Re: Respuesta: Psicología y Sociología Católicas

Iniciado por
Valmadian
Lo siento Nicus, de psicología no sé prácticamente nada. Mi interés está centrado en que FREUD fue un farsante del Círculo de Viena, junto con MARX y su psicoanálisis no era --y no es-- sino pseudociencia, por mucho que haya un buen número de seguidores que lo imiten y le otorguen una importancia que no tiene, y me da lo mismo si son docentes o simples aficionados.
En cuanto a Víktor Frankl, lo que sé de él es lo que expuse y que denuncia al fraudulento anti-científico de FREUD. ¿Judío? no me resulta "per se" una premisa necesariamente negativa. El problema de los judíos no es un problema individual, sino un problema colectivo, y desde el Siglo XIX particularmente problemático a causa del Sionismo. Así, judíos que han contribuido al bienestar humano ha habido muchos; judíos que han sido nefastos, ha habido muchos también.
Frankl es un hombre que publicó numerosos ensayos y tratados, si mal no recuerdo tuvo 26 ó 28 doctorados "honoris causa", lo que es todo un síntoma. Si el Dios del que habla no es el Dios personal de los católicos, no es una condición concomitante que evite el desenmascaramiento de FREUD.
Veo que la pseudo-ciencia lamentablemente impera en Uruguay y Argentina. "Socialismo científico", dicen ellos.
En cuanto a Frankl, yo sé que per se ser judío no es lo negativo, pero como tengo entendido que a los judíos se les enseña el Talmud desde pequeños, eso podría haber influido negativamente; pero si desenmascaró a Freud, entonces, lo tengo que calificar, al menos en eso, como un buen científico. El problema de los judíos es que siempre que se trata de marxismo, homosexualismo, feminismo, aborto, masonería, etcétera, "coincidentemente" hay un judío involucrado; por eso es mi desconfianza.
“Es ésta nuestra finalidad, nuestro gran ideal. Caminamos para la civilización católica que podrá nacer de los escombros del mundo de hoy, como de los escombros del mundo romano nació la civilización medieval. Caminamos para la conquista de este ideal, con el coraje, la perseverancia, la resolución de enfrentar y vencer todos los obstáculos, con que los Cruzados marcharon sobre Jerusalén. Porque si nuestros mayores supieron morir para reconquistar el Sepulcro de Cristo, ¿cómo no vamos a querer nosotros —hijos de la Iglesia como ellos— luchar y morir para restaurar algo que vale infinitamente más que el preciosísimo Sepulcro del Salvador, es decir, su reinado sobre las almas y sobre la sociedad, que Él creó y salvó para amarlo eternamente?”.
Plinio Corrêa de Oliveira.
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