¿Y de donde saca usted que los que aquí hemos devenido, hayamos desertado de nuestra militancia y seamos solo esclavos...?. En respuesta a su pregunta, le digo tajantemente que no, que no es cierto. En primer lugar porque mantenemos intacta nuestra fé en Dios. Dios N.S. que nos hizo libres y no esclavos, ya que solo el pecado es el que esclaviza. Fijese lo que le digo, incluso en un campo de concentración el hombre no pierde la libertad con que Dios le ha dotado, si en su interior jamás abandona esas profundas convicciones y principios, mantiene alto el honor aún en la mas absoluta degradación de su entorno y se aferra con constancia a la fé que ha heredado y que también ha de saber transmitir íntegra a sus herederos. Y le digo mas, hasta en la muerte y en el suplicio, el hombre puede continuar siendo hidalgo y no esclavo. Porque, no hay muerte mas digna que la de N.S.Jesucristo, desgarrado y sangrante, colgando de un madero... Por lo tanto, quien aquí fuera esclavo, solo lo sería a consecuencia de sus propios pecados y de su falta de fe, mas que de la mera falta de militancia callejera al uso, en la vida políica. San Benito de Nursia, en el siglo V, cambió la sociedad de su época y de la de casi los dos mil años posteriores, mucho mas que cualquier hombre de estado dedicado plenamente a la lucha militar o política. Y San Benito se recluyó en una cueva...
Además, como muy bien acaba de escribir Valmadian, y que yo suscribo desde el inicio al cierre, la militancia política no es solo tener un carnet, ni recorrer las calles pegando carteles de propaganda..., Eso hasta podría convertirse, como de hecho muchas veces ya ha ocurrido, en un mero folklore sin sentido que no conduzca a nada. La verdadera militancia debe de ir acompañada y tener su basamento en estos atributos que Valmadian ha enumerado con acierto: Convicción, Honor, Fé y Constancia.
Y la esclavitud de la que habla el artículo es debida, precisamente, a la ausencia de estos firmes pilares sobre los que se ha de asentar siempre una persona. Mantener firmes las convicciones con fé, con honor y con hombría, sabiendo que no son obra tuya, sino un regalo generoso que has heredado de tus mayores. Y naturalmente, confíar activamente en la victoria final de la Verdad y de la Justicia, que no es otra que la que pasa por la cruz de Cristo, en una lucha que comienza primero en el interior de cada cual, tal y como la vivieron San Juan de la Cruz o San Ignacio de Loyola, para después poder lanzarse a conquistar el mundo con su fe puesta solamente en Cristo, sabiéndose siervos. Es decir, convirtiéndose en instrumentos... Esa es la verdadera libertad. Lo demás es o conduce inevitablemente a la esclavitud en cualquiera de sus formas. El ejemplo que pusiste tu al principio, de los niñatos skins neonazis (aunque valdría también para los de la otra banda), me parece muy significativo de lo que significan, puestas en escena, la esclavitud y la estupidez política cuando no está iluminada y no sigue la verdadera Justicia. Como te decía en otro mensaje, muchas veces la militancia política no sirve para nada bueno, salvo para hacer el idiota. Y en el peor de los casos, para convertirte en instrumento de tu peor enemigo.
Tambien, si quieres podría expresarlo de otra manera, solamente diciendo: "Frente a la esclavitud, hidalguía" (y no mera militancia política).
______________________________
"Haga Vd. como yo y no se meta en políticas..."
Marcadores