Estoy de acuerdo en lo que dices raolbo, no quería dar a entender que el nacional sindicalismo era antifascista ni nada por el estilo. Sería estúpido pretender que eran contrarios como dices, cuando José Antonio, Ramiro, Onésimo, Ruiz de Alda, etc... solo tenían buenas palabras para con el fascismo, al igual que las tengo yo. Al igual que Olazábal y Lizarza pidieron ayuda a Mussolini.
Sin el ejemplo de la plaza San Sepolcro ni la Marcha sobre Roma como inspiración no se hubiera dado posteriormente aquel despertar europeo materializado en forma de movimientos nacionales y sociales entre los que se enmarcó la Falange.
Sin embargo, aquello que quería resaltar es que el nacional sindicalismo era un movimiento genuinamente hispánico, no un mero trasplante cómo podría serlo el fascismo británico, al que Ramiro criticó por esto mismo.Estaba inspirado por la revolución fascista, no cabe duda alguna, pero no se trataba de copiar el modelo y aplicarlo en España.
Traeré a colación nuevamente una frase de León Degrelle, que dijo una vez:
"No creo en esa palabra (fascismo). La repudio. Yo hablo de nacional socialismo porque es un concepto mundial. Fascismo es un concepto italiano solamente"
Aquí, Degrelle pienso que con nacional socialismo no se refería solamente tampoco al movimiento alemán, sino a todo aquel que incorporase las "dos palancas" que decía Ramiro, la nacional y la social, y aquí entrarían no sólo los movimientos europeos sino también el el justicialismo argentino (del cual Perón dijo que era lo mismo que el falangismo), el integralismo brasileño, el gaitanismo colombiano, el sinarquismo mexicano (también inspirado fuertemente por la Falange, siendo herederos de los cristeros), el falangismo boliviano, el Nuevo Ideal Nacional venezolano, y fuera del ámbito hispano, el baazismo, el nasserismo y la Tercera Teoría Universal árabes, el Nasakom o Pancasila indonesios, el Juche coreano, el Ujamaa africano, los Tres Principios del Pueblo chinos, y prácticamente todo movimiento de descolonización.
Pero bueno, que me voy por las ramas, el caso es que el fascismo no podía ser una ideología globalista y uniformizadora al estilo del capitalismo y el comunismo a los que combatía.
Se trataba de una Tercera Posición entre ambas, y en cada pueblo se desarrollarían los movimientos análogos en base a las tradiciones del país.Y España tiene una Tradición riquísima, suficiente como para dar lugar a un movimiento como fue el nacional sindicalismo, aunque fuera inspirándose en ejemplos foráneos, siguiendo su iniciativa revolucionaria.
Recuerdo un discurso de Calvo Sotelo en el que dijo:
"Pues si defender los principios que estoy defendiendo yo aquí esta tarde es fascismo, yo soy fascista".
Cuando a mí me llaman fascista esto es lo que respondo yo siempre. Eso significa que estoy haciendo las cosas bien, y solo me puedo sentir orgulloso de ello. Personalmente, si de algo estoy convencido es de que no puedo presumir de ninguna manera de no querer estar en el "bando perdedor" como dices raolbo. Estoy firmemente cerciorado de que con la victoria del Eje las cosas hubieran sido muy distintas. No me avergüenzo de mostrar simpatía por estos movimientos. Pero tampoco creo que ello implique reducir el nacional sindicalismo a un mero apéndice del fascismo italiano.Hubo admiración y ejemplo, pero no copia. Siento haberme extendido tanto.
Saludos en Xto.
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