemáticamente y ahí entran en juego las investigaciones de Pascal, Fermat, Bernoulli y la Ley de Laplace. Con eso los has pillado, pues entre otras cosas "azar" y "probabilidad" están tan íntimamente relacionados que no existiría el primero sin la segunda, y puedes tener casi la certeza de que no tienen ni idea.
Naturalmente, primero tienes que estudiarte algo esa parte de la matemática.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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