Estimado JLP:
Caray, que no es nada fácil responder a la ametralladora de tus asertos!!!
Que Pelayo no era asturiano, que la reconquista no nació en Covadonga; que los reyes católicos no unificaron nada; que Castilla no debe nada a la unidad del catolicismo; que los austrias son nefastos tal como lo dice don Sanchez Albornoz… me da la impresión que diferimos en la forma de contemplar los hechos históricos, la cuestión política y sus consecuencias.
En lo que a mí toca, siguiendo a mis maestros, entiendo que a la historia hay que verla a través de sus actos fundadores y la transmisión a través de los poetas.
Sin Homero no hay Partenón; y sin Virgilio no hay Imperio; y sin Imperio no hay Cristiandad.
Hay quienes ven a Rómulo como un mero campesino al cual la leyenda y el mito le endosaron una inexistente fundación etc, etc.
En mi caso lo veo como al Homo Conditor por excelencia.
Me atengo a la excelsa descripción del acto fundante efectuada por el griego Plutarco (Vidas Paralelas: Rómulo).
Hay determinados personajes históricos que marcan definitivamente un rumbo; es decir los hilos conductores, de modo que el arbol no nos impida ver el bosque.
Asi por ejemplo, Leónidas y sus 300 resistiendo contra toda esperanza y posibilidad en las Termópilas para que su Patria viva. O el genio político de Alejandro Magno, o Escipión, o César, u Octavio Augusto. Por supuesto San Benito, Carlomagno, etc, etc.
De esta manera diría que carece de toda relevancia discurrir sobre si Pelayo era Asturiano, Celta o Germano.
Lo cierto es que fue el hombre del destino, aquél que mandó al corno al Obispo Opas por felón y decidió hacer frente al invasor que pertenecía a otras fuentes de cultura. Con ese gesto repetía el enfrentamiento político-metafísico de Roma contra Cartago; que por supuesto perdura hoy día. Con este gesto épico, los Astures dan el puntapie inicial (y por ello su vital significación) en la batalla de Covadonga.
“…Los Católicos no "unificaron" nada; las dos Coronas se encuentran simplemente asociados gracias a la unión personal de sus Monarcas…”
Si en la extraordinaria visión política de Isabel y Fernando sólo destacas una mera asociación; como si se tratara de una especie de cooperativa de trabajo; sociedad anónima o de amigables componedores con el objeto de concretar prósperos negocios no puedo hacer nada contra estos pareceres.
Con respecto a los Austrias, no sé si tienes una especial enquina contra los germanos; lo cuál no comparto, pero de todas formas ha de tenerse en cuenta que llevaban mas que suficiente sangre española.
En lo que incumbe a Carlos V, si no lo concibes como Emperador; ameritando todo lo que ello implica y significa, se te hará muy dificultoso -por no decir imposible- comprenderlo.
Así como me has recomendado la lectura de Sanchez Albornoz –lo que agradecí y te comenté que había leído gran parte de su obra, que por cierto es descomunal-, te sugeriría que consultes a: D.B. Wyndham Lewis “Carlos de Europa – Emperador de Occidente”; Jean Babelon “Carlos V”; Roger Bigelow Merriman “Carlos V – El Emperador”; Ernest Berenguer “El Imperio de Carlos V”, y Ginés de Sepúlveda “Carlos V”, que fue uno de sus cronistas, entre tantos otros, que en este momento no me vienen a la memoria (tendría que examinar mi biblioteca).
Enfin, yo ya no creo en los Reyes Magos
Caramba… esto sí que es serio!!!
A mi se me hace que los Reyes Magos son mas ciertos que la Cibeles…
no podemos disfrazarnos con una careta del Ancien Regime, con espadín y peluca empolvada, digo…
Vale! Por supuesto que no podemos!
Saludos
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