Re: A vueltas con el New York Times
Lo que sucede es que Estados Unidos es un país de muchos contrastes, lo que incluye muchas contradicciones. Efectivamente tienen unas imágenes muy estereotipadas ancladas en dos aspectos, una es la del tiempo pasado, es decir, muchos de ellos siguen en los años '60' en lo referente a minorías que cada vez lo son menos, y la otra la que les proporciona vivir mirándose el ombligo al creerse el centro del mundo.
En un plano anecdótico he de decir que tengo un sobrino, hijo de mi hermana, viviendo allí. Se casó con una norteamericana y él acabó nacionalizándose. En su casa ondea una bandera americana y al lado una bandera española (la ley allí obliga a que sí se exhibe una bandera no nacional suya debe estar acompañada de la de su país y con unas dimensiones mayores), y en su pasaporte, que yo he tenido en la mano, pone: "white". Me contaba que le ha pasado en varias ocasiones que personas a las que acaba de conocer al interesarse por su origen, él indica de dónde diciendo: "España, Europa", y que suele escuchar esta expresión bastante común: "¡ah! entonces de los buenos", lo que siempre le deja un tanto perplejo.
Para las administraciones americanas prácticamente casi todos los europeos son "caucásicos", excepto británicos -lo que se entiende por ello-, germanos y nórdicos, que son "white", aunque de un tiempo a esta parte hay una cierta tendencia a agruparlos a todos como caucásicos, naturalmente aquellos que lo son. Y es que la clasificación étnica habitual hasta ahora está haciendo aguas por todas partes: ingleses negros o "marrones", suecos o noruegos a los que les pasa lo mismo, alemanes que hablan árabe, españoles rubios como finlandeses..., en resumen, que las viejas etnicidades están dando paso a unas sociedades muy diferentes.
Pero una cuestión es que debido a su propia idiosincrasia sean como son, a que su sistema educativo sea sumamente etnocentrista y otra muy distinta a que los medios de comunicación en lugar de reflejar la verdad, la tergiversen en todo. No deja de ser paradójico el cuidado y detalle con que muestra el NYT el caso del BLM, claramente a favor, y la simpleza estúpida con la que trata un tema que de raíz es falso al afirmar que españoles y portugueses no son blancos, desconociendo TODO al respecto: Historia, Geografía, Antropología, Genética de Poblaciones (tal como ya indiqué, y ante la cual el "cerebro" de semejante disparate de artículo debería incluir a la población autóctona del Sur de Inglaterra por tener la misma genética que la población del Norte de España), pero a la hora de soltar idioteces con las que justificar el garbanzo parece ser que todo vale, y luego los periodistas se quejan de la pésima fama que van adquiriendo que cada vez es peor.
https://www.nytimes.com/interactive/...rowd-size.html
El problema es peculiarmente agudo cuando se trata no sólo de la habitual ignorancia y la consecuente desinformación faltando a la verdad, sino cuando presumen de su cine y su televisión. Recientemente la llamada "Academia" de Holywood ha decidido que ninguna cinta podrá acceder a presentarse a "Los Oscars" sino incluye personajes de diferentes etnias minoritarias, o sino hay una cierta "paridad" sexualista (que incluye los dos "de siempre" y la "taxonomía de rarezas"), mientras que, y me apuesto algo, cada vez que tengan que ambientar una película o parte de ella en cualquier país hispanoamericano, seguirán rodando en estudios de cartón donde cualquiera de las ciudades de habla hispana continuarán apareciendo con calles polvorientas, automóviles que se caen a cachos, bigotudos policías con pinta de milicianos de Pancho Villa, hoteles atendido por "lindas" panchitas con teléfonos de marcación por rueda. Cada vez que me encuentro con algo semejante, tengo la costumbre de buscar la población en cuestión a través de Internet y, a continuación, pincho en "Imágenes", y así comprobar que esos escenarios de estudio de cartón se parecen a la realidad como un huevo a una castaña, porque la mayoría de esas ciudades hispanoamericanas prácticamente no se diferencian en casi nada de las de Estados Unidos. No cabe duda de que mucho negro y sus derechos, su lucha (comunista, por cierto), pero las actitudes perduran contra los hispanos, y eso es otra realidad y lo que subyace en ello es algo muy distinto.
¿Pero qué piensan los americanos de "a pie" de España y los españoles? Pues para hacernos una idea contamos con ese Internet, para darnos cuenta, además, de que españoles y americanos son cada vez más parecidos en todo.
https://madridingles.net/que-piensan...nos-de-espana/
No dejan de ser curiosos estos tipos, porque hay cada cuadro que ya, ya:
https://www.youtube.com/watch?v=-oURD0f34gc
https://www.youtube.com/watch?v=71nrrWQhqHc
Aunque tal vez, y para ser lo más objetivos posible, debería ser más bien qué opinan los habitantes de cada uno de los estados de la Unión acerca de España, seguro que no hay homogeneidad.
Última edición por Valmadian; 13/09/2020 a las 18:05
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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