Re: Ataque a "Charlie Hebdo"
"¿Y qué diremos del que a sabiendas vomita contra Dios un insulto o una blasfemia? Este tal comete un pecado gravísimo, más aún: el más grave de todos los pecados, puesto que su blasfemia procede del odio que profesa a Dios. La blasfemia degrada al hombre y lo pone bajo el nivel de los irracionales. El perro no muerde al amo que le pega.- Se ha dicho que la blasfemia es el lenguaje del Infierno; esto es poco, ya que en el Infierno los condenados blasfeman acuciados en cierto modo por los castigos de Dios, al paso que en la tierra los hombres blasfeman rodeados por doquiera de beneficios divinos. La blasfemia es, además, una falta de educación, por cuanto hiere los sentimientos ajenos."
Religión y Moral Julio Bonatto, Canónigo. Edit. LITÚRGICA ESPAÑOLA. Barcelona 1934. Libro II, La Moral, Cap., V Segundo Mandamiento, pág., 171
"He ahí la tragedia. Europa hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma europea choca con una realidad artificial anticristiana. El europeo se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.
<<He ahí la tragedia. España hechura de Cristo, está desenfocada con relación a Cristo. Su problema es específicamente teológico, por más que queramos disimularlo. La llamada interna y milenaria del alma española choca con una realidad artificial anticristiana. El español se siente a disgusto, se siente angustiado. Adivina y presiente en esa angustia el problema del ser o no ser.>>
Hemos superado el racionalismo, frío y estéril, por el tormentoso irracionalismo y han caído por tierra los tres grandes dogmas de un insobornable europeísmo: las eternas verdades del cristianismo, los valores morales del humanismo y la potencialidad histórica de la cultura europea, es decir, de la cultura, pues hoy por hoy no existe más cultura que la nuestra.
Ante tamaña destrucción quedan libres las fuerzas irracionales del instinto y del bruto deseo. El terreno está preparado para que germinen los misticismos comunitarios, los colectivismos de cualquier signo, irrefrenable tentación para el desilusionado europeo."
En la hora crepuscular de Europa José Mª Alejandro, S.J. Colec. "Historia y Filosofía de la Ciencia". ESPASA CALPE, Madrid 1958, pág., 47
Nada sin Dios
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