Cita Iniciado por Antonio Hernández Pé Ver mensaje
Hay algo bueno en la contemplación de esta película y es que, gracias a los efectos especiales, nos percatamos de lo insignificantes que somos los humanos. Nos damos cuenta de nuestra pequeñez y miseria y de la futilidad de las cosas del mundo. Todo esto ya ha sido enseñado en las Sagradas Escrituras y tratado por los Santos de todas las épocas, pero en estos "filmes" lo apreciamos en toda su espantable crudeza. Esto nos debería servir para volver los ojos a lo Alto y dar gracias a Dios porque nos ha hecho herederos de su Reino. A mi, al menos, me ha servido.

Siempre se ha dicho que en este mundo nada es negro o blanco, sino que entre ambos extremos caben toda una gama de grises. Es indudable que tu enfoque es válido, lamentablemente no representa la actitud mayoritaria de quienes van a ver esas películas, pues su actitud es morbosa y cargada con verdadera saña, y en modo alguno pasa por sus estrechísimas mentes que puedan obtener una lección moral de ellas. Claro que en la mente e intención de su equipo realizador tampoco se encuentra esa pretensión. En cambio, sí he podido leer reseñas que nos hablan de que este tipo de cine nos sirve para tomar conciencia de lo que le estamos haciendo al planeta, como si esto fuese la causa del brutal incremento de neutrinos en el núcleo solar, que es el justificante del "tremebundismo" de esta película. Es decir, este tipo de cine no busca llamar a las conciencias, eso lo sienten espectadores serios que obtienen algo de la trama, lo demás es puro marketing aprovechando la coyuntura.