Beatrix, nada de "hormiga".
Me viene a la memoria aquello del insigne Quevedo; si, somos polvo, pero polvo enamorado...
Hay que tener en miras que El Verbo Encarnado nos elevo a la Gracia, por medio del misterio insondable de su Encarnación , Pasión Y Resurrección y que nos demostró su amor sin límites al llamarnos sus amigos.
Y a pesar de nuestras miserias, debilidades y faltas, nuestro cuerpo es, "templo del Espíritu Santo".
De allí proviene nuestra "dignidad humana".
En lo tocante al "aliento a la Reconquista", entiendo que es de vital significación.
En estos aquerónticos tiempos, en que no se ama ni se busca la verdad, en que impera la cantidad sobre la cualidad, el morbo igualitario sobre la jerarquía, la necedad sobre la hidalguía, la fealdad sobre la belleza, el desorden sobre el orden, la injusticia sobre la justicia, las tinieblas sobre la luminosidad, el ruido sobre la música, la usura sobre la poesía, resulta imperioso, urgente e impostergable el dar la batalla por la Reconquista de las Virtudes y Verdades perennes.
Hay que recuperar al Héroe.
Recurrir nuevamente a nuestros ancestros Fundadores; El pió Eneas y el epopéyico Rómulo, y obviamente a sus continuadores.
Retornar a nuestras veras Fuentes de Cultura.
Recordar, recrear, y revivir nuestras raíces Fundacionales.
No ignoro que esta época es terrible, que todo parece perdido, pero hubo otras en que también reinaba el siniestro Minotauro, sin embargo siempre hay un Perseo y una Ariadna, que están dispuestos a venir en nuestro auxilio.
No fue fácil para el piadoso Eneas la derrota y ocupación de su amada patria Troyana, ni para Leónidas y sus trescientos la caída en las Terminarlas, o para las legiones romanas el trágico desastre en la batalla de Cannas.
Y esto para no citar más que unos pocos ejemplos.
Tampoco fue sencillo para Isabel, antes que el sumo Pontífice le otorgara el título de La Católica, cuando todo parecía irremediablemente perdido para ella en España.
También es viable que estemos en tiempos parusíacos, pero esto no impide que sigamos intentando Reconquistar todo lo que nos sea posible.
Al menos si no logramos avanzar, tratemos de no seguir retrocediendo, y que el día de mañana, no se nos pueda acusar de no haberlo intentado.
Que quede para nuestros hijos, o los que vienen detrás, el ejemplo de nuestro intento, que no sera poca cosa y que servirá de semilla para que fructifique.
Entonces: NO PARAR HASTA RECONQUISTAR!
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