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Testimonio: Rafael Ferrando, requeté destinado en Santander
"Cuando terminó la guerra, todos los requetés del Tercio regresaron a sus casas salvo los que estábamos en quintas, que nos mandaron al 53 Regimiento de Infantería, primero a Bilbao y luego a Santander.
Recuerdo que allí, en Santander, se preparaba una visita oficial de Franco y los carlistas llenamos las calles por donde iba a pasar el Generalísimo de carteles en los que se defendía la independencia de la Comunión Tradicionalista frente a la Unificación. Nos detuvieron por aquello y, como represalia, a mí me destinaron al Servicio Especial del Estado Mayor, un puesto nada agradable, ya que nuestro cometido era buscar y detener antiguos republicanos con delitos de sangre. Recuerdo que apresamos a la “Ojo de Piedra”, una proxeneta que regentaba una casa de prostitución de niñas. Cuando detuvimos a aquella mala mujer, que se quedaba con el dinero de las chicas y las obligaba, las mandamos de regreso a sus casas mientras salían llorando de aquel lugar terrible.
Otro hecho terrible que me tocó fue el incendio del año 41. Recuerdo que una noche comenzaron a caer del cielo briznas encendidas y pude ver cómo estaba en llamas toda la parte de la catedral. Eran las nueve de la noche, y me di cuenta de que en la calle de San Francisco y en la de La Blanca, muy estrechas, los vecinos no se habían enterado del incendio. Fui corriendo, de portal en portal y de vivienda en vivienda, gritando y avisando a la gente para que saliera huyendo y se dirigiera al Teatro María Lisarda, donde se podrían refugiar.
También en esos meses en Santander pude fundar el Centro de Apostolado Castrense, el primero de España de ese tipo, y entré en la Junta local de Acción Católica."
Fuente y más información: Fundación Ignacio Larramendi - Requetés, de las trincheras al olvido
Carlismo en Cantabria: Testimonio: Rafael Ferrando, requeté destinado en Santander
La Iglesia es el poder supremo en lo espiritual, como el Estado lo es en el temporal.
Antonio Aparisi
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