Irlanda no es Cuba
Las dudas que a veces surgen a la hora de fijar la fecha de la Independencia irlandesa se deben a que el Estado Libre de Irlanda proclamado en 1922 mantenía todavía algunos lazos con la corona y el imperio británicos que sólo eliminó la Constitución de 1937. Pero cualquiera de las dos fechas que se elija, es imposible que Sabino Arana, fallecido en 1903, felicitara a Eamon de Valera por el logro de la independencia irlandesa (como aseguraba el viernes de la semana pasada un editorial del diario El Mundo).A quien sí quiso enviar un telegrama fue al presidente norteamericano Teodoro Roosevelt, en mayo de 1902, felicitándole por haber hecho posible la independencia de Cuba. El episodio es muy conocido porque a cuenta del telegrama, que fue retenido en Correos el padre del nacionalismo vasco permaneció encarcelado durante 5 meses en la prisión bilbaína de Larrínaga. Pero no era la de Irlanda, sino la de otra lejana isla, la libertad que celebraba Arana.
El contenido del telegrama a Roosevelt contrasta con el que dirigió un mes después, desde la cárcel, a lord Salisbury, primer ministro británico -caracterizado enemigo de cualquier concesión al nacionalismo irlandés-, con motivo del final de la guerra de los boers. Arana expresa su esperanza de que los pueblos surafricanos "hallen ventajas bajo suave yugo Gran Bretaña" y que la soberanía inglesa "sea para ellos antes protección que dominación". El texto extrañó tanto a los correligionarios del fundador del PNV que se negaron a darle curso. Sin embargo, la prueba de que no se trataba de una ocurrencia pasajera es que en otro texto manuscrito de la misma época, no destinado a ser publicado, y que titúla "Mi pensamiento", se plantea como objetivo de su movimiento alcanzar "la independencia de Euzkadi bajo la protección de Inglaterra". El PNV ha sido siempre bastante anglófilo. Al menos su sector mayoritario. Tal vez ello explique su reticiencia ante la rebelión irlandesa de 1916 -que su dirección de la época consideró una "botaratada" destinada a dificultar el proceso autonómico en curso- y su apoyo al dirigente moderado John Redinon, que había atribuido el levantamiento del domigo de Pascua a "un complot alemán". Engracio de Aranzadi, principal ideólogo del nacionalismo vasco, posterior a la muerte de Arana, sacó de la experiencia irlandesa la conclusión de que no cualquier rebelión nacionalista merece adhesión, en particular si pretende "sellar con sangre sus convicciones"...
https://elpais.com/diario/1994/09/10...18_850215.html
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