Re: Soros "el corruptor"
No son los rusos santos de mi devoción, tampoco condeno a los judíos por el hecho de serlo (Soros es judío), estoy en contra de los liberales y la izquierda me da alergia (Soros es rojo-liberal), la acumulación de riquezas en una sola mano me parece una absoluta pérdida de tiempo (la vida es muy corta, hay muchísimos otros alicientes y de infinita mayor calidad y satisfacción, se tarda mucho en amasar el dinero y, finalmente, se queda todo aquí, "llegamos al mundo en cueros vivos y en cueros vivos nos vamos"), pero ese fulano es lo que es, y todo lo que suponga rebasar los límites lógicos de los actos humanos, todo lo que sea procurar hacer daño a otros (y éste es especialista en ello), ya está sobredimensionado para lo que es la vida común de cualquier individuo.
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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