Lo mismo que hay palabras-talismán positivas (libertad, democracia, etc.) existen palabras talismán negativas (fascista, extrema derecha, etc.) que se aplican como comodines a cualquiera para descalificarlo y, lo que es peor, satanizarlo a los ojos de los demás. Y como la masa está acostumbrada a que la dirijan y conduzcan por donde quieran por medio de tópicos y no sabe diferenciar ni distinguir matices (no digamos ya grandes diferencias) ni conoce el verdadero sentido de las palabras ni tiene formación, son un eficaz instrumento para desacreditar.